La Fiscalía española solicitó ayer penas de hasta 25 años de prisión para los líderes independentistas catalanes que deben ser juzgados por el intento de secesión, confirmando su acusación por rebelión. El juicio debe empezar a principios del 2019, más de un año después de que los catalanes intentaron separarse de España, en octubre de 2017, organizando un referéndum ilegal de autodeterminación y proclamando infructuosamente una república independiente. En él no estará Carles Puigdemont, el entonces presidente del gobierno regional, que se exilió en Bélgica y quedó fuera de la causa porque la Justicia española no juzga en ausencia. En sus conclusiones preliminares, la Fiscalía solicita entre siete y 25 años de cárcel para 12 dirigentes independentistas acusados de rebelión, malversación o desobediencia grave. Según este escrito, el gobierno y el Parlamento catalanes, en colaboración con las asociaciones independentistas, desplegaron un "plan orquestado" para "declarar la independencia de esa parte del territorio nacional y obligar al Estado a aceptar la separación del referido territorio". Al frente de la rebelión, la Fiscalía señala al ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras, encarcelado hace justo un año, para quien reclama 25 años de cárcel.