Como rezan la mayoría de los manuales del fútbol. Apostando a metas cortas, lógicas y alcanzables. Sacándole el mayor rédito a los recursos disponibles. Sin nublar el horizonte con metas que excedan su alcance y su potencial. Paso a paso. De atrás para adelante. Así, persiguiendo esos lineamientos, está renovando y reconstruyendo Cristian Fabbiani a este Newell’s, mientras entra en la última recta de la fase de grupos del torneo Apertura.
Si este equipo guarda todavía chances de clasificar a la próxima instancia de este certamen, después de un inicio de temporada tormentoso, es debido al gran trabajo que está llevando adelante el entrenador, sobre todo en el aspecto anímico, apuntando a arengas emotivas que luego derivaron en señales de compromiso colectivo y en perceptibles mejoras futbolísticas sobre el campo de juego.
El Ogro entendió dónde debía atacar con su fórmula de revitalización. Desde su criteriosa plataforma de sentido común apuntó a destrabar esa dinámica negativa que había envuelto al conjunto leproso en un manto de caídas constantes y que no le permitía ponerse de pie. No podía animarse a afrontar ningún objetivo, si no restablecía sus señales de vitalidad esenciales para darle contenido, credibilidad y carga emotiva a cualquier cruzada.
Fabbiani entendió las prioridades
Con mucha astucia, el técnico comprendió ese rango de prioridades, trabajó primero en lo emocional, y está logrando respuestas (individuales y colectivas) que están quedando a la vista, y se transforman en el mejor motor de motivación interno para seguir por el mismo camino.
Y para generar ese efecto de reacción, también fue muy importante el confiar en la propia tropa. Fabbiani forjó en sus dirigidos un vínculo con sentido de responsabilidad que desembocó en presentaciones donde el equipo hizo gala de una entrega innegociable, y detrás de esa guía hizo transcurrir todos los demás aspectos. Si prejuicios. Atendiendo a lo que tiene.
Esa postura le permitió al elenco rojinegro animarse a subsanar problemas importantes y disimular limitaciones y complicaciones que fueron apareciendo en este sendero de reacción que sorprende a propios y extraños en el parque Independencia.
El Ogro no se ata a nada
En este escenario, la falta de ataduras de Fabbiani en relación al dibujo táctico y a las propuestas específicas que elabora para cada compromiso, le favorece a esta versión de Newell’s que muestra este interesante rasgo de versatilidad.
Eso lo lleva a defender en algunas ocasiones con cinco atrás, en otras oportunidades con cuatro, y muchas veces, en medio de la disputa del partido, realiza modificaciones de esquema con la intención de reforzar ideas e intenciones mientras queda tiempo de disputa.
En esas variantes, el DT encontró un hombre que le quitó trabas a estas consignas y que le acercó muchas opciones y soluciones concretas a esos movimientos, a esas búsquedas. Tomás Jacob, un futbolista de la casa, le brindó un abanico más amplio de posibilidades y Fabbiani le está sacando jugo a esa predisposición total que muestra el pibe en cada pleito.
Jacob y su predisposición
Jacob, que es marcador central de vocación, en su irrupción en primera se adaptó a jugar de lateral derecho, y con el Ogro acepta cumplir el doble rol de volante y defensor. Con esa actitud altruista, se está convirtiendo en valor de cada vez mayor consideración, ya no de recambio. Y los hinchas rojinegros ya se lo reconocen con aplausos.
Con él en cancha, el DT busca cubrir mejor las espaldas de Banega, para poder liberarlo al capitán a una zona donde sus aportes son más determinantes. Y es una elección que el DT leproso repitió en los últimos cotejos debido a que se encuentra muy conforme con el funcionamiento en esa zona.
Esa apertura del técnico, la está volcando de a poco a todos sus jugadores. Y desde esa falta de prejuicios, y desde esa férrea determinación, consiguió un nivel extraordinario del arquero Keylor Navas, logró que dos experimentados como Luciano Lollo y Víctor Cuesta entren en ritmo, disimulen ciertas falencias que les impone el almanaque, y se conviertan en aportes positivos.
De esta manera, las evidentes mejoras en defensa son clave en esta reacción que está evidenciando Newell’s en el torneo, y que no se sabe aún hasta dónde lo catapultará.
Navas cerró el arco
El buen trabajo de la última línea de Newell’s también se refleja en números y estadísticas que sirven para definir y resaltar algunos rasgos de la remontada de Newell’s en este certamen.
En el torneo Apertura, el equipo rojinegro extiende una racha positiva de 6 partidos sin caídas. Esa serie incluye 3 triunfos: Tigre (2-0) en Victoria, Boca (2-0) en el Coloso, y Atlético (2-1) en Tucumán; y 3 igualdades: Argentinos (0-0) en el Parque, Estudiantes (1-1) en La Plata, y Belgrano (0-0) en el estadio Marcelo Bielsa.
Para tomar dimensión de lo alcanzado vale recordar que la vez anterior que el conjunto leproso hilvanó seis pleitos sin perder por el torneo local fue hace más de tres años, con Javier Sanguinetti como entrenador.
El primer eslabón de esa cadena lo conformó Navas, que en los últimos cotejos alcanzó rendimientos propios de una estrella de nivel internacional y es la primera explicación que sirve para comenzar a entender la reacción de Newell’s en el Apertura.
El notable guardameta costarricense acumula 335 minutos sin recibir goles por la Liga, pudo cerrar el arco contra Boca, Tigre y Argentinos Juniors, y desde ese respaldo extraordinariamente firme que surge desde atrás, el resto del equipo está consiguiendo subir sus rendimientos y que el conjunto rojinegro se acerque cada vez más a producciones convincentes.
En los guantes de Navas se empiezan a explicar las razones que están apuntalando este proceso de revitalización que le permite todavía pelear por algo, cuando hasta hace muy poco parecían cuestiones lejanas y ajenas.