Con la clausura de una chatarrería ilegal y el secuestro de 160 kilos de cobre, tras un operativo realizado ayer en conjunto con agentes de la policía de Rosario y representantes el Ministerio Público de la Acusación (MPA), en bulevar Seguí al 3300, la Secretaría de Control municipal ya lleva 20 clausuras de negocios de este tipo en las últimas dos semanas, por poseer cobre de procedencia dudosa. Tres de las mismas reincidieron en el delito y quedaron sujetas a denuncias de carácter penal por violación de clausuras.
Tras la inspección de ayer dos personas, identificadas como Juan Pablo C., de 33 años, y Diego Francisco M., de 20, quedaron demoradas, sospechadas de comprar esos elementos en el mercado ilegal.
A raíz de la gran cantidad de denuncias trasladadas anónimamente por vecinos de toda la ciudad, las autoridades pusieron el foco sobre esta angustiante problemática que creció exponencialmente en los últimos meses. Por eso, hubo reuniones con representantes de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Aguas Santafesinas (Assa) y Litoral Gas por el recurrente robo de materiales. De esos encuentros surgieron estrategias y puntos de partida para establecer búsquedas dirigidas y así poder dar con establecimientos que participan de este circuito ilegal.
Sobre el operativo de ayer, la secretaria de Control, Carolina Labayru, comentó que “el comercio tiene habilitación pero no para el rubro que venía realizando, puesto que posee material dudoso como cobre, cables desenvainados que habían sido quemados y, dada la gran cantidad, quedaron demoradas dos personas a partir de la orden de Fiscalía, mientras nosotros vamos a clausurar el lugar”.
“Nos estamos moviendo por todos los distritos de la ciudad y vemos que de las chatarrerías que clausuramos, ninguna contaba con la habilitación correspondiente”, resaltó Labayru.
En la chatarrería allanada ayer, el kilo de cobre se ofrecía a 1.000 pesos el kilo, 600 pesos el de bronce, 170 pesos el de plomo, y 100 pesos el de aluminio.
Según Labayru, el comercio inspeccionado poseía habilitación como rubro de restauración pero no de compra y venta, vulgarmente conocido como chatarrería. Por esa razón fue clausurado, mientras la policía demoró a dos mayores por orden de el fiscal de Flagrancia, Fernando Sosa, quien ordenó que los sospechosos queden detenidos e incomunicados.
En toda la ciudad
De acuerdo a la información que pudo recabar La Capital, de las 19 chatarrerías clausuradas anteriormente en las últimas semanas, hubo tres (Candia al 3200, Biedma al 3100 y Madre Cabrini al 2000) que violaron la clausura y quedaron sujetas a denuncias penales.
En estos operativos clausuraron 6 negocios del distrito sur: Ayolas al 200 bis, Garibaldi al 2100, Pavón al 4800, Santa Rosa de Lima al 200, Blandengues al 900, y Medici al 4700.
Otros 6 negocios del distrito norte: Sorrento al 1200, Sabio al 1000, Battle al 4500, Sabin al 1400, Sabin al 1300, y Candia al 3200.
Del distrito oeste hubo 4: Garay al 6500, Juan Pablo II al 3000, Provincias Unidas al 3900, y Gaucho Rivero al 5100. Y 3 del distrito sudoeste: Biedma al 3100, Madre Cabrini al 2000, y Balcarce al 5700.