La inflación de enero llegó al 20,6% y desaceleró cinco puntos porcentuales respecto del indicador de diciembre, aunque mostró una fuerte escalada en los precios de bienes y servicios varios, que aumentaron el doble del Indice de Precios al Consumidor (IPC) que ayer difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De este modo, aunque el indicador fue menor a lo estimado por las consultoras privadas, sigue ubicado en niveles muy altos que duplican casi los peores números del gobierno anterior. De hecho, sólo en los dos meses de la gestión de Javier Milei, el IPC acumuló una suba de 46 puntos porcentuales o 51%.
Con este número, la inflación acumulada en un año sumó 254,2%, de los cuales un 51% corresponden al nuevo gobierno, que en diciembre llevó adelante una abrupta devaluación y desregulación de la economía y en enero, un incremento de servicios como el transporte, que fue el segundo rubro que más creció en enero al llegar al 26,3%, impactado además por el arrastre del aumento en los combustibles, según el Indec.
Antes las previsiones apocalípticas del presidente Milei al asumir, cuando señaló que habría meses de alta inflación por el sinceramiento de precios, una reducción en el porcentaje es evaluado por el gobierno como una buena noticia, más allá de lo que representa para las familias argentinas, que según los propios datos del Indec, necesitaron en enero $596.823 para no caer bajo la línea de la pobreza, según la valorización de la Canasta Básica Total (CBT), que difundió el organismo, la cual creció 20,4% el primer mes del año.
En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide la línea de indigencia se calculó en $ $ 285.561, monto que necesitó una familia para poder alimentarse y no caer en la indigencia, un 18,6 % por encima del mes de diciembre.
El IPC de enero mostró que el rubro comunicación creció por encima del índice general (+25,1%), por el alza en servicios telefónicos y de internet; equipamiento y mantenimiento del hogar (+22,3%) y bebidas alcohólicas y tabaco (+21%). En cambio, estuvieron por debajo del indicador promedio salud (20,5%), alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%) _ uno de los componentes de mayor relevancia en el IPC en cuyo interior se destacan las subas de carnes y derivados de pan y cereales. Además el rubro restaurantes y hoteles se incrementó 19,4%. En un escalón inferior se encontraron vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (+14%), prendas de vestir y calzado (+11,9%) y educación (+0,9%).
Un dato que refleja la política económica del gobierno nacional, que decidió desregular la economía, es la evolución de los precios regulados (bienes y servicios cuyos precios están sujetos a regulación o tienen alto componente impositivo como combustibles para la vivienda, electricidad, agua y servicios sanitarios, sistemas de salud y servicios auxiliares, transporte público de pasajeros, entre otros) que crecieron seis puntos por encima del IPC (+26,6).
En tanto, el IPC Núcleo subió 20,2% y los precios estacionales, 16,2%.
Medida por regiones, en la Patagonia la inflación fue de 24,2%; en Cuyo 22,3%; en el Noroeste 21,7%, en la región Pampeana 21,2%. En tanto, en Gran Buenos Aires 19,6% y el Noreste 19,5%.
La mirada oficial
“El índice de inflación de enero del 20,6% confirma el sendero de desaceleración en la nominalidad que se viene observando desde mediados de diciembre, a una velocidad mayor que la prevista por el mercado”, destacó el Ministerio de Economía a través de un informe.
La cartera que dirige Luis Caputo recordó que las estimaciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) para enero la ubicaban en 25%, en el cálculo de diciembre, y 21,9% en la estimación del mes pasado. La inflación de enero “todavía tiene implícito un elevado arrastre estadístico de diciembre”, cuando alcanzó al 25,5%, “derivado del overhang (excedente) monetario heredado y el sinceramiento de precios relativos en la primera semana de la administración actual”, indicó.
Aunque para Economía, el traslado a precios de la devaluación de diciembre “fue mucho menor al del salto del tipo de cambio en agosto del año pasado”, cuando el gobierno de Alberto Fernández convalidó una devaluación del 27% tras celebrarse las Paso. “Mientras entonces la mejora en el tipo de cambio real fue consumida en menos de dos meses, entre diciembre y enero la inflación fue de 51%, frente a una suba nominal del tipo de cambio de referencia de 129 %”, apuntó el comunicado.
Sin embargo, lo que no dice el comunicado es que esta suerte de desaceleración se realiza sobre una nominalidad muy alta a la que fueron llevados los precios con la política de “sinceramiento” de la economía, los cuales cotejados con el nivel de ingresos provocan una fuerte pérdida en términos reales del poder adquisitivo.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FINDECArgentina%2Fstatus%2F1757842193820033297&partner=&hide_thread=false