Poco había pasado de las 21 cuando tres hombres y una mujer bajaron de un Peugeot 206 azul en Forner y Renzi en el barrio Roberto Fontanarrosa (ex Zona Cero). "Váyanse a sus casas porque va a haber un muerto", dijo uno de los hombres mientras empuñaba una 9 milímetros. Los cuatro fueron a la casa de la esquina, en la que Leonardo Ponce, un ex convicto de 34 años, daba los últimos retoques al asado en la parrilla. Junto a él estaba su concubina, una hija pequeña y una pareja de amigos. "Entraron dos y hubo un intercambio de balazos adentro de la casa. A Leo le pegaron un par de tiros y lo sacaron a la vereda, donde lo remataron. El amigo hirió a uno de los atacantes, que se fueron en el mismo auto que llegaron", explicó una vecina. Ponce, quien estuvo detenido hasta octubre, murió sobre los yuyos en la vereda.
La Zona Cero cambió de nombre hace poco más de un año, se llama Roberto Fontanarrosa, pero sigue padeciendo males que llegan con parte de los vecinos que arriban a la barriada. "Estamos hace siete años. Venimos del barrio Moreno. Era tranquilo cuando llegamos. Mucho campo. Vimos nacer el resto del barrio y como iba llegando gente de otros lugares. Y ahora se nos está llenado el barrio de droga. Antes no se andaban cagando a tiros. Ahora dicen que mataron a un muchacho acá a la vuelta, que estaba en ese tema", contó una doña mientras tomaba mates con bizcochos. En la ex Zona Cero viven 1500 familias.
El barrio sigue emergiendo como una mole entre la autopista a Santa Fe y la zona más rural de Nuevo Alberdi. Allí existen cinco modelos de vivienda en versiones de una planta, dúplex, de propiedad horizontal en planta baja y para familias con miembros discapacitados. Sus calles y plazas tienen nombres de rosarinos destacados. En octubre pasado al barrio llegó Leonardo Ponce, un hombre de 34 años quien había pagado con rejas una condena a cuatro años en proceso abreviado por robo calificado. "Ella vive hace rato ahí con una nena (menor de 10 años). El armaba (fraccionaba droga). No había que ser muy bicho para darse cuenta. Andaba en un autazo (un Mercedes Benz), la nena tenía juguetes que no se ven por acá. Tenia una patineta eléctrica. Los nenes ven y hablan. Son inocentes. Sabíamos que armaba, pero no sabemos si vendía acá aunque había movimientos de autos caros", relató una vecina.
La esquina de Raquel Forner (ex 1399) y Juan Pablo Renzi (ex 13106), a 100 metros de la flamante escuela primaria 1400 "Zona Cero", es una invitación para que los pibitos jueguen en la calle. "Por acá casi no pasan autos y de noche no es muy recomendable llevarlos a la plaza (a unos 150 metros), los chicos se juntan en esa esquina a jugar", explicó una residente. Según se pudo reconstruir alrededor de las 21 los pibes jugaban ajenos a todo. Frente a una granja sobre Forner, cuatro personas esperaban en un Peugeot 206 estacionado. Los vecinos lo vieron allí entre una hora y media a dos.
Las vainas en el bolsillo
Ponce, su concubina y una hija residían en una dúplex sobre la ochava sudeste. Desde la vereda podía verse una importante pileta de lona en el fondo de la casa, a la que se podía llegar por un pasillo, y en uno de los costados un parrillero. "Estaban por comer un asado con una pareja de amigos. De hecho la carne quedó en la parrilla", describió un vecino. Ninguno pudo precisar cual fue el hecho que motivó que los cuatro que estaban en el auto bajaran del 206 y fueran caminando, unos 20 metros, hacia la casa de Ponce. Pasaron entre los nenes que jugaban y los mandaron a sus casas. Una vecina indicó que dos de ellos ingresaron hasta el lugar donde estaba la víctima. Y ahí se produjo el desenlace.
"Fue una balacera importante. Los que entraron dispararon contra Ponce. Le dieron en el pecho y lo sacaron para la vereda. El amigo empezó a los balazos también e hirió a uno, porque se iba rengueando para el auto y hay manchas de sangre. En la vereda a Leo lo remataron y se fueron. El amigo cuando se dio cuenta que estaba muerto empezó a juntar las vainas y se las metió en el bolsillo, por eso la cana no secuestro casi nada", explicó otro residente.
"Un vecino contó que el sábado vio el mismo auto dando vueltas, pero parece que no le dieron porque en la pileta de la casa estaba la nena con varios nenitos del barrio. Hace un mes atrás ya le habían disparado contra la casa. También le habían entrado y a la nena le robaron una patineta eléctrica. Se ve que lo venían siguiendo para matarlo. Y lo mataron", agregó otro residente.
Oficialmente se precisó que al llegar los investigadores a la escena del hecho la concubina les dijo que Ponce estaba dentro de su casa cuando recibió un llamado a su celular. Que entonces salió a la vereda y escuchó detonaciones. Al salir lo vio herido de muerte. Dijo desconocer quien o quienes lo agredieron. Se precisó que Ponce tenia una herida de arma blanca, además de balazos.
La causa quedó en manos de la fiscal Marisol Fabbro. Los vecinos confiaron que varios negocios tienen cámaras en la zona. En la escena del crimen se secuestraron vainas de 9 milímetros y calibre 45. La fiscal ordenó peritar el celular y auto de la víctima, este último que se encontraban frente al domicilio.