Para encontrar una palabra autorizada a la hora de hablar del gran momento que atraviesa Luciano Pocrnjic hay que cruzar la coordillera de los Andes y hacer escala en Chile. Allí está nada menos que Justo Villar, de gran presente en Colo Colo. El arquero paraguayo compartió el plantel con Lucho en lo que fue el título rojinegro de 2004, en el equipo que conducía el Tolo Gallego. Es decir que Villar vio los primeros pasos profesionales de Pocrnjic y hasta forjaron una gran amistad, que los llevó incluso a unirse como compadres. "Me alegro muchísimo por este presente de Lucho. Se lo merece. Es un arquero técnicamente muy bueno. Además le pega a la pelota muy bien con los pies. Por ahí le faltaba la oportunidad para demostrar sus grandes condiciones", le confió Villar a Ovación, con un tono de felicidad por el presente que atraviesa su amigo y colega.
La gran amistad que comparten Lucho y Justo los llevó a unirse como compadres. Es que el hoy arquero rojinegro es el padrino de Yamila, la hija de Justo. "Somos compadres. En la actualidad no hablamos tan seguido, pero lo llamé hace poco para su cumpleaños (nació el 4 de agosto de 1981) y lo noté muy feliz", relató el guardameta paraguayo.
—Compartiste muchos entrenamientos en Newell's con Lucho, ¿cómo lo definís como arquero?
—Siempre me pareció técnicamente muy bueno. Los arqueros por ahí tenemos mala fortuna de jugar partidos maravillosos y otros en los que las cosas no nos salen tan bien, y como que volvés para atrás. Pero el arquero crece con el tiempo, ganando experiencia, algo que Lucho está tomando muy bien a esta altura de su carrera. Me alegro mucho por él.
—¿Lo veías con chances de afianzarse en el arco de Newell's cuando compartían el plantel con el Tolo Gallego?
—Sí, seguro. Pero no tuvo continuidad porque uno andaba bien en el arco y era mejor no darle muchas chances (risas). Tenía que hacerme fuerte cuando llegué a Newell's y atajé casi todos los partidos.
—Igual tenés el mejor concepto de él como arquero y compañero.
—Como arquero es muy bueno y además es una gran persona. Conozco al hermano, a los padres y a la abuela. Ibamos a comer a Chovet y la pasábamos muy bien. Lucas Súarez también entrenaba con nosotros, que era el tercer arquero. Tuve muy buena amistad con ellos. Y también aparecía Nahuel Guzmán. Era un grupo bueno. El entrenador de arqueros era César Jaime. Armamos un gran grupo de arqueros y nos juntábamos seguido.
—Es un puesto complejo en la competencia, ya que ataja uno y el otro va al banco, pero a pesar de ello hicieron una gran amistad buscando ambos siempre lo mejor para el club.
—No es fácil porque entre los arqueros juega uno solo y siempre puede haber un poco de egoísmo o envidia de alguna de las partes, pero con ese grupo de arqueros en Newell's me llevé siempre bárbaro.
—¿Cómo te sentís en Colo Colo de Chile?
—Muy bien. Llevo tres años acá y fuimos dos veces campeones. Es un club grande, con mucha convocatoria y uno convive con esta responsabilidad. Estoy feliz con mi familia, aunque de vez en cuando la ciudad (Santiago) tiembla un poquito (risas).
—¿Quizás en algún momento tu camino y el de Newell's se vuelvan a juntar?
—Puede ser. Siempre pensamos en eso con mi mujer. Porque tenemos grandes familias amigas allá que seguimos teniendo buena relación. Aparte el cariño con la gente es genial. Mi hijo (Tobías) es enfermo de Lepra, ya que disfrutó el campeonato del 2004 (su otro hijo es Matías). Hay una linda relación entre lo que soy yo como profesional y el club, con un gran cariño de la gente que siempre me lo demuestra por las redes sociales.
—¿Cuál es el objetivo a corto plazo en tu carrera?
—Firmé dos años más y tengo la posibilidad de terminar el contrato en Colo Colo que vence en junio de 2018, así que hasta los 41 años tengo trabajo (risas). En el futuro no me voy a desviar del fútbol. Claro que alguna vez me gustaría volver a Newell's y ojalá lo pueda cumplir. Igual cada vez que pasan los años es más complicado.
—Tenés una gran relación con el Tata Martino, ¿cómo viviste su alejamiento de la selección argentina?
—La verdad es que uno sufre un poco porque conoce la calidad de personas que tiene ese cuerpo técnico. Yo creo que al final salió por algo político, por la presión de no poder lograr un campeonato, algo que no es fácil. Esto no me cambia la manera de pensar en cuanto a lo profesional y a las grandes personas que hay en ese grupo. Estuvieron en el Mundial de Sudáfrica con Paraguay junto a nosotros, fueron a dirigir Barcelona, pasaron por la selección argentina y salieron campeones con Newell's. Creo que hay cosas muy positivas de ese cuerpo técnico y son las que hay que rescatar.
Apoyo a Maidana
Justo Villar se solidarizó con el problema de salud que atraviesa Julián Maidana. "Le deseo una pronta recuperación", confió Villar, que además le mandó un saludo a la distancia a la peña leprosa de Alvear que lleva su nombre.