Viernes, media mañana, tercer día de primavera en Rosario. Entre la reposición de un vidrio templado y la compra de alguna funda para celular, las pibas que atienden el local de Presidente Roca al 900 dialogan sobre la visita de John Digweed a la ciudad. Las oraciones varían entre “Rosario lo ama”, “El colo es el colo” y “Es lo más grande que hay” hasta recuerdos de las veces que lo vieron. Podría ser un hecho aislado, pero deja de serlo cuando entra otro cliente que lo vio por primera vez hace diez años, y que después viajó a Costa Salguero en Buenos Aires para volver a escucharlo. Y a ese comentario se le suma el de otra chica que acaba de entrar, quien comenta que sacó entradas para esa misma noche, “porque el sábado está explotado” . Aporta un análisis de “especulación” económica: “Hoy está más barata la entrada. Si tenés una del sábado, la vendés a precio de sábado, sacás la de hoy y con la diferencia no gastás un peso en toda la noche”. Les confieso que voy a ir, pero no sé si me banco siete horas, que es lo que dura el espectáculo. Al unísono, las dos pibas que atienden, la que entró recién y el muchacho que estaba comprando dicen: “Estás loco, no te vas a poder ir”.
Y es cierto, la música que toca John Digweed te atrapa. La ficha curricular dice que es un DJ inglés de 55 años que se caracteriza por tocar Progressive House. Aunque se sabe que a él le gusta que se explique que su música es progresiva. Es considerado como uno de los mejores del mundo, despierta pasiones en el universo de la electrónica con registros de masividad toque donde toque. Y un dato no menor: no se le conocen detractores. Con Rosario en particular, el vínculo es sensacional. Vino por primera vez en 2005 a Shambala, un jueves, y el día siguiente era laboral, no feriado. MatiKun, un adepto a la movida electrónica local, recuerda que para la época “era un evento súper arriesgado, porque no venían DJs internacionales de primer nivel, era impensado, y las fiestas que había eran como mucho para mil personas. Con Digweed cambió todo desde ese momento. Para lo que estaba acostumbrado Rosario, fue completamente épico. Después de eso recién hay que remontarse a tres años después, cuando en el 2008 vino Nick Warren”.
Ya instalada la movida, y con mucha actividad de la escena local, desde 2012, traccionado por Lado B producciones, las visitas de Digweed se hicieron frecuentes. Comenzó a venir una vez por año ininterrumpidamente, hasta la pandemia. Retomó la costumbre de tocar en Rosario este mismo año, cuando en enero se presentó en el autódromo también con otro con sold out. Tras sus presentaciones de este fin de semana, serán en total tres veces en un año de John Digweed en Rosario. Aun así, es una visita que pasa desapercibida para muchos que no consumen este estilo de fiesta o de música. Resulta llamativo que no se lo destaque en los balances anuales como un visitante internacional distinguido de la ciudad.
Viernes por la noche. Rosario ama a Digweed. Sobre el vallado, un grupo de fans colgó una bandera que dice ‘DJ clásico haciendo música del futuro’. Es imposible no mencionar en este marco a Hernán Cattáneo, también protagonista de un estilo similar, que además lo siente a Digweed como gran influencia. Tato Seco, DJ local y público, quien vio y escuchó 17 veces en vivo al inglés, expresa que siempre le ofrece algo diferente: “Yo lo voy a escuchar y no sé bien que género va a tocar, porque el tipo maneja una versatilidad tan grande en su set, que vas y no sabés realmente qué estructura va a seguir. No tiene un estilo lineal”.
El salón Metropolitano es un espacio ideal para este tipo de eventos. Todas las entradas están ordenadas, el trato del personal es amable, se accede fácilmente a los baños y la gastronomía. La apertura está a cargo de Flor Parra y Valentina Chávez, elegidas por él mismo. Poco después de las 23, Digweed sube al escenario, las saluda, y se sumerge en una estructura de pantallas que lo acobijan cual embrión en desarrollo, y comienza el show, como si fuera una marea donde se aprecian olas mansas, pero de fondo se presagia una tormenta perfecta. El espectáculo está perfectamente coordinado. Luces, pantallas, música van efectiva y paulatinamente de la mano. Sensorial, mental, físico. Música que atraviesa todos los sentidos.
