Cumplir años es sinónimo de saludos, festejos, regalos. Es ese día específico, particular y único. Pero, ¿qué pasa si ese día solo aparece cada cuatro años? Nacer un 29 de febrero es algo extraño, atípico. El festejo se pasa un día antes o uno después o quizás dura varios días. Esa fecha especial no es única, sino que va mutando, cambia. Como el mundial, sólo pasa cada cuatro años.
Según los datos oficiales desde el 2020 el nacieron, en Rosario, 42 niños el 29 de febrero. "Esto te da un promedio de que en los últimos veinte años en Rosario nacieron 200 personas durante esta fecha", dijo el director provincial del Registro Civil, Sergio Duarte. Quizás son pocos pero después de un rato, todos conocen a alguien.
“Yo los festejo el primero de marzo y mi edad la cuento normal, como si cumpliera todos los años”, relató Tobías a La Capital. No se acuerda cómo fue que su familia le contó sobre su particularidad pero sí que cuando se lo contaba a otras personas “lo toman como algo raro, sobre todo los más chicos”. Y agregó entre risas: “En el registro me anotaron el mismo día, de hecho el parto fue programado. Buen médico el mío, ¡podría haber esperado unas horitas mas!”.
Por su parte, Andrés, lo festeja el 28 porque él “es de febrero” y su cumpleaños, entonces, debe hacerse en ese mes. De esta manera, Andrés le hace frente al mito popular que considera que festejar un día antes, trae mala suerte. “Le digo a la gente que estaría cumpliendo 13 años para que hagan la cuenta”, dijo a este diario.
>>Leer más: Año bisiesto: por qué sucede y qué pasa con las personas que nacen el 29 de febrero
Su madre pensó que sería algo complicado, que los chicos en la escuela se burlarían porque su hijo cumplía los años bisiestos. Pero no sucedió eso y con el tiempo fue tomando características particulares: “A lo largo del tiempo, con mis amigos siempre hablamos de que el 29 de febrero cae cada 4 años. Cuando no cae vienen a saludarme pero mucho más no hacemos, es como una conmemoración. Los 29 de febrero, es decir, cada 4 años, tiramos la casa por la ventana y armamos una fiesta grande para festejar entre amigos y familiares”.
Por su parte, Pablo hoy cumple 36 años. “Cuando era chico mi mamá me explicó que tengo dos días para festejar mi cumpleaños, el 28 y el 1 de marzo, salvo cuando hay 29 de febrero, ahí sólo podía festejar un día”, cuenta. Anotado el 29, igual que Andrés y Tobías, Pablo prefería los años que no eran bisiesto y que su cumpleaños empezaba el 28 y terminaba el primer día del siguiente mes. Ahora, sin embargo, “es más plomo” porque organizar un cumpleaños puede ser tedioso y si dura dos días, mucho más.