La conmoción por la muerte de un trabajador de la casa salesiana se palpa en el ambiente. En los muros del Colegio San José quedaron pegados los carteles con el pedido de paz y justicia. Un reclamo que docentes, estudiantes y familias gritaron fuerte como reacción al asesinato de David Paredes, empleado de la institución educativa que perdió la vida en uno de los tantos episodios de violencia que vive Rosario. Envueltos en este clima, los chicos de los centros de estudiantes reciben a La Capital para ser parte del espacio “Pido la palabra” y contar sobre la organización estudiantil de la que forman parte y sobre sus preocupaciones como jóvenes en este tiempo presente.
El colegio de Presidente Roca 150 es una institución educativa centenaria integrada por dos escuelas: por un lado la Nº 2.043 que ofrece las orientaciones de electromecánica e informática; y la escuela Nº 8.013 donde se desarrollan las orientaciones de electrónica, electromecánica, economía, humanidades y técnicos en energías renovables. Cada una de ellas cuenta con su propio centro de estudiantes, con realidades distintas en términos de organización, pero dispuestas a trabajar conjuntamente en favor de la comunidad educativa de la que se sienten parte.
Reconstrucción y solidaridad
El centro de estudiantes de la 2.043 se encuentra en una etapa de reconstrucción después de la desarticulación que para ellos implicó la llegada del Covid-19. “Justo cuando se estaba conformado llegó la pandemia y tiró todo para abajo, porque los chicos que en su mayoría lo integraban eran de 6º y se fueron, así que el centro había quedado abandonado. Empezamos a reconstruirlo en el mes de octubre del año pasado, cuando le comenté a mis compañeros de curso mi idea de reactivar la organización y ellos me apoyaron”, cuenta Tomás Herrera, hoy presidente del centro de estudiantes, elegido consensuadamente en asamblea por los delegados de todos los cursos de la escuela.
La situación del centro de la escuela 8.013 era otra y por eso pudo estar muy presente durante la etapa mas crítica de la crisis sanitaria. “A pesar de la pandemia nuestro centro pudo seguir funcionando normalmente, aunque con restricciones. Trabajamos de otra manera. En un año normal siempre se organizan actividades para todo el alumnado dentro de la escuela, como eso no era posible se buscaron formas alternativas para llegar a los chicos”, cuenta Franco Mozzi, presidente de la organización estudiantil, que además cuenta con un vicepresidente, secretario general y tesorero.
¿Cómo llegaron a sus compañeros? A través de un sistema de tutorías organizado por el mismo centro, que implicó que lo alumnos de los cursos mas avanzados oficiaran de tutores de los que estaban cursando 1º, 2º y 3º año, los más afectados por no poder ir a la escuela. “Era fundamental para los más chicos el acompañamiento en épocas de confinamiento, por eso les hicimos de tutores en todas las materias”, cuenta Mozzi, para explicar el por qué de esta iniciativa solidaria para con sus compañeros menores, a la que sumaron a los chicos del centro de estudiantes de la escuela 2.043.
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Los estudiantes de ambas escuelas comparten el mismo edificio histórico ubicado en Presidente Roca 150.
Silvina Salinas
Proyectos y debates
En la charla con La Capital, los chicos de los dos centros de estudiantes coinciden en la necesidad de trabajar conjuntamente en proyectos que favorezcan a la comunidad educativa, pero que también excedan los muros de la escuela. Joaquín Gallego, vicepresidente del centro de la 8.013, dice que uno de los proyectos que apuntan a retomar es la campaña de donación de sangre que hicieron el año pasado conjuntamente con los chicos de la 2.043, “aunque ellos no estaban aún muy organizados, se sumaron a esta iniciativa”, cuenta. También anticipa que quieren retomar con las charlas de primeros auxilios y RCP para los estudiantes. Matías Simón, tesorero de la misma organización, agrega que la idea es organizar proyectos en forma conjunta para favorecer a la comunidad educativa del San José.
Las actividades recreativas que se realizan en la comunidad salesiana son ampliamente convocantes y algunas ya tienen tradición. Para este año los chicos de los dos centros de estudiantes organizarán conjuntamente un torneo de fútbol y un evento musical, el Sanjopalooza. Un encuentro que ya tiene trayectoria en la escuela donde todos los estudiantes participan y se suman con su banda musical.
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Silvina Salinas
Mas allá de los proyectos y las iniciativas, también hablan sobre sus preocupaciones como jóvenes, donde la violencia social que atraviesa a Rosario queda en primer plano. “Hoy debatíamos con los chicos en el recreo y todos coincidíamos en que ésta es una escuela donde no se viven situaciones de violencia, pero los chicos decían que lo que más les preocupa es la inseguridad y la violencia en las calles. Para muchos es muy complicado tomarse un colectivo a las seis de la tarde para volver a sus casas, tener que guardar sus pertenencias o estar siempre alertas”, dice Leonel Ramos, vicepresidente del centro de estudiantes de la 2.043, y explica que el San José es una escuela que convoca a estudiantes de todos los barrios de la ciudad y de ciudades vecinas como Granadero Baigorria y Funes. Franco Mozzi agrega: “La inseguridad que estamos viviendo es uno de los temas que mas nos preocupan. Creo que los chicos de 13 a 18 no estamos teniendo una adolescencia entre comillas normal, porque todo el tiempo salimos a la calle con miedo a que nos roben. O peor, a no volver a casa. Como jóvenes y estudiantes pedimos mas seguridad, no queremos olvidar lo que pasó con el compañero David que fue asesinado en una balacera. En nombre del centro de estudiantes y de la escuela seguimos pidiendo justicia por David y por todas las víctimas que hay día a día en esta ciudad”.
Mas allá de esta problemática local, la realidad del país tampoco les resulta indiferente. La situación económica, la pobreza, la desigualdad y las situaciones de fragilidad de las infancias son temas que los convocan. Todos esos temas se hablan, cuentan ellos, en las clases, en los recreos y en el marco de la organización estudiantil. La idea es no dejar de hacerlo y para eso planean armar un centro de debate para posibilitar la circulación de la palabra.