Gritos, llanto contenido, bronca, humo que salía de la boca de una rueda quemándose en la avenida Alberdi y bocinazos de apoyo a los vecinos de Arroyito, era la escena que se veía la noche del miércoles en la esquina de Juan B. Justo y avenida Alberdi. Allí se manifestaron unos doscientos vecinos para pedir por las víctimas de homicidios y, fundamentalmente, por el esclarecimiento del homicidio de Luciano Muscio, un vecino que vivía en Juan B. Justo al 1700 y que fue asesinado el domingo pasado en la autopista Rosario-Buenos Aires, cuando volvía a su casa de ver picadas a bordo de su Honda Tornado y, a la altura de Alvear, fue abordado por dos personas que se desplazaban en una Yamaha xr y que luego de dispararle y herirlo de muerte le robaron su vehículo.
La convocatoria se hizo por medio de redes sociales y no sólo acudieron a esa esquina familiares de Luciano, sino también deudos de otras víctimas que están en iguales circunstancias. Iván, hermano de Luciano dijo que :“Esta marcha nunca se debería haber hecho, mi hermano debería estar vivo. Estamos destrozados. Mi padre no se puede levantar de la cama y ni siquiera tuvo fuerzas para venir acá”.
En el lugar además de los hermanos de Luciano se encontraban su madre y su abuela. La madre fue un sollozo ahogado e imparable durante más de las dos horas que duró la manifestación y la abuela, de unos 80 años, dijo “es un dolor inmenso. Tan grande”.
Entre los más de doscientos vecinos se encontraban amigos de Luciano y gente que lo conocía desde niño. “Iba con mi hijo a la escuela “9 de Julio”, era un chico magnífico. Mi hijo se fue a Barcelona y no quiero que vuelva ¿Para que va a venir, para que lo maten en la calle como a un perro, como a Luciano?”, se preguntó Marcela y su respuesta fue contundente : “Los jueces, los políticos y los responsables de estas muertes tienen que ponerse a legislar. Tiene que imponerse la pena de muerte a estos asesinos”, dijo casi entre lágrimas.
Juana, tía de Luciano sostuvo: “Vengo a apoyar a mi hermana, lamentablemente estas marchas no tienen sentido si los políticos no hacen algo”. Otro manifestante sostuvo que “En esta Argentina ya no se puede hablar de inseguridad, se debe hablar de criminalidad. Si no hay decisión no habrá cambios“. Otra amiga de Luciano, Stefanía, fue más al fondo: “Hay que pedir la pena de muerte para estos asesinos”, dijo.
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En tanto, distintos familiares de víctimas de la delincuencia y la inseguridad sostenían distintas banderas con los nombres de sus deudos. “Mi hija Marianella fue baleada mientras iba en un auto en Emplame Graneros, fue el 9 de abril y desde Fiscalía nos dijeron que todavía no habían podido peritar el celular del chico que menjaba el auto”. Marianella Orellano, de 18 años, fue asesinada en Génova y Cullen cuando un conocido la trasladaba a su casa desde el Parque Alem, un chico de 17 años que resultó mal herido.
También se encontraban los familiares de Maximiliano Gómez, 25 años, operario de la fábrica de electrodomésticos “Liliana” y a quien emboscaron sin causa aparente a la altura de Palliere y circunvalacion en enero pasado. “Maxi” fue alcanzado por un proyectil en la cabeza y se desplomó sobre el volante sin vida. Verónica, su madre contó que: “Fue hace seis meses y hasta ahora todo sigue en investigación. ¿ Que vamos a esperar de esta Justicia?, se preguntó.
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En tanto Julieta, hermana de Iván de San Segundo, el chico de 18 años que fue asesinado la noche del 6 de enero de un puntazo en el pecho en un confuso episodio en inmediaciones del Shopping Alto Rosario, sostuvo que “todos es muy injusto y terrible. En este caso un joven fue imputado por el crimen; Alexis Luciano P., de 21, a quien acusaron de homicidio simple. Durante la audiencia imputativa la Justicia rechazó dictarle prisión preventiva y le permitió continuar el proceso del probable juicio en libertad con algunas restricciones. “El imputado está en su casa de San Lorenzo, no sólo mató a mi hermano, sino que mató a toda una familia”, dijo Julieta.
Los manifestantes permanecieron casi dos horas en el lugar y cortaron la mano de avenida Alberdi que va de norte a sur. La madre de Nico, otro joven muerto en un confuso episodio, portaba una foto de su hijo y gritó a viva voz: “Que Rosario se levante, nos están matando y parece que hacemos oídos sordos. Acá debería haber miles de personas y sin embargo somos pocos, que esperan, ¿Qué nos maten a todos?.