“Chaparrito” tenía 17 años. Este sábado al alba alguien aún no identificado le disparó en la cabeza frente a uno de los garajes ubicados en Isola y Alice en uno de los laterales del barrio Parque del Mercado. Al lado de su cuerpo quedaron una cuchara con restos de droga, un encendedor roto y un trozo de esponja de metal.
“Le dicen «Chaparrito». Es un rastrero muy conocido en el barrio”, explicó uno de los vecinos de la zona que vieron como cerca de las 8 de la mañana una mujer joven se retorcía a los gritos por el dolor que le provocó darse cuenta de que un pibe que yacía asesinado con un balazo en la cabeza era su sobrino Marcos Jeremías Maldonado, de 17 años.
Chaparrito era las dos caras de una misma moneda. Para los vecinos “una rata”, “un rastrero que nos tenía para el cache a todos”, “un chorito violento, muy verdugo”. “este pibe pasó la mitad de su vida aspirando nafta”, “este pibe estaba en cualquier cosa ya”. Todas definiciones de vecinos de la zona.
Un marco para Marcos
Pero hay otra cara, la de una historia marcada por el destino. Y así lo escribió en el perfil de Facebook “Cultura Tablada” una docente que conoció al pibe desde la tierna infancia: “Cuando Marcos tenia cuatro años hice un escrito pidiendo ayuda porque su vida, ya en esos momentos estaba súper complicada. La titulé a esta narrativa que presenté en Niñez: «Necesito un marco para Marcos». Solo era una simple empleada provincial, una docente. Hoy recibo una foto de un joven asesinado. Una bala puso el «marco para Marcos»”.
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Marcos Jeremías Maldonado, Chaparrito, en los tiempos en que una docente pidió una ayuda para el niño que nunca llegó.
El 7 de enero de 2022 Chaparrito llegó a la pantalla grande, la de uno de los medios grandes de la ciudad. Y salió en vivo mientras Gendarmería lo detenía en 24 de Septiembre y Grandoli. Tenía 15 años y estaba tan maltrecho que le tuvieron que tirar agua para despabilarlo.
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Según la crónica, Chaparrito había intentado llevarse una caja de herramientas de un camión perteneciente a una fábrica de corchos de las inmediaciones y había recibido una dura paliza. “Yo pensé que estaba muerto, cuando lo tocaban no reaccionaba, los gendarmes le tiraron agua para levantarlo”, señaló un vecino.
“Es el famoso «Chaparrito», estamos cansados. Esto es todos los días a la noche, cerca de las 12 empieza a andar por los techos. A mí me entró en el patio, a la señora de la farmacia le robó los cables del aire, a otra señora los caños del agua”, relató una vecina. Otro residente contó que el pibe, arma en mano, lo había “apretado” para robarle un par de zapatillas.
Su bisabuela llegó al lugar y contó que ella estaba a cargo del pibe, ya que su madre estaba internada e imposibilitada de cuidarlo por sus problemas de adicción.
Tres crímenes en 12 cuadras
Un dato para no perder de vista es que los últimos tres asesinatos de este 2024 se registraron en un radio de 12 cuadras en los barrios Villa Manuelita y Parque del Mercado. El 15 de enero el cuerpo de un hombre apareció en un zanjón de Schmild y pasaje Spiro. Estaba en avanzado estado de descomposición. Luego fue identificado como Brian Miguel Leonel Monzón, tenía 30 años y vivía en Mangrullo al 4900. Tenía un disparo en la cabeza y nada se conoce del caso.
Este viernes la policía reportó el hallazgo del cuerpo de una mujer asesinada en una vivienda de pasaje Spiro 314 bis. Era el cuerpo de Ana María Martínez, de 42 años. El preinforme de autopsia estableció que presentaba heridas de arma de fuego. Tenía 42 años, era madre de cuatro hijos y había comenzado una relación con Juan Ramón Flores tras enviudar. Flores fue hallado en baño de la casa gravemente herido. Cuando le realizaron una tomografía en el Clemente Alvarez constataron que tenía alojado un proyectil, aparentemente calibre 22, en la región occipital, arriba de la nuca. Vecinos del barrio contaron a la La Capital que en la casa había alrededor de 2 millones de pesos que podrían haber sido objeto de un robo que terminó en homicidio.
El tercer crimen es el de Chaparrito, quien era oriundo de Villa Manuelita y residía en inmediaciones de Cepeda al 3600, cerca de las escenas de los crímenes mencionados.
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Chaparrito fue ejecutado mientras "pipeaba" a metros del cruce de Isola con Alice frente a los monobloks del Parque del Mercado.
Foto: Celina Mutti Lovera.
A esta serie de asesinatos se le debe sumar que este viernes de madrugada Javier A., de 43 años, fue herido con un balazo en la cabeza en inmediaciones de Grandoli y Presidente Quintana. Según consignó la policía la víctima y un amigo fueron abordados cuando tomaban una cerveza en la calle. Un hombre los abordó y tras robarles 20 mil pesos le disparó en la cara a Javier y huyó. La víctima fue trasladada al hospital Roque Sáenz Peña y por su gravedad de lo derivaron al Heca donde quedó internado en estado reservado.
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Alice al bis es una calle con historia a partir del transitar en los últimos 15 años de diferentes pesados del barrio como René “Brujo” Ungaro, Ariel “Teletubi” Acosta, Alexis Caminos, Ariel “Tuby” Segovia, Los Funes o Sergio Gustavo “Pitu Larva” Suárez, entre otros. De este seleccionado de pesados quien no está muerto está preso.
Según se pudo reconstruir este sábado alrededor de las 7 de la mañana Chaparrito estaba delante del garaje 32, frente al monoblock 3, en Alice e Isola, a unos 450 metros de la plazoleta Rodolfo Walsh donde el 23 de julio de 2022 fueron atacadas a balazos, cuando esperaban un colectivo, Claudia Deldebbio, asistente social, y su hija Virginia Ferreyra, profesora de danzas árabes.
Chaparrito llevaba una remera celeste con un cubo para jugar dados en su pecho, un short azul y una gorra con visera multicolor. A las 7.30 un vecino llamó al 911 alertando que frente al garaje 32 había un cuerpo tirado. Tenía un disparo en la cabeza sobre la oreja derecha. El el lugar quedó una vaina calibre 380. A su alrededor una cuchara con restos de droga, un encendedor roto, un trozo de esponja de metal y una pipa improvisada. Señales de un “pipero”, como se reconoce a los adictos que viven sus días fumando cocaína en pipas de fabricación casera. El pibe parecía dormido al sol, pero estaba muerto.
El fiscal Alejandro Ferlazzo investiga su asesinato. Comisionó a la Policía de Investigaciones para que entrevistara a potenciales testigos y buscara cámaras de videovigilancia, que a simple vista no se visualizaban.