¿Celular sí o no en las escuelas? Pese a que está en vigencia la ley 12.686 que establece la prohibición del uso de aparatos de telefonía celular o equipos similares para docentes, no docentes y alumnos durante los horarios de dictado de clases en la secundaria, el avance de la tecnología dejó a la norma en "letra muerta". Así lo consideraron desde el Ministerio de Educación santafesino, que definió un criterio de uso: "Fines pedagógicos o académicos, acordes a cada ámbito escolar y bajo la supervisión de los adultos". Una instrucción más flexible que permite incorporar los celulares en clase, pero prohibirlos en los recreos para promover las relaciones interpersonales entre los alumnos.
Después de que se dieron de baja cientos de páginas de apuestas online que hacían caer el wifi en algunos colegios por la saturación de apuestas de los alumnos; el celular empezó un camino de reorientación. El ministro de Educación santafesino, José Goity, aclaró que cada escuela es un espacio normado, reglado con restricciones y prohibiciones; en los colegios se comenzaron a aplicar criterios para "que el celular sea usado con fines pedagógicos y académicos".
Celulares regulados
"Claramente la utilización está prohibida en el nivel primario, y en la secundaria se permite cuando la circunstancia lo amerita. No está prohibido, sino reglamentado y se pueden habilitar en caso de emergencia o si lo autoriza un docente o un preceptor bajo las condiciones que imponga un adulto y con la idea de darle el mejor uso cuando corresponde y restringirlo cuando el criterio no contribuye al espacio de aprendizaje", señaló Goity.
Por su parte, la subsecretaria de Educación Secundaria, Mariela Bosio, amplió los alcances y brindó detalles a La Capital. "Acompañamos todos los acuerdos que hay en cada institución, por ejemplo hay materias en la secundaria donde se usan los celulares. También se usan las apps como la del Boleto Educativo (BE), en programas de diseño y dibujo técnico, en inclusión para personas con discapacidad y hasta con extranjeros que se manejan con otros idiomas en el ámbito áulico. Pero siempre el uso es pedagógico y académico con el control y supervisión docente y con adultos", ahondó Bosio.
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Letra muerta
Justamente uno de los temas que transforma la ley del 2006 en "letra muerta" es su imposibilidad a la hora del acatamiento. "¿Cómo se hace para controlar con el personal existente a tantos alumnos durante siete horas?", se preguntó la funcionaria para citar dos ejemplos antagónicos en el uso del celular. "En una escuela rural, que hay diez alumnos en toda la institución, muchas veces se suben a un molino para captar señal y hablar con su parientes. Pero en una escuela de Rosario con muchos cursos, es necesario prohibirlos en los recreos para promover las relaciones interpersonales entre los alumnos", dijo al situar cada contexto en particular.
También hubo una apelación a los padres y el ámbito doméstico. "Los padres tienen que tomar conciencia que desde un celular se puede hacer bullying, jugar dinero en apuestas, y viralizar videos o fotos que puedan perjudicar a otro compañero o compañera", advirtió.
Una de las herramientas que se trabajan desde el ministerio con las escuelas son los "acuerdos, pactos entre los jóvenes y los docentes a partir de escuchar sus demandas y negociar pautas de uso. Y en un clima en donde si las propuestas de contenidos y en clase son interesantes seguramente el interés va a estar puesto allí y no en la pantalla de un celu. La idea es construir en conjunto con los chicos acuerdos y regímenes de convivencia dentro de las instituciones escolares. Si hay reglas y se respetan, se atenúan los conflictos", subrayó Bosio.
Para redondear el concepto, la subsecretaria sumó: “El Ministerio de Educación no prohíbe taxativamente el uso de celulares en las escuelas, pero sí lo está regulando. En 2020, con la pandemia del Coronavirus y las medidas de aislamiento obligatorio, los celulares y las computadoras fueron lo único que nos permitieron seguir dando clases y seguir en contacto con los estudiantes y las familias”.
Involucrar a los padres
“Es importante debatir, pensar y poner sobre la mesa los temas. Y repensarlos, porque a partir de informes de diferentes países, es un tema que tenemos que pensar todos los días para acordar la forma de seguir”, continuó.
La subsecretaria de Educación Secundaria de Santa Fe sostuvo que “la idea no es limitar la enseñanza porque esté prohibido el uso del celular, sino enseñarles a los estudiantes, que en pocos meses o en pocos años van a estar en el mundo laboral, a usar el celular como una herramienta y enseñarles también las consecuencias que puede traer un mal uso del celular, las redes y las comunicaciones en general. Hay que insistir con la responsabilidad consensuada y que la normativa sirva para mediar cuando no se cumplen esos consensos, pero no prohibir desde un lugar unilateral”.
Sobre la instancia de aprendizaje, Bosio habló del "momento mágico" que se da en las aulas en la secundaria donde los adolescentes tienen a disposición un adulto que esté enseñando, "porque después en la vida no siempre se podrá tener a alguien que esté atento a lo que estamos necesitando aprender".