No es novedad que un pianista rosarino y un guitarrista porteño se junten a tocar. Lo extraño es que la zapada haya sido en Japón y que de ahí surja un proyecto artístico que a priori invita a parar la oreja.
Por Pedro Squillaci
La foto del primer encuentro. Pablo Juárez y Quique Sinesi, en el show de Tokio donde se conocieron.
No es novedad que un pianista rosarino y un guitarrista porteño se junten a tocar. Lo extraño es que la zapada haya sido en Japón y que de ahí surja un proyecto artístico que a priori invita a parar la oreja.
Pablo Juárez en el piano y Quique Sinesi en la guitarra presentan este viernes “Encuentro Oriente” en Rosario. La cita es en Paraphernalia (Rioja1070, capacidad limitada) y será en dos funciones: a las 20.30 y a las 22.30.
“Estamos en la búsqueda constante”, le dijo Juárez a La Capital, demostrando una satisfacción enorme por este nuevo dúo con el ex integrante de Raíces y Madre Atómica, y pieza fundamental en el grupo de Dino Saluzzi.
“Los dos tenemos algo en común y es que no podemos definir un estilo. Venimos de la raíz folclórica, pero usamos el jazz como herramienta de la improvisación y de la música sudamericana en general. Es una línea que nos une, estamos en la búsqueda constante y es un nuevo decir desde un territorio que es Sudamérica, eso nos juntó en Japón”, relató el pianista, que tiene editados cuatro discos, de los cuales uno es, justamente, en Japón.
Su inquietud musical lo llevó a abordar diferentes géneros populares, donde además del folclore y el jazz también confluyó el tango, en el amplio marco de lo que se suele llamar música ciudadana. “Yo estaba de gira por Japón y Quique se acercó a mi concierto, así que lo invité a tocar. Después en Buenos Aires ocurrió lo mismo, la cosa se puso más fuerte y ahora ya funcionamos como dúo y proyecto”, detalló el pianista.
En el espectáculo “Encuentro Oriente” tocarán material de sus respectivos discos y también nuevas composiciones, que incluye sonoridades de la música sudamericana, clásica y contemporánea.
“Está fuerte la impronta de la rítmica de Sudamérica, entonces en ambos existe una confluencia de estilos que nos da como resultado un punto común. Es ahí donde nosotros nos podemos comunicar, improvisamos, jugamos con melodías y también jugamos con las composiciones nuestras”, agregó el rosarino que grabó con figuras de la talla de Silvio Rodríguez, Jorge Fandermole y Franco Luciani.
“Quique fue un referente y lo sigue siendo para mí. Desde muy chico lo escucho, así que cuando lo vi en mi último concierto en Tokio, y al darme cuenta que él venía a escucharme fue emocionante. Por ahora no hay un proyecto de disco, pero sí unas ganas inmensas de seguir encontrándonos y haciendo música. Entonces puede ser que haya en algún momento la posibilidad de grabar algo juntos”, agregó Juárez.
Siendo uno de esta ciudad y el otro artista de Buenos Aires, se necesitaba un plus para comunicar esa sensibilidad a gente de otras latitudes y otras culturas. Y Pablo Juárez lo definió tan bien que se podría decir que dio en la tecla: “Los dos tenemos el sentido de pertenencia sudamericana”. Música y pertenencia, buena junta para que las armonías y las melodías sigan de viaje por aquí y más allá.
Por Carina Bazzoni