Pasaron casi diez años desde que encarnara por vez primera al explorador Rick
O’Connell, así y todo Brendan Fraser, quien protagoniza la tercera parte de la saga de "La
momia", asegura que todavía está en forma para el papel. "Podría seguir interpretando al personaje
hasta los 60 años", aseguró confiado el actor norteamericano.
En "La momia. La tumba del emperador", que se estrena hoy en los cines
rosarinos, el explorador heredero de los tiempos de oro del cine de aventuras y del éxito de
taquilla de Indiana Jones viaja a Asia para realizar un relevamiento arqueológico en las tumbas de
la antigua China, un lugar atractivo y sobrecogedor.
Lo acompañan su hijo Alex, que es encarnado por el joven Luke Ford, su esposa
Evelyn, que en esta ocasión fue interpretada por María Bello y no por Rachel Weiz como en los
anteriores capítulos de la saga, y su cuñado, un aventurero temeroso y simpático que en la piel de
John Hannah le pone el toque de humor a la historia.
Una vez más es sorprendido por una presencia del más allá: la momia Qin Shi
Huang que, con el rostro del astro del cine de artes marciales Jet Li, vuelve de la muerte llena de
rencor y dispuesta a esclavizar al mundo. Está enojada porque una bruja malvada, la también
estrella asiática Michelle Yoeh, la condenó a una maldición milenaria.
"Es una versión aumentada y mejorada de las películas anteriores", adelantó
Fraser en el estreno de "La momia" en México. "Es el mismo personaje, valiente y luchador, pero que
descubre el amor entre padre e hijo —añadió—. Con este descubrimiento de su hijo, la
historia vuelve a empezar y vuelve la acción y el peligro".
La película, que fue dirigida por el experto en cine de acción Rob Cohen, contó
con un presupuesto de 175 millones de dólares. Buena parte de ese dinero fue destinado a la
creación de los efectos visuales que dieron vida al Emperador Dragón y al ejército de terracota con
el que vuelve de las tinieblas para conquistar el mundo.
"Me gustó mucho la idea de que los guerreros de terracota de Xi—an fueran las
momias", comentó Cohen, quien dirigió "Rápido y furioso". "Nos permitió explorar la historia china
de dos periodos, 200 años antes de Cristo y 1946, durante la posguerra. Es una aventura totalmente
nueva, espectacular, pintoresca y completamente oriental". Para María Bello actuar en "La momia"
significó un desafío doble: tenía que reemplazar a la ganadora del Oscar Rachel Weiz como la esposa
de Rick O’Connell y debutar en un género nuevo: el cine de acción. "Soñaba con trabajar en
una película de aventuras desde que era una niña, antes de convertirme en actriz", confesó la
actriz.
"Me preguntaban qué quería hacer y yo decía que quería ser Indiana Jones, pero
como nadie me llamaba para actuar en películas de acción me rendí, pensé que la gente no me veía
así. Hasta que Rob Cohen me contactó. Ese día lloré", contó Bello, quien brilló en películas
dramáticas como "Una historia de violencia" y "World Trade Center".
"La tumba del emperador" no sólo rescata a uno de los grandes héroes de acción
del cine de Hollywood sino se propone superar el suceso de los capítulos anteriores de la serie,
"La momia" y "La momia regresa", que recaudaron 800 millones de dólares e inspiraron uno de los
juegos más divertidos del parque de atracciones de los estudios Universal
Hoy, cuando en la penumbra de las salas de cine rosarinas, Rick O'Connell vuelva
a entrar en un templo prohibido y, como quien no quiere la cosa, despierte a la momia, el mundo
mágico de la aventura cobrará vida una vez más, como a la luz mortecina del velador los libros de
Emilio Salgari animaban las noches de la niñez.