uon la asunción del nuevo presidente de Estados Unidos Joe Biden, llega también a la Casa Blanca su esposa y nueva Primera Dama, la Dra. Jill Biden, de 69 años, quien definió que continuará con sus tareas cobrando el sueldo de profesora de inglés especializada en lectura, profesión en la que se desempeña en el Northern Virginia Community College.
Este último anuncio llamó la atención de los medios que no tardaron en contrastar su perfil con el de Melania Trump, la ex Primera Dama que acompañó a Donald Trump en su mandato: es que la esposa de Biden posee títulos universitarios y además tiene una participación activa en la carrera política de su esposo, mientras que la esposa de Trump es modelo y tuvo un perfil más bajo en los 4 años que duró la presidencia de su marido.
Jill Biden, quien nació siendo Jill Tracy Jacobs, obtuvo una maestría en Educación en la Universidad West Chester de Pensilvania en 1981, luego un posgrado de Inglés en la Universidad de Villanova en 1987 y años después obtuvo un doctorado en Educación por la Universidad de Delaware en 2007.
Con este último título, Jill ha comunicado que prefiere que la llamen “Dra. Biden”, materia por la que el articulista Joseph Epstein del diario The Wall Street Journal la ha cuestionado y desprestigiado llamándola “nena” y argumentando que “un hombre sabio dijo una vez que nadie debería llamarse a sí mismo ‘Dr.’ a menos que haya dado a luz a un niño”. Estos comentarios fueron fuertemente criticados por el equipo de comunicación de Biden y por muchas mujeres que defendieron a la nueva Primera Dama.
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La vida antes de ser Biden
Jill Jacobs viene de una familia de ascendencia italoamericana (de apellido Giacoppa) trabajadora de clase media, con un padre que tenía su ocupación en un banco mientras su madre era ama de casa y criaba a 5 mujeres. Nació en Hammonton en 1951 y creció en Pensilvania, donde buscó activamente trabajo durante su adolescencia para tener un poco de independencia.
Al finalizar sus estudios secundarios, comenzó a estudiar mercadotecnia de moda, la cual dejó por falta de interés y encontró su vocación por la educación tras anotarse en la Universidad de Delaware, donde finalizó su carrera de profesora. Gracias a esta labor comenzó a desempeñarse como docente reemplazando a otros y finalmente obtuvo su trabajo de tiempo completo.
Cuando ingresó a la Universidad de Delaware, lo hizo con su pareja de aquel momento, el exjugador de fútbol americano Bill Stevenson, con el cual se casó en 1970 y se divorció en 1976 tras un papeleo intenso.
El momento de conocer a Joe
Un año antes de la separación y por una cita a ciegas, Jill conoce a Joe gracias al hermano del actual presidente de Estados Unidos, con quien había formado un vínculo en la universidad. A partir de ese momento se volvieron inseparables puesto que Jill fue un gran pilar para Joe, ya que él había perdido a su esposa Neilia y a su hija de un año, Naomi, en un accidente de tránsito en 1972, en el cual sobrevivieron sus dos hijos varones.
Tras estar unos años en pareja, decidieron contraer matrimonio en junio del año 1977 formando así una especie de familia ensamblada, ya que Joe Biden era padre de Hunter y Beau, este último quien falleció en 2015 debido a un tumor cerebral. A pesar de que Jill no es la madre de los hijos de Biden, formaron tal relación que sí parecían madre e hijos ya que crecieron junto a ella. Cuatro años después del casamiento, en 1981, nació Ashley, hija de Jill y Joe.
Aunque muchas cosas sucedieron entre su divorcio con Stevenson y su casamiento con Biden hasta la actualidad, Jill nunca abandonó su trabajo además de sumar otras actividades a su día a día, como la dirección de la fundación Biden Breast Health Initiative que creó en 1993 luego de que cuatro de sus amigas fueron diagnosticadas con cáncer de mama.
Así, también fue Segunda Dama entre 2009 y 2017, cuando Biden era vicepresidente de Barack Obama, y tampoco dejó de ejercer su profesión como docente mientras, en el último tiempo, acompañó a su marido en la campaña electoral y dio su discurso en la Convención Nacional Demócrata 2020, en el cual demostró el orgullo que le daría ser Primera Dama. “Él y Kamala trabajarán tan duro como ustedes, todos los días, para mejorar esta nación. Y si tengo el honor de ser su primera dama, también lo haré”, dijo.
Esta tarde, meses después de que Joe Biden le haya ganado por un 51.4% de los votos a Donald Trump, Jill Biden será la nueva Primera Dama de los Estados Unidos, convirtiéndose en la primera esposa de un presidente en mantener su propio sueldo y su propio trabajo. No había sucedido nunca antes en la historia del país.