Rusia anunció este viernes haber tomado el control de diez localidades en los últimos cinco días de ofensiva en el este de Ucrania y acusó a la Unión Europea (UE) y la OTAN de “articular una coalición moderna para librar una guerra” contra el país. Las fuerzas ucranianas difundieron que se retiraban de Severodonetsk tras semanas de una tenaz ofensiva de las tropas rusas que dejó la ciudad reducida a escombros.
La toma de Severodonetsk, en la región oriental del Donbass, se convirtió en un objetivo clave de los rusos, después de que sus tropas fueron repelidas de Kiev tras el inicio de la invasión lanzada en febrero.
Esta estratégica localidad fue escenario de duros combates callejeros durante semanas en las que los ucranianos intentaron superar la desventaja bélica con una férrea resistencia.
Sin embargo, el gobierno ucraniano, lejos de considerarse derrotado, levantó la moral con la llegada de sistemas de lanzamiento de misiles de alta precisión estadounidenses Himars, que habían sido prometidos por Washington para reforzar el arsenal militar de su ejército.
“Los Himars llegaron a Ucrania”, dijo el ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, quien agradeció a su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, por estas “potentes herramientas”, tras calificarlo como su “amigo personal y colega”, en un mensaje en Twitter junto a una imagen del sistema de lanzacohetes móvil instalado en vehículos blindados ligeros.
Al mismo tiempo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, manifestó en Berlín que “Ucrania se está defendiendo con un coraje y una resiliencia extraordinarios y Rusia ya ha perdido” la guerra.
“El objetivo del presidente Putin, en sus propias palabras, era eliminar a Ucrania como país independiente soberano. Ese esfuerzo ha fracasado”, opinó.
Kiev recibió ayer también un importante apoyo de la Unión Europea (UE), que le concedió, junto a Moldavia, el estatus de candidatos a la adhesión al bloque, una decisión adoptada en tiempo récord por la invasión rusa iniciada el pasado 24 de febrero.
Ante esto, el canciller ruso, Serguei Lavrov, acusó a la UE y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de estar articulando “una coalición moderna para librar una guerra” contra Rusia, y comparó la situación actual con la fase inicial de la Segunda Guerra Mundial.
Así lo señaló el jefe de la diplomacia rusa durante una conferencia de prensa celebrada en la capital de Azerbaiyán, al término de un encuentro con su homólogo, Ceyhun Bayramov, con quien lamentó que ese sea “el camino que eligieron los europeos”.
“Conste que Hitler reunió bajo sus estandartes a una parte considerable, cuando no a la mayoría de las naciones europeas, para una guerra contra la Unión Soviética. También la UE y la OTAN están articulando una coalición moderna para luchar contra Rusia y, de hecho, para librar una guerra contra ella”, dijo.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que la decisión de la UE constituye un asunto “interno de Europa”, aunque subrayó que es “importante” para Moscú que “todos estos procesos no traigan más problemas a Rusia y en las relaciones de esos países con Rusia”.
Consultado por las relaciones entre Moscú con la UE, dijo que sería “difícil estropearlas aún más”. ante lo dañadas que están.
La toma de Severodonetsk permitiría a los rusos avanzar sobre la localidad vecina de Lisichansk, consolidando su control de la provincia de Lugansk y permitiendo progresar en su ofensiva por la cuenca minera del Donbass, que desde 2014 ya está parcialmente bajo control de separatistas prorrusos.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró ayer que en los últimos cinco días tomó el control de diez localidades en Lugansk, donde está cerca de conquistar toda la provincia.
Gaidai informó que ahora los rusos avanzan hacia Lisichansk que también está bajo un rudo asedio de las tropas de Moscú, que bombardean sin cesar esta localidad.