Abajo manda lo sensual y el desparpajo corpóreo. Arriba del escenario todo es perfección. Cual teoría de la Gestalt, el todo es más que la suma de las partes, y público, DJ y puesta conforman una masa homogénea impenetrable. Cada detalle apagado en el escenario en algún momento se prende y te prende. Perfectamente digitado por lo impulsivo de los cuerpos, los efectos progresivos de la noche sudan energía de trasnoche. Todo eso John Digweed lo deduce, lo cena como jeroglífico, lo decodifica, y lo vomita en un set extraordinario. Por eso la gente explota. Se identifican con todo lo que ven y escuchan.
Digweed, Rosario y la movida electrónica
Mariano Marcial (aka Deep Mariano) describe a John Digweed como “uno de los pesos pesados" de la música electrónica global. “Gracias a muchas décadas de carrera sin interrupción es uno de sus grandes impulsores en el mundo. Además de ser un gran DJ, su sello discográfico Bedrock es una pieza fundamental en la historia del progressive house y gracias a él muchos pudimos conocer el lado quizás más oscuro, retorcido e hipnótico del género”, agrega. Depp Mariano es músico, DJ, productor rosarino, con más de 20 años en la escena nacional. Fue quien abrió el show de Digweed en su primera visita a la ciudad, y más adelante tuvo la chance de abrir otras presentaciones de él en Buenos Aires, pero también en Colombia y Brasil.
Además, tuvo el honor de ser invitado dos veces a participar de su radioshow. “Siempre me dio la sensación de ser una persona muy atenta, respetuosa y generosa, dispuesta a ayudar a los demás dentro de la escena” dice, y nuevamente explica que en cuanto a técnica de mezcla y desarrollo de una noche, “es uno de los mejores DJs del mundo”.
Digweed y otras visitas destacadas prestigian la ciudad, pero las movidas no se arman solas, ni nacieron de un repollo. Rosario tiene una gran tradición en la electrónica. Pero a pesar de la gran cantidad de gente que moviliza, mediáticamente se visibiliza poco.
Tomás Caturla es DJ desde 1988, y también un gran difusor de la movida mediante sus programas de radio que empezó a gestar justamente para difundir música electrónica. Conduce hace seis años New Sensation en la 89.9. “Padecí toda mi vida la poca difusión local de la electrónica, con una carrera de 30 años como DJ, donde siempre estuve haciendo cosas y moviéndome”, dice al respecto. Y sobre el DJ inglés, enfatiza que “antes que nada, es una leyenda. Un poco más oscuro y experimental, que el progresive house tradicional, se podría decir más underground, porque es masivo a nivel convocatoria, pero musicalmente no lo es, no pone los hits de Ibiza, y eso es algo particular de John Digweed”.
En referencia a Digweed y su ex socio musical Sasha, refiere que “es un productor y DJ distinto, y está vigente. Cuando empezaron, usaban los tracks que hacían sus amigos, y así armaron el sello Bedrock”. Caturla agrega que cuando tuvo una disquería de música electrónica aquí en Rosario, “vendía muchos compilados de ellos, que es como se promocionaban”.
Franco Cinelli, artista rosarino, comenzó en la música desde los 14 años. Hoy es uno de los DJs de techno y productores argentinos más conocidos, y coincide: “Acá hay muchísimos artistas, DJs y productores que tenemos sellos discográficos que producimos acá y mayormente en Europa y Estados Unidos. Rosario es una de las plazas más importante del país a nivel música electrónica, pero igual es bastante complejo y difícil de todo el tema de la difusión. Y me parece muy interesante que vengan artistas con trayectoria como la que tiene John, por supuesto creo que le hace muy bien la escena musical de la ciudad, más allá de los estilos, que particularmente no es el que yo hago”.
https://twitter.com/DJJohnDigweed/status/1573737556419788800
“Estoy emocionado por tocar dos veces este fin de semana, todo se ve y se escucha increíble”, escribió el propio DJ en su cuenta oficial de twitter, junto a un video en cámara rápida que abarca desde el ingreso a la ciudad, hasta el salón Metropolitano, donde este sábado volverá a tocar con apertura de Martín García. Siempre, con entradas agotadas.