Una mayor incidencia de las economías delictivas, las siempre presentes organizaciones criminales y un porcentaje mayor de hechos planificados o encargados, muchas veces desde las prisiones donde los jefes de las bandas se encuentran detenidos, podrían ser algunas de las causas que despegaron al departamento Rosario del resto de la provincia durante 2022 en cuanto al notorio incremento de homicidios.
En todo Santa Fe el número de asesinatos llegó el año pasado a 406 víctimas (11,31 por cada 100 mil habitantes) y de ese total un 70% se produjo en el departamento Rosario, que registró su máxima tasa histórica con 288 casos según el informe anual elaborado por el Observatorio de Seguridad Pública (OSP) del Ministerio de Seguridad provincial a partir de una actividad de triangulación informativa entre fuentes policiales, judiciales y de salud.
El porcentaje no sólo es abrumador sino que implica bastante más que la media registrada en los últimos diez años, que rondó en torno al 55%. Y abre muchas más preguntas si se compara con los registros del departamento La Capital, que en 2022 bajó de un promedio del 30% del total provincial de crímenes al 16%.
En ese marco, de acuerdo a las cifras y el informe realizado por el Observatorio provincial, uno de los ítems más interesantes a tener en cuenta es analizar las motivaciones y contextos de los homicidios. Allí se observan algunas diferencias interesantes si el recorte se hace sobre el total provincial o se segmentan los departamentos La Capital y Rosario.
A nivel provincial, casi seis de cada diez homicidios se ubican en contextos de economías ilegales o de organizaciones criminales y uno de cada cinco en contexto de conflictos interpersonales. En el departamento La Capital, en cambio, un tercio de los homicidios obedecen en principio a conflictos interpersonales, mientras que otro tercio se inscriben en el marco de organizaciones criminales y/o economías ilegales. Y en Rosario, por el contrario, siete de cada diez muertes (el 70%) se dieron en principio en el marco de organizaciones criminales y/o economías ilegales y apenas cerca del 10% en conflictos interpersonales.
A pesar de estas diferencias, en las tres jurisdicciones se aprecia una tendencia creciente en la proporción de homicidios vinculados a organizaciones criminales y/o economías ilegales, tendencia que se sostiene en rasgos generales desde el año 2020. Mientras el porcentaje de homicidios en situación de robo es mucho menor que en estas categorías contextuales para todos los recortes territoriales.
Así, en el departamento Rosario se observa una presencia mayor que a nivel de la provincia o del propio departamento La Capital de homicidios que se inscriben en tramas asociadas a las organizaciones criminales y/o economías ilegales existentes en la zona, principalmente aquellas ligadas al negocio del naromenudeo y las disputas barriales que se producen para ganar territorios con ese fin. Mientras en Rosario la proporción es del 72% de los crímenes, los porcentajes son de 34,8% en el departamento La Capital y de 58,8% en el genérico provincial.
Pero así como se puede leer que hay una tendencia creciente en la proporción de asesinatos vinculados a las economías ilegales o las organizaciones criminales, también hay que destacar una baja sostenida en el porcentaje de casos vinculados a conflictos interpersonales y los homicidios en ocasión de robos. Así las cosas, los crímenes cometidos en el marco de disputas personales ocasionaron el 19,7% de las muertes en la provincia y en Rosario llegaron sólo a un 9,8% del total. Mientras que los asesinatos perpetrados como consecuencias de robos sumaron en Rosario un 4,9% del total cuando en 2020 habían llegado al 7,5% y en 2021 a sólo el 3,7%.
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Un dato por demás de interesante que surge del informe es el vinculado a la espontaneidad o no del homicidio. En ese sentido, el estudio del OSP sostiene que en el departamento Rosario tres de cada cuatro casos registrados, es decir el 75%, visualizan en su investigación que la agresión letal no fue espontánea sino que tuvo un componente aunque sea mínimo de planificación. Este indicador es superior al registrado a nivel provincial (67,8%) y al del departamento La Capital (54,5%), manteniendo niveles similares a los restantes años para los que se posee esta información.
Por otra parte, de acuerdo a las investigaciones en marcha o ya concluidas, en un 50,9% de las muertes violentas intencionales del departamento Rosario durante 2022 se detectó un mandato o pacto previo a su ejecución elevando la cifra a lo ocurrido en los dos años anteriores y sugiriendo la posibilidad de una tendencia al crecimiento. Y como en otros ítems, el indicador de planificación es más alto que el registrado a nivel provincial (40,1%) y en el departamento La Capital (16,7%).
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En ese contexto también pueden leerse los hechos en los cuales los destinatarios de los ataques no resultaron ser las víctimas fatales, lo que podría denominarse crimen “por error”. En relación a si la víctima del homicidio era o no la destinataria directa del ataque o si murió como consecuencia de una agresión que buscaba la muerte de otra persona, se pudo identificar en el trabajo del Observatorio que la víctima no fue la destinataria principal del ataque en 19 homicidios, 18 de ellos ocurridos en Rosario y el otro en el departamento La Capital. Traducido en porcentajes del 4,7% registrado en toda la provincia, en Rosario subió al 6,3%.
El informe del OSP destaca que en 2014 el 55% de los homicidios en la provincia se cometieron en el departamento Rosario; en 2016 bajó al 47% y en 2019 estuvo en el 50%. Esos fueron los valores habituales hasta 2022, cuando la cifra trepó al 70% en virtud de dos registros extremos: por un lado la cifra máxima alcanzada en Rosario y en la otra punta la pronunciada merma en la ciudad de Santa Fe, donde el registro llegó casi a los valores mínimos. Es que la media histórica en la capital provincial estuvo entre el 26% y el 30% hasta que en 2020 comenzó a bajar: en 2021 fueron un 24% del total provincial y el año pasado el porcentaje bajó aún más hasta el 16%.