Este miércoles por la tarde Jorge V. de 39 años y Lisandro A., de 23 años, estaban sentados en el estrado y frente al juez Gustavo Pérez de Urrechu. Son hombres jóvenes y con antecedentes por robos. Pasadas las 16 la fiscal Marisol Fabbro les imputó a ambos haber matado de dos tiros a Darío César Vittori, de 48 años.
Fue en Solís al 400 bis de barrio Ludueña y antes de disparar sobre Darío y un amigo les gritaron : "!En esta esquina no se vende, díganles que no vendan más¡", pero ni Vittori ni su amigo vendían drogas, los que vendían están a pocos metros, en uno de lo tantos búnker en Ludueña Ludueña. Luego de los alegatos de Fiscalía y los defensores el juez Gustavo Pérez de Urrechu dictaminó la prisión preventiva por dos años para los dos imputados.
Según testigos y vecinos de calle Solís, cerca de las 20.30 del 15 de noviembre dos personas llegaron hasta el pasillo de mitad de cuadra en el que estaban Vittori y un amigo. Uno de los intrusos vestía ropa de trabajo y llevaba tres baldes negros en la mano; preguntaron por un búnker y Darío les dijo que ahí nadie vendía y que se fueran. Pero, al retirarse, el hombre metió una mano en el balde, sacó un arma y disparó. A Gustavo, un amigo de Darío, la bala lo rozó. A Darío lo impactó de lleno en un costado y fue a su corazón; murió allí minutos después.
Apenas a 50 metros de allí un móvil de Gendarmería realizaba un control de rutina a autos y motos. Al escuchar los disparos, unos cinco, los gendarmes fueron hacia ese pasillo en el justo momento donde el atacante, aparentemente Jorge V., subía a una moto Honda Titán 150 manejada por Lisandro A.; comenzó así una persecución por parte de Gendarmería a la que se sumaron móviles policiales. Durante la carrera quien iba como acompañante comenzó a dispararle a los policías y el ataque fue respondido también a los tiros. En un momento quien disparaba tiró el arma y los baldes, metros después un móvil policial atropelló a la moto y los sospechosos cayeron al piso y fueron capturados.
Imputación
La fiscalía Marisol Fabbro les atribuyó el homicidio como coautores y sumó distintos testimonios de vecinos y del entorno de Vittori. "Un testigo sostuvo que vio a dos personas acercarse al pasillo, que antes las mismas personas habían estado en una plaza preguntando quien y dónde vendían drogas. Luego de interpelar a Vittori y su amigo uno de ellos sacó un arma y les disparó. Distintos testigos vieron a loas atacantes subirse a una Honda Titán 150cc para escapar y observaron el inicio de la persecución por parte de la Gendarmería. Por otro lado, también hay testigos que vieron el enfrentamiento y el intercambio de disparos entre los perseguidos y la policía y cuando la policía recogió el arma de la que se habían descartado. Asimismo se les atribuye haber portado, tanto en los momentos previos como posteriores a la comisión de los hechos, el arma de fuego calibre 9mm, utilizada para ocasionar el homicidio de la víctima, según consta en las pericias.“
Leer más. Doble crimen en Ludueña: "La policía sabía de este búnker"
Por otro lado, trascendió que quienes dispararon estaban "preguntando por el búnker de calle Bielsa, que hace años funciona, y por el de la familia G. que es lindero al pasillo donde vivía Darío", dijo un amigo de la víctima fuera del ámbito del CJP.
En tanto, los abogados de los imputados declararon que sus defendidos no fueron quienes dispararon y puntualmente el abogado de V. puso en cuestión que a bordo de una moto se pudiera disparar y descartarse de un arma y por otro lado que su "pupilo" habría sufrido apremios.
Luego V. , el imputado, dijo que era adicto. "Fui a comprar drogas después de trabajar, soy albañil, y de pronto apareció una moto roja desde la cual nos dispararon, Yo y Lisandro nos asustamos y salimos corriendo. La policía nos siguió y la moto roja fue para otro lado". Esta versión fue desechada por el juez Pérez de Urrechu, que ante las distintas evidencias de testigos dijo que le parecía “poco convincente" la versión de la moto roja.
Luego, y amprados en la Ley de víctimas, el juez le dio la palabra a Julio, hermano de Darío: “Quiero que la Justicia les caiga con todo su peso. Estamos destrozados como familia" y la sobrina de Darío gritó : "Ojala se pudran en la cárcel hijos de puta" y agregó "como familia nos sentimos muy destrozados. Mataron a un pilar fundamental ,al mejor amigo de mis hijos, además de ser su tío. Mataron a un gran papá ,hijo ,hermano , tío y amigo .
Vittori regenteaba un comedor comunitario y acompañaba a su hijo mientras repartía paquetes y comidas con una aplicación de delivery. También hacía ese trabajo cuando tenía tiempo libre en el comedor en el que, paradójicamente, están anotados los integrantes de la familia que comanda el búnker de venta de drogas."Le gustaba jugar al fútbol, en el barrio todos lo conocían "Nino" y le daba de comer a muchos chicos, ese era mi papá", dijo su hijo.
Al fin de la audiencia el Juez de primera instancia Gustavo Pérez de Urrechu tuvo por formalizada la audiencia, haciendo lugar al pedido Fiscal, disponiendo para ambos la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.∏