Es italiano, canta en jamaiquino, entona como un senegalés y actuará en Rosario. Attila, de él se trata, debuta el jueves, a las 21, en Distrito 7 (Ovidio Lagos 790) para presentar su primer disco "You Neva Know Me", con guiños al dancehall, el reggae y el hip hop. "Si eres un músico de reggae tienes que promover esa cultura y no hacer como aquellos artistas que sólo fomentan su ego", dijo el cantante a Escenario.
"Mi nombre tiene que ver con Atila, el rey de los hunos, por eso de que donde pasa Atila no crece la hierba. En Italia le dicen Atila a los que son muy ruidosos, medios bulliciosos, y parece que soy algo así", dice el joven desde la redacción de La Capital. Hasta aquí llegó el artista, acompañado por el experimentado DJ Lampa Dread, a quien citó como "el fundador del sonido sound system más famoso del mundo" y Stefano "Mighty Cez" Carruezzo, productor e intérprete de toda la música del disco, quienes son fieles laderos del artista en sus shows.
Davide "Attila" Musca es oriundo de Lecce, de la zona de Salento en el sur de Italia, pero vive en Milán, desde donde tiene una base estratégica propicia para desarrollar su carrera.
Nada más lejano para Attila que atarse a un estilo, no está en su naturaleza. Aunque se siente identificado con el dancehall, sabe perfectamente que el reggae es su alma mater. Por eso afirma que viaja seguido a Jamaica y le gusta "cantar en jamaiquino", aunque al escuchar sus canciones es inevitable asociarlo al estilo interpretativo del senegalés Youssou N'Dour, sobre todo en "Try Diss My Name", que abre el disco debut, y en "Damage", por citar sólo dos temas que, como todo el material, tiene letras de su autoría.
En esta mixtura de idiomas e influencias, Attila tardó menos de una hora de pegar onda en la sala de ensayo junto a Los Tercermundistas, un combo de músicos de Rosario (Alegre No Tanto, Dubies y Durban Poison) y San Luis (Kameleba, The Blessed). "Es una banda con mucha vibra", dijo Attila, quien mezcla latiguillos argentinos, tanto que en un momento de la entrevista, en que el aire acondicionado le daba de pleno en la cara, lanzó: "Me corro porque esto me está matando".
Los responsables de la citada "vibra" que cita Attila, son Iván Mustapich (batería), Esteban Fakin (bajo), Franco Trillini (guitarra), Nicolás Lara (teclados), Lucas Travaglini (trompeta) y Sergio Domínguez (saxo), con sonido de Ignacio Rivoire. Para calentar motores, la previa la hará Alegre No Tanto, una banda local con sobrados méritos en el género.
A la hora de contar por qué eligió el reggae para expresarse como artista, el italiano no dudó: "Con el reggae podés encontrar en un sólo género musical todo el argumento que necesites, podés hablar de un reclamo social y político, de religión, de amor y también de fiesta. Esa es la fuerza del género".
Y agregó: "El reggae no es popular, es como un club, podemos hablar con un chino, un italiano o un argentino y nos entendemos, es como jugar a las damas, si sabés cómo es, podemos jugar todos".
La celebración es un componente clave en su música. "Eso es lo que probamos hacer, yo quiero dejar un mensaje a través de mis letras, que puede ser también una denuncia, pero siempre desde la fiesta de mi música. No quiero hacer un tema llorando y tampoco voy a hacer un discurso político de principio al final. Hay que entretener también", afirmó . Attila viene de tocar en agosto en el Rototom Sunsplash, al que citó como "el festival europeo más grande de reggae", y acotó que el público se impactó al escucharlo. "Cantando de esa manera lo puedo hacer en todas partes del mundo, la estructura es jamaiquina pero se entiende como si fuese inglés. Además me permite defender las raíces del género", abundó y eso fue el puntapié inicial para una dura crítica a algunos de sus colegas que prefirió no identificar.
"Si tú eres un artista reggae tienes que promover esa cultura y no como aquellos que fomentan su ego, son músicos egocéntricos. La cultura reggae tiene mil páginas de un libro, ahí tienes todo, por eso voy tanto a Jamaica, para conocer más de ellos y poder difundirlo cada vez que actúo en cualquier parte del mundo", indicó el músico que en su minigira argentina ya tocó esta semana en Río Cuarto, San Luis y Córdoba.
Y concluyó: "En Italia las discográficas multinacionales desplazan lo nuestro. Es que no quieren al reggae por su mensaje fuerte y directo, por eso bajan el reggae y alzan el pop". Quizá la hierba no crecía más cuando pasaba el rey de los hunos, pero por lo pronto, mientras este Attila se abra paso, es suficiente que deje un buen reggae en el camino.