Son tantas y tan importantes, al menos de tanta repercusión, las cosas que suceden en Central que por ahí hasta se puede perder el foco de lo que concierne a la pelota propiamente dicha. Justamente para el canalla esa pelota rodará en la tarde-noche de hoy, en el Gigante, donde quizá no haya un entrenador formalmente anunciado, pero si un técnico de emergencia sentado en el banco de suplentes como lo será Germán Rivarola. Es que Central es esto, un club que vive con las revoluciones a mil, que busca la manera de autodestruirse, que no entiende de momentos de calma, pero que de vez en cuando tiene que parar la pelota y salir a la cancha, donde últimamente se gestan los grandes dolores de cabeza. Desde las 19 el equipo de Pirulo Rivarola recibirá a Godoy Cruz con el firme propósito de enderezar un poco el barco y no permitir que ya en el arranque del torneo el canalla se ancle al fondo de la tabla.
El capítulo de esta semana en Central ya fue bastante más allá de los límites imaginados para un club en ebullición, en medio de un año político, pero sobre todo en un torneo en el que recién se está por jugar la tercera fecha. Es que hace menos de una semana el canalla perdió en cancha de Huracán y la revancha que se juró buscar frente a Godoy Cruz no tendrá a un actor fundamental en esta película: Leandro Somoza.
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Central se entrenó una sola vez con Rivarola como interino y el equipo sale nuevamente a la cancha.
Virginia Benedetto / La Capital
Así de simple todo, así de contundente. Somoza contó con apenas un par de días de trabajo con los poquitos jugadores que tenía a mano y de golpe y porrazo (en realidad no fue tan así porque ya el día anterior el exDT había ventilado su decisión por intermedio de algunos amigos) decidió pegar el portazo. Lo demás es historia reciente, pero súper conocida. Por eso el llamado a Mendoza, a Pirulo Rivarola (hoy debía dirigir la reserva), para ponerlo primero en cuadro de situación y automáticamente para informarle que no debía dirigir la reserva, sino que tenía que pegarse rápidamente la vuelta a Rosario para comandar la práctica del miércoles. A los pocos minutos de esas primeras charlas un integrante de la comisión directiva le comunicó que ya tenía los pasajes sacados y que fuera al aeropuerto para volar ese mismo día a Rosario.
Y así, en una única práctica con el primer equipo (tras la salida del Kily dirigió un par de días los entrenamientos), Rivarola tuvo que parar un equipo, definir los once, armar la lista de concentrados y, en la medida de lo posible, intentar bajar una idea futbolística a un equipo que en cancha de Huracán demostró que la verdadera solución no es ajustar un par de tuercas, sino que el replanteo debe ser mucho más profundo.
Es inversamente proporcional a la lógica pensar que Rivarola puede cambiar las cosas en un puñado de horas, pero no es tarde para creer que se puede mejorar. Es más, teniendo en cuenta lo malo que fue lo del pasado viernes en el Ducó, con muy poquito alcanzará para dar un pasito al frente, sin caer por supuesto en el amparo o la sentencia del resultado.
Imposible obviar lo que será el entorno. Y no se trata de echar un tronco más al fuego, sino de mensurar la situación. Porque sería utópico pensar que esta tarde-noche habrá un Gigante de espíritu meramente contemplativo que empujará durante los 90 minutos y, si se acuerda, formulará algún que otro reproche. Lo que se espera es un ambiente pesado donde, como suele decirse, el horno no estará para bollos.
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El último partido de Central fue para el olvido, en la derrota frente a Huracán.
Marcelo Bustamante / La Capital
Somoza, con todos los problemas que tenía para armar el equipo y con algún que otro capricho en medio (en los dos partidos que dirigió en este torneo optó por no completar el banco de suplentes) había empezado a caminar por la cornisa tras la derrota ante Huracán y ya se rumoreaba que ni siquiera un empate ante Godoy Cruz lo salvaba. Quizá eso también haya influido en su decisión de dar un paso al costado. Pero lo cierto es que a 48 horas del partido el escenario cambió, hubo un técnico que dejó el cargo y otro, de manera interina, que debió asumir el compromiso.
Así vive Central el presente, a los saltos, agravando la convulsión y poniendo parches en momentos y lugares donde los parches no son la solución. Pero Somoza ya no está y lo que hay es una búsqueda denodada de un nuevo entrenador. En el mientras tanto, un partido que se las trae.
Esta vez con banco completo
Esta vez Central completará el banco. Además de los once titulares, Pirulo Rivarola convocó a: Juan Pablo Romero, Kevin Silva, Fernando Torrent, Nazareno Romero, Mateo Tanlongo, Gino Infantino, Facundo Buonanotte, Tomás O’Connor, Leandro Iglesias, Fabricio Oviedo y Franco Frías.