"Es la primera vez que voy a Rosario y eso me pone súper contento. Va a ser un show al palo, vamos a ir con todo", destacó Louta a La Capital antes de su llegada.
Por Luciana Boglioli
"Es la primera vez que voy a Rosario y eso me pone súper contento. Va a ser un show al palo, vamos a ir con todo", destacó Louta a La Capital antes de su llegada.
Sobre el show, Louta adelantó que oscilará entre lo performático y lo musical, con escenografía incluida. "Montamos un living en el escenario, hay una pelota gigante entre la gente y una corista. Hacemos varias locuras".
Este millennial decide todo por sí mismo: "Aunque también me ayudan", aclara. Y asume que su padre, Diqui James, fundador de las compañías teatrales Fuerza Bruta y De La Guarda y su madre, la directora y bailarina Ana Frenkel, influyeron naturalmente en la decisión de ser artista. "Siempre estuve ahí, viendo todo lo que hacía". ¿Te considerás un millennial rebelde que hace sin considerar la respuesta del público? "Es ridículo pensar por fuera de la respuesta de público. Una cosa es sentir la presencia del otro y otra cosa es subestimar al público y pensar que uno sabe lo que la gente quiere escuchar", reflexiona Louta.
El joven no se considera un artista de fórmulas, ya que sus canciones son eclécticas, excéntricas, heterogéneas y no persiguen un fin radial. Al menos por ahora. "Cuando escuchás el disco te das cuenta que no soy de fórmulas. Igual, está todo bien con las fórmulas. Lo más importante es que pongas tu corazón".
El impulso creativo surgió de atravesar una depresión adolescente severa, por la que decidió recluirse en el budismo de la Soka Gakkai. "Estaba "para atriqui" y empecé a practicar budismo, que me permitió potenciar mi máximo potencial, pude extraer la sabiduría y la fortaleza y así, con ayuda de mi vínculo con mi maestro budista Daisaku Ikeda, afronté el problema y gané. La victoria es sobre el propio corazón, sobre la propia debilidad. Todo el tiempo tenemos a alguien adentro que nos dice que no vamos a poder".
Sus influencias oscilan entre Gorillaz, Fatboy Slim, Caetano Veloso y Carlos Gardel, y su futuro no conoce de límites: "Voy a sacar otro disco y hacer un show 10 veces mejor que el de ahora", sentenció.