El primer juicio oral por jurados populares que se realizó en la ciudad de Reconquista, en el norte de la provincia de Santa Fe, concluyó con la primera condena a prisión perpetua por un caso de femicidio en la provincia de Santa Fe. El fallo recayó sobre Bruno Luis Martínez, quien fue declarado culpable y condenado a la máxima sanción penal por haber asesinado a la hija _menor de edad_ de quien era su pareja.
El veredicto fue resuelto por unanimidad por el jurado popular, luego de una deliberación secreta que mantuvieron durante dos horas. Una vez que se conoció la decisión, se realizó la denominada audiencia de cesura, en la que la jueza Claudia Bressán determinó la pena de prisión perpetua, tal como lo habían solicitado los fiscales Georgina Díaz y Valentín Hereñú, quienes representaron al Ministerio Público de la Acusación (MPA) en el juicio.
Martínez, de 24 años, recibió la máxima pena prevista en el Código Penal por la autoría del delito de homicidio calificado (por ensañamiento, por alevosía y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género –femicidio).
Cuarto juicio por jurados en la provincia
El debate que concluyó este jueves fue el cuarto de este tipo en la provincia, tras un juicio por jurados que tuvo lugar en los tribunales de San Cristóbal y dos que se desarrollaron en la ciudad de Santa Fe. Al término de la audiencia, los fiscales valoraron “el compromiso con el que los ciudadanos que integraron el jurado asumieron la responsabilidad que implica integrar un jurado popular”.
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Por otra parte, Díaz y Hereñú también subrayaron “la importancia de que el jurado haya decidido condenar al acusado y lo haya hecho por la misma calificación y con las mismas agravantes que solicitamos en nuestros alegatos”.
Cuándo y cómo fue el femicidio
Los funcionarios fiscales precisaron que “el femicidio de la niña fue cometido entre las 8 y las 13 del lunes 8 de enero del año pasado en una vivienda ubicada en el asentamiento oeste del barrio Guadalupe”. Al respecto, explicitaron que “por entonces, la víctima tenía solo tres años”.
“En un contexto de dominación sobre la niña, el condenado la golpeó deliberadamente para provocarle cada vez más dolor”, plantearon Díaz y Hereñú. “Actuó sobre seguro, a sabiendas del estado de indefensión propio de cualquier niña o niño pequeño”, manifestaron.
“De acuerdo con la autopsia realizada, la víctima sufrió un traumatismo de cráneo grave a raíz de los golpes, lo que causó su muerte al día siguiente”, remarcaron.