Y el tren paró en Serodino. Después de 33 años en la estación había pasajeros esperando por subir y emprender el viaje en el histórico Estrella de Norte (hoy El Tucumano), esta vez la opción elegida fue rumbo a Rosario, pero el destino final del viaje es la porteña estación Retiro. Y hubo celebración, la gente recibió con aplausos al tren y la emoción se apoderó de todos. A las 11.15 el andén de la estación sintió las vibraciones de la máquina con sus vagones y el punto más alto fue cuando los 33 pasajeros que habían sacado su boleto hacia Rosario empezaron a subir al coche 503, al que Trenes Argentinos había reservado para ellos, como también para los impulsores de este regreso.
“Es un día histórico. Hoy la estación brilla y seguirá brillando”, dijo durante la ceremonia previa a la llegada Heber Villarreal, el abanderado de este regreso del tren como medio de transporte para los vecinos de Serodino.
Claro, también fue un momento especial para el presidente comunal de esta localidad, Juan Pío Drovetta, quien acompañó en todo momento este sueño concretado.
Ellos subieron al tren y llegaron hasta Rosario, donde bajaron junto al resto de los pasajeros que habían sacado sus boletos (a 30 pesos en primera y 35 pesos en pullman) para disfrutar del viaje, hacer un paseíto o trámites, y esperar la vuelta de El Tucumano, que salió de Retiro a las 12.50, los cargó en Rosario a las 19.15 y los devolvió a Serodino a las 20.33, antes de seguir camino a Tucumán.
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El tren volvió a tener parada en Serodino, luego de 33 años.
“A mí me esperaban en Rosario y volví en auto. Lo más importante fue sentir el viaje y la sensación de desafío cumplido”, contó Drovetta a La Capital, dando detalles del viaje: “Subimos también con un guitarrista para amenizar parte del viaje y con los presidentes de comunas vecinas. Por ejemplo, los de Andino (José Abraham) y Aldao (Claudia Maceratesi), quienes bajaron en sus localidades para que la gente también recibiera al tren y empezara a soñar con una parada en sus estaciones”.
También se hizo presente el presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci; lo mismo que la diputada nacional Vanesa Massetani (nacida en Casilda) y Diego Giuliano, en su carácter de subdirector de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
Fue un día que quedará en la historia de Serodino y sus 5.000 habitantes, como aquel 15 de noviembre de 1886 que se inauguró la estación. Pero este martes 5 de mayo también será recordado por las localidades vecinas de Clarke (o Carrizales, como le guste decir, con sus 1.300 pobladores), Díaz (2.000), Bernardo de Irigoyen (1.766) y la ciudad de Gálvez (22.000). Pero también que pare el tren es una gran alternativa de viaje para otras poblaciones de la zona, como Aldao (720 habitantes), Andino (7.500) y Casalengo (137). Es que todas pueden soñar en sumarse.
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Lo mismo para San Lorenzo, Rosario, Alvear, General Lagos, Fighiera, Arroyo Seco, Pavón y Villa Constitución, que son por las que pasa el tren rumbo al sur santafesino. Y para las del centro oeste de la provincia como Santa Clara, Sá Pereyra, Aurelia, Rafaela, Sunchales, Tacural, Palacios, Las Palmeras, Monigotes, Curupaity, Arrufó, La Rubia, Hersilia y Ceres, que es la última parada provincial antes de seguir caminos santiagueños rumbo a Tucumán.
Por ahora serán dos paradas por semana, pero “la apuesta es que esto contagie y que entre todos los pueblos que tenemos una estación de trenes podamos recuperar los servicios diarios que tanta falta hacen”, se esperanzó el jefe comunal de Serodino antes de ver concretado el sueño. Y el desafío mayor es “tener el tren de cercanía diario”. Y por qué no, si con trabajo y dedicación lograron este primer paso, de la misma manera podrá darse otro.
