El Festival de Cine de Mar del Plata tuvo el sábado una inusual ceremonia de inauguración en la que el secretario de Cultura argentino, Pablo Avelluto, recibió abucheos mientras que figuras como la actriz Mercedes Morán y la directora Ana Katz expresaron preocupación por la situación del cine.
"Qué bueno que chiflen porque quería hablar exactamente de eso, pero para eso nos tenemos que escuchar", apuntó el secretario, que hasta hace poco ostentaba el cargo de ministro de la Nación, tras subir el escenario del Teatro Auditorium, en medio de una fuerte catarata de silbidos inédita en los 33 años de historia del festival, que se celebra 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Avelluto tuvo serias dificultades para concretar su breve discurso de unos tres minutos y que se da en el marco del fuerte enfrentamiento entre el Gobierno de centroderecha del presidente Mauricio Macri y sectores de la industria cinematográfica y audiovisual argentina.
Colectivos de productores, directores y actores denuncian subejecución presupuestaria y recortes por parte del estatal Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), que también financia el festival.
"¿Se acuerdan cuando vivíamos en una sociedad democrática y nos escuchábamos los unos a los otros?", afirmó Avelluto sin perder la calma tras ser interrumpido varias veces por gritos como "Qué hipocresía!" o "Está mintiendo!".
Mientras tanto, el funcionario intentaba destacar lo que consideró logros de la actual gestión como un "récord de rodajes" en el país o "la cantidad de juicios y denuncias que se han presentado en la oficina anticorrupción con relación a la política del sector en los últimos tiempos", en referencia al anterior gobierno kirchnerista.
"Quiero que todos tengamos en claro que por encima de cualquier grieta, por encima de cualquier punto de discrepancia, todos, pensemos como pensemos, queremos que nuestro cine siga creciendo", señaló el secretario de Cultura Avelluto.
Por su parte, la actriz argentina Mercedes Morán, que recibió un premio Astor a la trayectoria y protagoniza "Sueño Florianópolis", la película de la argentina Ana Katz que abrió el festival, apuntó, en medio de fuertes aplausos: "Estuve muy preocupada personalmente todo el año temiendo que los enormes recortes presupuestarios en la cultura impidieran la realización de este reconocidísimo festival".
Katz, en tanto, quien subió al escenario con gran parte del equipo de su película, pidió al Incaa que recuerde que, además de tener como función promover por la inserción de las películas en el mercado, "tiene un objetivo esencial que es dar espacio a películas que tengan una mirada personal, a películas que se hagan preguntas, a las óperas primas, para que nazcan y de a muchas, a las películas que experimenten y busquen la libertad".
En medio de fuertes aplausos, concluyó: "Porque de esas películas y no sólo de las que obtienen el deseado éxito de taquilla también se construye nuestra identidad cinematográfica".
Hace pocos meses, a fines de septiembre, el director argentino Benjamín Naishtat también había aprovechado la plataforma que supone un festival de cine para denunciar la política cultural del actual gobierno nacional al alzar la Concha de Oro como mejor director por "Rojo" en San Sebastián.
"Ni voy a entrar a hablar de lo que están haciendo los improvisados que manejan la política pública en cine, pero desde acá quería decirle a esa gente que la cultura dignifica, es parte de la dignidad de un pueblo, y la dignidad no se negocia", dijo en ese entonces.
Debido a la crisis, el Festival de Cine de Mar del Plata tuvo que reducir su duración de los 11 días previstos a ocho.
Y es que muchos de los costos del certamen son en dólares, como los pasajes de invitados internacionales o las tasas que deben pagarse por la exhibición de las películas, lo cual representa un problema en medio de la fuerte devaluación que sufrió este año la moneda argentina.
morán alzó la voz. La actriz premiada, con pañuelo verde, criticó los recortes de Cultura en el cine.