Urgido por la necesidad de afrontar los próximos vencimientos de deuda, el ministro de Economía, Luis Caputo volvió colocar un bono en dólares después de casi ocho años. La emisión, bajo legislación argentina, fue por u$s 1.000 millones a pagar en cuatro años, con un cupón del 6,5%. Se recibieron ofertas por más de u$s 1.400 millones, de un total de más de 2.500 inversores. El rendimiento al precio de corte resultó en una tasa anual de 9,26%.
“La tasa es equivalente con un diferencial de 550 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro norteamericano de igual duración”, anunció Economía. Estuvo, no obstante, levemente por encima de lo que esperaba Caputo.
La nueva deuda irá a financiar el vencimiento de bonares que vencen en enero de 2026. Ese vencimiento es de unos u$s 1.200 millones. Quedan otros u$s 3.600 por resolver.
Matías Waitzel, socio en AT Inversiones dijo que “el resultado de la licitación estuvo en línea con lo que esperaba el mercado, lo que permite considerarlo como un buen punto de partida para futuras emisiones”. A su juicio, “la demanda fue sólida aunque más moderada de lo que se rumoreaba”. Si fue un test para volvr a Wall Street, el resultado es que hace falta un poco más de sopa.
Urgencia por los dólares
Presentada como un regreso triunfal al mercado de deuda, la colocación del nuevo bono responde a la urgencia del ministro para hacerse de dólares.
Mientras seducía a las aseguradoras y otros capitalistas locales para comprar el nuevo título, bajaba entre uno y dos puntos las alícuotas de retenciones a la exportación de granos, con el objetivo de acelerar la venta y fijación de precios de 27,16 millones de toneladas de soja y maíz. También de 18,6 millones de toneladas de trigo. Son u$s 10 mil millones en juego.
Pero hace dos meses ya suspendió por tres días los derechos de exportación para hacerse de u$s 7 mil millones. Aquella movida aceleró y alteró el habitual ciclo comercial, de modo que lo que queda por vender está por debajo del promedio histórico.
Diversas fuentes de la city confirmaron que el Tesoro debió salir a vender dólares hace unos últimos días para contener la sostenida demanda de divisas. Esto habría disparado el anuncio de los DEX.
En las últimas horas, además, el gobierno creó un “parking” de 15 días para quienes compren dólares oficiales para suscribir títulos del Tesoro y puso restricciones a los bancos que vendan en el mercado secundario para recomponer posiciones en moneda extranjera por 90 días. Todo apara atrapar dólares en el sistema en el corto plazo.
Una nueva ingeniería
En el último informe de coyuntura del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), el economista Andrés Asiaín advirtió que “la falta de un nivel robusto de reservas, el déficit de la cuenta corriente y un pesado perfil de vencimientos de deuda para los próximos años requieren un financiamiento permanente que no tiene fuentes estables”.
“Desestimado el Repo con bancos internacionales, que pasó de un monto de u$s 20.000 millones a humo, Caputo anunció la colocación del bono en dólares bajo legislación local para cubrir parte de los vencimientos de enero”, explicó. Asiaín advirtió que, tras la salida parcial del “cepo”, el apetito dolarizador volvió con fuerza. “Los argentinos demandan u$s 4.650 millones por mes, un nivel muy superior a la capacidad de generación de divisas que permite hoy la economía”.