Sobre la mujer de Ybarlucea, la funcionaria aseguró que “fue muy rápido” el desenlace fatal, como suelen ser este tipo de enfermedades. De todas formas, destacó que “la familia concurrió a un centro de salud, hicieron las consultas correspondientes, pero de igual forma fue fatal”.
Más detalles sobre la tercera víctima por hantavirus
Al indagar sobre el caso, Chumpitaz reconoció que existen varios antecedentes sobre el origen del contagio de hantavirus en la mujer de 40 años, que se vio afectada principalmente por un cuadro respiratorio.
La víctima vivía en una zona periurbana y además había viajado en el último mes a Victoria, Entre Ríos. En este sentido, la médica infectóloga detalló que “el hantavirus es un virus que está en la materia fecal o la orina de ciertos roedores y cuando aerosolizamos, por ejemplo, cuando barremos, la aspiramos y puede generar esta enfermedad”.
Ante la notificación de una nueva víctima, Chumpitaz subrayó que, si se detectan síntomas febriles como dolor muscular, pero sin mocos, se debe consultar a un médico porque “es difícil detectar rápido el virus del hantavirus, por eso la letalidad es alta".
El hantavirus es una de las enfermedades trasmitidas por roedores, junto con la leptospirosis y la fiebre hemorrágica argentina. Es la más letal ya que no existen vacunas ni tratamientos específicos, contrario con el caso de la leptospirosis, que tiene un tratamiento con antibióticos, y la fiebre hemorrágica argentina, que se contrarresta con una vacuna.
Infecciones durante 2025
En Santa Fe, el ministerio informó que se confirmaron 13 casos en el año aunque hubo 445 sospechas en personas con síntomas compatibles que se analizaron. La mayoría de los positivos fueron hombres.
Los dos fallecidos anteriores, uno de ellos un menor, vivían en el departamento Rosario y en el departamento Capital. Ahora se suma la mujer de 40 años que murió el 23 de diciembre en el Eva Perón.
Salud pública ha reforzado la vigilancia y es por eso que ante la presencia de personas con síndrome febril agudo inespecífico se informa de manera inmediata, con la correspondiente ficha epidemiológica.
Hantavirus en Argentina
El hantavirus volvió a encender las alertas sanitarias en Argentina tras la reciente oleada de casos positivos. Se trata de una enfermedad viral grave que se transmite al ser humano a través de roedores silvestres infectados y que puede derivar en cuadros respiratorios severos. Las autoridades de Salud difundieron una serie de medidas de prevención y remarcaron la importancia de reconocer los síntomas rápidamente.
La enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente causada por virus ARN de la familia Bunyaviridae. Los roedores silvestres actúan como reservorios naturales del virus, ya que cursan la infección de manera crónica y asintomática, eliminando el patógeno a través de la orina, la saliva y las heces.
La distribución regional muestra que el 64% de los casos se concentró en la región Centro del país, el 21% en el Noroeste, el 11% en el Sur y el 5% en el Noreste.
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La principal vía de contagio al ser humano ocurre por la inhalación de aerosoles contaminados con partículas virales presentes en excretas secas de roedores infectados. También puede transmitirse por contacto directo de secreciones con mucosas conjuntivales, nasales o bucales, por mordeduras o por la ingesta de alimentos y agua contaminados.
En determinados casos, se registró transmisión de persona a persona, asociada al genotipo Andes del virus, aunque esta modalidad se presenta con menor frecuencia.
Zonas de riesgo y situaciones de contagio
La transmisión al ser humano ocurre con mayor frecuencia al ingresar en hábitats de roedores, tanto en áreas rurales como suburbanas. Las situaciones de mayor riesgo incluyen tareas laborales o recreativas, limpieza de galpones, depósitos o viviendas cerradas durante largos períodos y actividades en peridomicilios infestados.
En provincias como Santa Fe, Buenos Aires, Salta y Entre Ríos, el hantavirus es una enfermedad endémica, por lo que las autoridades recomiendan extremar los cuidados, especialmente en zonas rurales.
Cómo prevenir el hantavirus
En Santa Fe es una enfermedad endémica (al igual que Buenos Aires y Entre Ríos en la zona central del país) por lo tanto, todos los habitantes deben estar atentos, en especial aquellos que visitan o viven en zonas rurales.
Este lunes el Ministerio de Salud recordó las medidas fundamentales para evitar enfermarse con esta virosis, que puede ser muy grave.
A través del Programa Provincial de Zoonosis y Vectores, dependiente de la dirección provincial de Promoción y Prevención de la Salud, se recuerda que el hantavirus ocurre al exponerse a partículas virales suspendidas en el aire, provenientes de nidos o excrementos de roedores, que pueden encontrarse al limpiar viviendas, galpones y otros recintos cerrados que hayan permanecido desocupados durante períodos prolongados.
Los síntomas iniciales se asemejan a los de un cuadro gripal, con fiebre, decaimiento marcado y dolores musculares. En fases posteriores pueden presentarse descenso de la presión arterial, taquicardia, aumento de la temperatura corporal y dificultad respiratoria. En algunos casos también se registra compromiso gastrointestinal, con vómitos y diarrea.
Dado que no existe vacuna para prevenir la hantavirosis, resulta fundamental mantener la vivienda y sus alrededores en condiciones adecuadas de higiene, con el pasto corto y libres de residuos o elementos en desuso. Entre las principales recomendaciones se incluyen:
>> Ventilar durante al menos una hora las viviendas que hayan permanecido cerradas antes de habitarlas, y verificar la presencia de roedores.
>> Realizar las tareas de limpieza utilizando guantes de goma gruesos, que deberán lavarse, aún colocados, con detergente y luego con desinfectante.
>> Humedecer previamente los ambientes antes de barrer y limpiar superficies, artefactos y muebles con paños humedecidos en solución clorada.
>> Almacenar alimentos en recipientes herméticos.
>> Disponer la basura y los restos de comida en contenedores cubiertos.
>> Sellar orificios de la vivienda que puedan permitir el ingreso de roedores.
>> Evitar la acumulación de objetos que puedan servir como refugio o nido para roedores.