El hantavirus volvió a encender las alertas sanitarias en Santa Fe tras el reciente fallecimiento de una mujer oriunda de Ybarlucea a causa de esta enfermedad, y por una oleada de casos positivos.

La oleada de casos positivos de esta enfermedad que se transmite a los humanos a través de roedores silvestres enciende las alarmas
La transmisión del hantavirus al ser humano ocurre principalmente a través de roedores silvestres
El hantavirus volvió a encender las alertas sanitarias en Santa Fe tras el reciente fallecimiento de una mujer oriunda de Ybarlucea a causa de esta enfermedad, y por una oleada de casos positivos.
Se trata de una enfermedad viral grave que se transmite al ser humano a través de roedores silvestres infectados y que puede derivar en cuadros respiratorios severos.
En particular, la enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente causada por virus ARN de la familia Bunyaviridae.
En cuanto a la distribución de esta enfermedad, datos del ministerio de Salud nacional muestra que el 64 % de los casos se concentró en la región Centro del país, el 21 % en el Noroeste, el 11 % en el Sur y el 5 % en el Noreste.
La transmisión al ser humano ocurre principalmente a través de roedores silvestres, que actúan como reservorios naturales del virus. Estos animales presentan una infección crónica asintomática con viremia persistente, eliminando el virus a través de la orina, saliva y excrementos.
La principal vía de contagio al ser humano ocurre por la inhalación de aerosoles contaminados con partículas virales presentes en excrementos secos de roedores infectados.
También puede transmitirse por contacto directo de secreciones con mucosas conjuntivales, nasales o bucales, por mordeduras de roedores infectadoso por la ingesta de alimentos y agua contaminados.
En determinados casos, se registró transmisión de persona a persona, asociada al genotipo Andes del virus, aunque esta modalidad se presenta con menor frecuencia.
La enfermedad suele comenzar con una fase inicial inespecífica que dura entre tres y siete días. En ese período aparecen síntomas que pueden confundirse con una gripe común:
Fiebre alta
Dolor muscular intenso
Cefalea
Escalofríos
Náuseas
Malestar general
Desde la segunda semana puede desarrollarse la fase cardiopulmonar, caracterizada por tos persistente, dificultad respiratoria progresiva y falta de aire. En los casos más graves se produce edema pulmonar y shock respiratorio, con un rápido deterioro del estado general.
Algunos pacientes también presentan dolor abdominal, vómitos o diarrea, lo que dificulta el diagnóstico inicial. Los estudios de laboratorio suelen mostrar disminución de plaquetas, un dato clave para evaluar la gravedad del cuadro y la necesidad de internación inmediata.
La transmisión al ser humano ocurre con mayor frecuencia al ingresar en hábitats de roedores, tanto en áreas rurales como suburbanas. Las situaciones de mayor riesgo incluyen tareas laborales o recreativas, limpieza de galpones, depósitos o viviendas cerradas durante largos períodos y actividades en peridomicilios infestados.
En provincias como Santa Fe, Buenos Aires, Salta y Entre Ríos, el hantavirus es una enfermedad endémica, por lo que las autoridades recomiendan extremar los cuidados, especialmente en zonas rurales.
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Hasta el momento no existe una vacuna para prevenir la hantavirosis, por lo que las medidas de higiene y control ambiental son fundamentales. El Ministerio de Salud recordó que el contagio ocurre al exponerse a partículas virales suspendidas en el aire, especialmente durante la limpieza de ambientes cerrados.
Entre las principales recomendaciones se destacan:
Ventilar durante al menos una hora las viviendas cerradas antes de habitarlas
Usar guantes de goma gruesos para limpiar y desinfectarlos luego de su uso
Humedecer los ambientes antes de barrer para evitar levantar polvo
Limpiar superficies y muebles con paños humedecidos en solución clorada
Guardar alimentos en recipientes herméticos
Disponer la basura en contenedores cerrados
Sellar orificios que permitan el ingreso de roedores
Evitar la acumulación de objetos en desuso que puedan servir como refugio

