Los hombres que planeaban cometer un ataque a tiros en el barrio Parque Casado en agosto de 2022 iban hacia ese objetivo en un auto robado, un Peugeot 207 que se les rompió en el camino. Lejos de resignar el plan, frenaron el paso de una familia que iba en un Chevrolet Meriva por la zona sur y bajo amenazas con un arma lo sustrajeron para seguir viaje. Al llegar frente a la casa de Rubén Colatrelli abrieron fuego con una pistola y le causaron múltiples heridas letales. Los dos detenidos aquel día tras una persecución policial fueron condenados ahora a prisión perpetua como coautores del asesinato, de móvil desconocido.
Ese fue el resultado del juicio oral que transcurrió los últimos días en el Centro de Justicia Penal. El tribunal integrado por los jueces Gonzalo López Quintana, Silvana Lamas González y Gonzalo Fernández Bussy condenó a prisión perpetua a Dariel Segovia y Gustavo Valdez, ambos de 21 años. Por circular en un auto robado, sustraer otro, ejecutar a Colatrelli y dejar herido a su hijo los consideraron coautores de varios delitos: encubrimiento, robo calificado, un homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, otro en grado de tentativa, resistencia a la autoridad y portación de arma de guerra.
Colatrelli, de 66 años, fue asesinado en la puerta de su casa del barrio Parque Casado el 6 de agosto de 2022. Según la reconstrucción que plantearon en el juicio los fiscales Carla Ranciari y Adrián Spelta, el plan criminal comenzó con la búsqueda de movilidad. Nueve días antes del homicidio robaron un Peugeot 207 gris en Fraga al Fraga al 1700. El día del asesinato, a las 16, los atacantes iban en ese auto pero al llegar al cruce de Brandoni y Oroño sufrió un desperfecto que los obligó a cambiar de vehículo.
Entonces interceptaron el paso de un Chevrolet Meriva que manejaba una mujer acompañada por algunos familiares y bajo amenazas con un arma los obligaron a bajar del auto. En ese vehículo siguieron adelante hasta el domicilio de la víctima, en la cuadra de La Broca al 2800. Llegaron allí a las 17.20. Un minuto después detuvieron la marcha y dispararon contra Rubén y su hijo que estaban parados en la puerta de su casa.
Las víctimas resultaron con heridas gravísimas. Colatrelli fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde murió el 18 de agosto de 2022 a raíz de una falla multiorgánica producto de las lesiones sufridas. Su hijo sobrevivió.
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Los acusados fueron detenidos el mismo día del ataque. Apenas concretada la balacera escaparon en el Chevrolet. Personal del Comando Radioeléctrico los divisó en el cruce bulevar Seguí con Espinillo y comenzó a seguirlos. La persecución continuó hasta la intersección de Uruguay y Felipe Moré, donde uno de los sospechosos —un hombre hasta ahora no identificado— bajó del vehículo y huyó a la carrera.
Allí Valdez se bajó por la puerta del conductor esgrimiendo una pistola Taurus 9 milímetros y les apuntó a los efectivos policiales. Éstos realizaron un disparo disuasivo y lo detuvieron junto con Segovia. El arma fue secuestrada.
Pese a llegar a dos condenas, la investigación nunca pudo establecer más que hipótesis acerca de los motivos por los cuales fue acribillado. Una de las teorías fue que el ataque estaba dirigido contra su hijo, que fue herido en la balacera, pero que siempre negó haber estado involucrado en alguna trama criminal. Una cuestión que tampoco se comprobó en el marco de la pesquisa. Tampoco podría descartarse que el ataque haya tenido otro blanco y que las víctimas hayan sido baleadas por error.