“Luciano” sigue la historia de Luciano Tomás Pereyra, un hombre trans de barrio Tablada. Escrito y dirigido por Manuel Besedovsky, el documental se estrenó en el festival alemán Dok Leipzig y acaba de ganar la Competencia Argentina de Largos en el Festival Asterisco de Buenos Aires.
El pasado fin de semana tuvo su estreno local en el Cine El Cairo y, gracias a la buena respuesta del público, volverá a proyectarse. Las nuevas funciones de “Luciano” en la sala pública serán el sábado 29 de noviembre a las 22.30 y el domingo 30 a las 20.30.
Luciano vive con su madre y su hermana menor. Estudia, ayuda con las tareas domésticas y como el dinero siempre escasea, acepta cualquier tipo de trabajo temporal que pueda conseguir para ayudar a su familia, mientras busca un trabajo estable. Tras años de pasar largas horas en un gimnasio popular, finalmente ha logrado verse en el cuerpo que anhelaba. La vida, sin embargo, le impone nuevos desafíos en su incesante búsqueda por la construcción de su propia identidad.
Esa es la premisa de la película, ópera prima de Besedovsky, realizada con el apoyo del Incaa. El realizador fue becado por el Fondo Nacional de las Artes para el desarrollo de “Luciano”, y actualmente cursa sus estudios en la Universidad del Cine (Buenos Aires) mientras desarrolla diversos proyectos cinematográficos.
Un documental y una amistad
“A mis 18 años aún cursaba mi sexto año de la escuela secundaria y realizaba unas pasantías en una ONG destinada a las juventudes donde Luciano visitaba frecuentemente. Él se presentó hacia mí con la idea de filmar un spot institucional sobre ‘¿Qué pasaría si un hombre va a la ginecóloga?’, contándome los conflictos que giraban en torno a los varones trans en la sociedad”, contó Manuel sobre el origen del documental.
Embed - LUCIANO - Trailer
“Al abordar este tema, me contó sobre las problemáticas que enfrentaban día a día y sobre su vida en Barrio Tablada. Además, me contó sobre su dificultad para conseguir un trabajo estable y poder tener plata para aportar a su casa y sustentar a su mamá y su hermana pequeña”, sumó el director.
“Conocerlo de esta manera sorpresiva, me permitió conocer su vida de una manera desprejuiciada y entender muchos de sus problemas que se sumaban a la construcción de su identidad. Comencé a formar una amistad con Luciano y le propuse hacer un documental acerca de su vida en el barrio. Estos largos años que comenzaron en 2018, no solo favorecieron a que el vínculo con Luciano revele toda su potencia sino además que la película se profundice en un vínculo que se construyó a lo largo de 7 años”, cerró.