Tras registrarse un importante faltante de taxis en Rosario, principalmente en el horario nocturno, la Municipalidad realizó un relevamiento e intimó a 800 titulares de licencias que no cumplen con la obligación de tener el coche en la calle la cantidad de horas correspondientes. Ahora tienen un plazo para realizar la adaptación, y si no lo hacen procederán a aplicarles sanciones.
Luego de que la ciudad permaneciera durante un año funcionando en horarios diferentes a los de toda la vida, ahora que ha comenzado a recuperar normalidad empiezan a notarse las falencias de los servicios públicos para satisfacer la demanda de la cantidad de personas que se desplazan, que fue en crecimiento según fueron cayéndose las restricciones.
Como publicó La Capital hace días, es común durante la noche y especialmente los fines de semana, ver las esquinas llenas de usuarios varados, incluso en los corredores gastronómicos, que no encuentran forma de volver a casa, más aún ahora que rige la ordenanza de Alcohol Cero y la inseguridad es un grave problema urbano. Los taxis son pocos, y se ocupan rápido.
En muchos casos esto se debe a que durante la cuarentena se había suspendido la contratación de choferes para turno noche, y según los propietarios de las chapas, también con alguna dificultad incluso para conseguir nuevos ahora que se retomó el movimiento cuando cae el sol. En otros, porque muchos vehículos que prestaban el servicio lo retrajeron porque no había demanda y no volvieron a la calle al aumentar.
Según las cámaras del sector,
de los 6 mil choferes que deberían estar trabajando en la actualidad, hay menos de 3 mil al volante. En tanto, el municipio admite que de las 4 mil licencias, hay unas 200 en caución y cerca de 800 que no transitan.
“Hemos hecho dos relevamientos por RA, registro por registro, y a partir de esta semana hemos notificado que vamos a aplicar sanciones a quienes no cumplan, después de este plazo que le dimos para acomodarse con la oferta en el horario que corresponde que estén circulando”, manifestó el intendente Pablo Javkin.
El mandatario consideró que “hay algunos horarios, sobre todo los fines de semana y a la noche, en los que la cantidad de taxis que hay en la calle no es aceptable para la prestación de un servicio público. Esto tiene que encontrar respuesta en la ocupación de choferes para poder cubrir esos servicios”, advirtió.
La secretaria de Transporte municipal, Eva Jokanovich, reconoció la semana pasada que existe un menor número de vehículos en funcionamiento, fundamentalmente viernes, sábados y domingos, pero indicó que se están haciendo permanentes llamados de atención, además del monitoreo diario, para que presten el servicio en tiempo y forma.
En efecto, el Ejecutivo intimó a los titulares de licencias detectados en infracción a que cumplan las 16 horas en que una licencia debe ser explotada. El protocolo indica que tras la segunda intimación, debería sobrevenir la sanción, que significa la suspensión temporal de la chapa, por lo que no puede prestar servicio por un tiempo determinado o pagar una multa económica.
“No lo podemos hacer de un día para el otro, porque tampoco le podemos pedir a un sector que estuvo un año y medio trabajando en otras condiciones que inmediatamente se adapte”, acotó Javkin. De todos modos, aclaró que “son problemas de los que uno elegiría tener, porque tienen que ver con ir recuperando parte de nuestra vida normal. Fue un año y medio sin ningún tipo de actividad nocturna, y ahora tenemos que recuperar este servicio vital”, presagió.
Desde las diferentes cámaras del sector critican que no hay reglas de juego claras. Los titulares de licencias nucleados en Catiltar y Atti reconocieron que el servicio nocturno fue el primero en resentirse producto de la crisis económica y la inseguridad, pero ahora también hay problemas para conseguir taxis durante el día.
Mencionan que creció la demanda “porque mucha gente sale sin auto ya que ahora no se puede tomar alcohol y manejar”, y también subrayan las complicaciones para mantener o renovar las unidades.
Cinco años perdiendo choferes por la crisis
Desde el Sindicato de Peones de Taxis aseguran que la pandemia fue el último golpe, porque ya venían complicados años antes debido a la pérdida del poder adquisitivo. Hubo muchos choferes que en pandemia abandonaron la actividad y se dedican a otra cosa.
El gremio argumenta que no todas las unidades cumplen la cantidad de horas obligatorias porque son conducidas por sus dueños, quienes se han quedado sin choferes y, por ende, están en actividad menos tiempo.
“El problema que tenemos viene de los últimos cinco años, muchos titulares se han desprendido de los choferes nocturnos. Ahora está cambiando y con la reactivación de las actividades y la restricción del alcohol hay una demanda bastante importante”, opinó Horacio Yannotti, titular del sindicato.
Sin embargo, advirtió que “hay trabajadores que no perciben aguinaldo ni vacaciones”, por lo que al sector le va a costar seducir y reincorporar a los aspirantes a choferes.