Unos 890 profesionales de la salud de toda la provincia participarán el próximo 28 de junio del examen único nacional para cubrir residencias en 25 especialidades médicas y formación en bioquímica, enfermería, licenciaturas en trabajo social, psicología y terapia ocupacional. El número es sensiblemente menor al de hace cinco o diez años, cuando sólo los médicos habilitados para rendir superaban los mil. La disminución de aspirantes se siente particularmente en algunas áreas sensibles, como medicina general o pediatría, donde apenas se cubren las plazas disponibles.
El pasado 24 de mayo concluyó la segunda etapa de la inscripción al examen nacional que permitirá a los profesionales de la salud elegir una especialidad y un centro de salud donde formarse. Desde el Ministerio de Salud de la provincia se ofrecen unas 220 plazas para médicos y otros 40 espacios de formación para otros profesionales de bioquímica, enfermería o psicología. Sumando la demanda de los sistemas de salud municipales o privados, en total hay 570 cupos de formación. Además se ofrecen 47 plazas para residentes becarios de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
El sistema de residencias médicas es la mejor manera de formarse en una especialidad porque se da en los lugares de trabajo, donde docentes y alumnos abordan las situaciones que surgen en la atención de un paciente. Para acceder a esta formación, los profesionales con menos de cinco años de graduación deben superar un examen único, una prueba de selección múltiple, que se toma el mismo día en todo el país. Con el puntaje de la evaluación, más el promedio de la carrera y antecedentes académicos, se establece un orden de mérito para que los aspirantes puedan elegir los centros de salud donde cursar la especialidad.
Pero, además, las residencias tienen un atractivo adicional. A diferencia de otro tipo de formación de posgrado, son pagas. Desde el Ministerio de Salud provincial se destaca que Santa Fe es una de las provincias del país que garantiza mejores ingresos mensuales. Por decreto, los residentes de salud cobran una vez y media la remuneración de un profesional que ingresa a la administración pública, entre 350 y 400 mil pesos mensuales, con cobertura social y vacaciones, para una carga horaria de 44 horas semanales y 8 guardias mensuales de 12 horas.
Vacantes y aspirantes
Este año participarán del examen unificado 895 profesionales de la salud, de los cuales 770 son graduados de ciencias médicas. El número es superior al del año pasado, pero está un 10 por ciento por debajo de los promedios de los últimos cinco años, cuando los inscriptos superaban los mil. También cambió el perfil de los aspirantes: actualmente siete de cada diez aspirantes a ingresar a una especialidad son mujeres.
"El año pasado el número de personas que rindieron el examen de residencias fue similar, unas 850, pero si llevamos la comparación cinco o seis años más allá siempre había más de mil inscriptos. Esto no difiere de la disminución que se ve en el número de médicos egresados y matriculados. Por ejemplo, en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), de marzo a marzo, se recibieron apenas 163 médicos; mientras que en la ciudad las plazas para residencia médica que se ofrecen son más de 200", explica el subsecretario de Planificación y Fortalecimiento Institucional del Ministerio de Salud, Leandro Constantini.
La falta de ingresantes al sistema de especialidades médicas no es sólo un problema del sistema sanitario de la provincia. "Es un tema de preocupación a nivel nacional e incluso pasa también en países europeos. En España también faltan pediatras", señala el médico y afirma que la situación debe ser abordada por todos los actores del sistema de salud para fortalecer el sistema de residencias en forma articulada, desde la formación de grado hasta el posgrado.
El tiempo que lleva esta formación, de tres a cuatro años, y las malas condiciones laborales de los residentes (tal como se expresó en varias manifestaciones que se realizaron a fines del año pasado en la ciudad) son factores que aparecen con frecuencia cuando se analiza por qué los profesionales de salud más jóvenes no optan por este sistema de formación.
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Pero para el funcionario se trata también de "cuestiones más globales" en relación al ejercicio de la medicina, las expectativas de los estudiantes y las necesidades de una sociedad. "Estamos trabajando para fortalecer el sistema de residencias, regionalizando las vacantes de especialidades, priorizando algunas área e incorporando la posibilidad de especialización en otras profesiones como salud mental o enfermería", señala.
La más demandadas
Lo cierto es que el año pasado hubo cargos que no pudieron cubrirse porque faltaron interesados. Para la formación de pediatría, por ejemplo, en Rosario hubo 18 puestos que quedaron vacantes.
Entre los graduados que se anotaron este año la especialidad de clínica médica fue la más elegida, ya que es un requisito para acceder a otras especialidades. En orden de intenciones, después apareció anestesia, cardiología, cirugía general y pediatría quedó en el quinto lugar.
Las especialidades con más vacantes no coindicen con las más escogidas. Medicina general tuvo este año un descenso importante en intención de postulantes: hay más de 40 plazas y se presentaron 25 médicos. Pediatría este año tuvo más anotados que en 2022, aun así apenas se alcanzan a cubrir todas las plazas de formación.
En cambio, en anestesia se ofrecen 16 plazas de formación y los aspirantes son 60. La misma relación que exhiben otras especialidades como cardiología o traumatología.
Más allá del detalle, Constantini reconoce que existe una preocupación hacia dentro del sistema de salud por la falta de médicos que realicen especialidades ya que "más allá de que la matricula permite a los médicos ejercer, la verdadera capacitación en competencias médicas se termina haciendo a través de las residencias", señala. Es un tema, continúa, que se discute en todos los encuentros que se realizan desde el Ministerio de Salud de la Nación, con funcionarios provinciales, con universidades o con sociedades científicas.
"Hace diez o quince años, los médicos nos peleábamos por una plaza de formación, hoy esa intención es más selectiva o las motivaciones y expectativas de los graduados son otras", apunta.
Según pasan los años
En el Colegio de Médicos de Rosario muestran un gráfico de barras que le pone números a las palabras. La ilustración reúne los datos de los últimos quince años: en una columna vertical están los inscriptos a los exámenes de espacialidades; en la otra los cargos ofrecidos. En 2010 había 4,6 aspirantes por cada lugar de formación, cinco años después había sólo dos profesionales por espacio.
Desde entonces, el número se sostuvo más o menos igual hasta el año pasado cuando la proporción volvió a ser cuatro a uno. Eso sí: los puestos ofrecidos se redujeron, hasta 2020 estuvieron siempre por encima de los 200. En 2021 fueron 189 y en 2022 hubo 141.
Para la presidenta del colegio profesional, Angela Prigione, hay una multiplicidad de motivos por los cuales los matriculados ya no encuentran tan atractivas las residencias. "Es multicausal", asegura y entre esos factores desgrana "los muchos años de capacitación y la baja retribución económica, la violencia existente en los lugares de trabajo, la ausencia de recursos y la falta de valoración profesional". En base a este diagnóstico, desde la institución buscan aportar propuestas para mejorar las condiciones de formación en especialidades.
El examen unificado para cubrir residencias médicas básicas se realizará de forma presencial el miércoles 28 de junio de 2023 en el predio ferial del parque Independencia (ex sociedad Rural) en el caso de Rosario y en el edificio de La Redonda en la capital provincial.
Mientras que a los aspirantes a residencias posbásicas y a las licenciaturas en terapia ocupacional, psicología y trabajo social se les realizará un examen en modalidad online dos días después.