El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó un imagen generada con inteligencia artificial (IA) en la que aparece vestido como papa. El posteo fue subido luego de que el presidente norteamericano dijera que le gustaría ser el nuevo pontífice católico, apenas días antes del cónclave que elegirá el sucesor de Francisco.
A principios de esta semana, el líder republicano bromeó sobre la elección del próximo papa, una minoría religiosa en Estados Unidos. “Me gustaría ser papa. Sería mi primera opción”, declaró cuando los periodistas le preguntaron por sus preferencias sobre el heredero del sumo pontífice argentino, que murió el lunes 21 de abril a los 88 años.
La foto a color difundida por Trump en su red Truth Social y su cuenta de Instagram lo muestra sentado con aire solemne en un sillón, vestido con la sotana blanca, coronado con la mitra y luciendo la imponente cruz de oro. Tiene la mano izquierda apoyada en el muslo y el índice derecho levantado hacia el cielo.
El Papa Francisco y los Estados Unidos
Horas antes de su muerte, el Papa Francisco recibió brevemente al vicepresidente estadounidense, James Vance, católico converso y conservador, dos meses después de las duras críticas que el Pontífice hizo sobre la política de deportaciones de migrantes del gobierno Trump, cuando advirtió de una “crisis grave” que “empieza mal y acabará mal”. En su última aparición pública, el papa Francisco denunció el desprecio hacia los migrantes y cuestionó las políticas de Donald Trump, en un mensaje cargado de simbolismo y tensión.
En la conferencia de prensa, Trump señaló que en realidad no tenía ninguna preferencia y añadió: “Debo decir que tenemos un cardenal que resulta ser de un lugar llamado Nueva York que es muy bueno, así que veremos qué pasa”.
Sin embargo el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, no está en la lista de principales aspirantes a suceder a Francisco, que sí incluye a otro estadounidense, el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, Nueva Jersey. Nunca hubo un papa de Estados Unidos.
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A partir del 7 de mayo, 133 cardenales de todo el mundo, menores de 80 años, se reunirán en un cónclave a puerta cerrada en el Vaticano para elegir al sucesor de Francisco, el primer pontífice latinoamericano. La duración del cónclave es impredecible debido a que depende del acuerdo entre los cardenales para elegir un nuevo papa. Una vez elegido un sucesor, la iglesia anunciará al mundo la noticia con la famosa ‘fumata blanca’, el humo blanco que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina.