Central Córdoba, el equipo sensación de la Copa Argentina, quedó afuera del certamen luego de perder por 2 a 1 ante Independiente Rivadavia con un gol agónico conseguido en el noveno minuto adicionado por el árbitro Pablo Echavarría. Los mendocinos se clasificaron a los cuartos de final del torneo.
A los charrúas les quedó un sabor amargo tras el partido, no solo por la derrota y la eliminación, sino sobre todo por la manera en que se dio: el gol del equipo mendocino llegó sobre la expiración del tiempo adicionado por el árbitro, que dio nada menos que nueve minutos.
Central Córdoba se había puesto en ventaja a través de un gol de Facundo Marín, pero Independiente Rivadavia lo igualó y a los 45 minutos del segundo tiempo parecía que el partido se encaminaba a una definición por penales.
Cuando se jugaban siete minutos del tiempo agregado por Echavarría, el propio Marín cometió una falta desde atrás. El jugador charrúa vio la roja y del tiro libre llegó el gol de Independiente, cuando el partido se moría. En Central Córdoba nadie entendió por qué el árbitro había hecho jugar nueve minutos más de los 45 reglamentarios.
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Qué dijo Daniel Vila sobre el partido
Después del partido, el presidente del equipo conducido por Alfredo Jesús Berti, Daniel Vila, se mostró feliz por la clasificación y destacó que el logro se alcanzó con esfuerzo".
"Estoy muy contento porque lo hicimos como lo hace Independiente, siempre peleando y peleando. Pero esa perseverancia hoy dio resultado y logramos el gol, aunque sea agónico, pero lo logramos", dijo Vila.
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Y luego, acaso sin proponérselo, le regaló un elogio a Central Córdoba, un equipo de la cuarta división del fútbol argentino que ya había eliminado a Sarmiento y Gimnasia y estuvo a punto de forzar una definición por penales contra otro equipo de esa categoría. "Independiente Rivadavia era el que tenía la obligación de ganar, pero el rival hizo bien su trabajo", dijo. Y remató, contundente: "Bueno, la suerte nos ayudó en el último minuto".