El sábado por la tarde ocurrió un atentado contra una vivienda de Buenos Aires al 600 de la localidad de Capitán Bermúdez, ingresaron a una casa al menos una persona al grito de “Policía, policía...”, como ardid para sorprender a quienes estaban en la casa; adentro Jesica González, 37, junto a su hijo de 15 y su nuera de 16, la adolescente cursa un embarazo de 8 meses escucharon el golpe a la puerta, en la casa se levantaron cuarenta balas calibre 9 milímetros y dos municiones de escopeta calibre 12 mm, por lo que se presume que pudieron ser dos personas, aunque las víctimas no aportaron ese dato ni otros que sirvan para investigar el móvil, más que las conexiones de González con la banda de zona sur y otra con traficantes presos en la cárcel de Piñero.
Jesica, quien cumple con prisión domiciliaria, estaba en el dormitorio con su hijo: Jeremías y su pareja Micaela cuando escucharon un golpe en la puerta de calle. Un segundo después ingresaron los hombres armados y comenzaron los disparos. Según ella, no alcanzó a ver quién o quiénes eran los gatilleros. El ataque duró unos pocos segundos y la causa la tomó el fiscal Leandro Lucente, quien ordenó las actuaciones del gabinete criminalístico y derivó la investigación a la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Según una fuente de fiscalía en la casa de calle Buenos Aires: “Había balas y cartuchos dentro y fuera del domicilio y ninguno de las tres víctimas aportó demasiados datos. Se secuestró el teléfono de Jessica González. Pueden ser variadas las motivaciones del atentado, es gente que se maneja en un ámbito de riesgos y amenazas”, señalaron.
En agosto de 2019 y en esa misma casa fue detenida Ramona A., alias “La Gringa”, investigada por un ataque a tiros contra las visitas de la Unidad Penitenciaria Nº 11, de Piñero, en el que dos personas resultaron heridas. En ese momento se allanó la vivienda y se secuestró una máquina para contar billetes, dinero en efectivo y celulares. La “Gringa” integraba una banda liderada René “el Brujo” Ungaro, un hampón muy conocido que está preso en Piñero, al parecer la mujer comercializaba en las puertas de la penitenciaría los números de ingreso que se dan en la unidad para las visitas. Actualmente los turnos se gestionan en línea.
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En abril de 2020 la Justicia Federal de Venado Tuerto allanó un calabozo de la cárcel de Piñero en las derivaciones de una investigación por comercialización de drogas que se desenvolvía en el sur provincial. En la misma causa se allanaron domicilios de presuntos miembros de esta red en las ciudades de Venado Tuerto, Elortondo y Capitán Bermúdez, a donde los eslabones del grupo viajaban con frecuencia semanal para proveerse de sustancias estupefacientes. Justamente en Bermúdez el domicilio allanado fue el de Buenos Aires al 600, donde Jésica González cumple su arresto domiciliario con pulsera electrónica de control. Los operativos fueron ordenados por el juez federal Aurelio Cuello Murúa a raíz de una pesquisa que lleva el fiscal federal venadense Javier Arzubi Calvo.
Uno de los registros de abril fue en la Unidad 11 de Piñero, donde se encuentra alojado Maximiliano Ezequiel R., apodado el “Wacho Maxi”, quien fue imputado por la fiscalía como organizador de la banda y quien operaba principalmente a través de su madre y de un colaborador. El imputado estaba detenido cumpliendo condena por hechos de la órbita de la Justicia provincial y tiene antecedentes condenatorios por infracción a la ley de drogas; el 8 de noviembre de 2019 fue procesado por el Juzgado Federal de Venado Tuerto.
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Según estableció la fiscalía Maximiliano Ezequiel R. coordinaba desde la cárcel la adquisición, el pago, la logística del viaje y posterior distribución de los estupefacientes. En la totalidad de las medidas realizadas fue incautado material estupefaciente (cocaína y marihuana), elementos de fraccionamiento y corte, balanzas, dinero en efectivo, armas de fuego, municiones, teléfonos celulares, vehículos y documentación relacionada a las investigaciones.
Algunas directivas se relacionaban directamente con el acopio de armas de fuego y municiones para defenderse de quien él consideraba sus oponentes en el negocio. Los investigados manejaban granes volúmenes de estupefacientes, armas y dinero. El material era adquirido en Capitán Bermúdez, en la casa de calle Buenos Aires al 600 .
En tanto, a mediados de octubre de 2019 fueron detenidas en en un departamento del Fonavi de Lorenzini al 4600, en la zona sur, María “Tati” C., una mujer de 32 años sospechada como ladera de La Gringa. Y en Buenos Aires al 600 de Capitán Bermúdez, precisamente en la casa donde había sido arrestada la Gringa, cayó Jesica González, una mujer ligada a la banda.
La denominada Banda de "La Gringa" que presuntamente encabezaba esta mujer sindicada como una transera de Tablada con más de diez años de actuación, salió a la luz a partir de los incidentes en la puerta de la cárcel de Piñero, además se presume que la organización ofrecía la posibilidad de hacer ingresar objetos prohibidos al penal.
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Por otro lado en la misma época era investigada a partir de escuchas telefónicas en las que era mencionada en el contexto de homicidios o usurpaciones de vivienda. Según se supo, al tanto de que le seguían los pasos, una noche de sábado Ramona A. mandó a una emisaria a la puerta de la cárcel —una versión indicaba que era Tati— para que se encargara del negocio con las visitas.
Pero los visitantes no respetaron a la suplente. Entonces minutos después se detuvo frente al portón del penal un auto con dos ocupantes. Uno bajó y disparó contra las visitas y sólo hubo dos heridos leves por el rebote de las balas. Una semana después fueron detenidos en Capitán Bermúdez la Gringa y Claudio Ezequiel A., acusado de haber participado de los incidentes.