Central se prepara para un domingo fuerte. Desde lo deportivo, desde lo emocional. Para un domingo de esos que generan una expectativa potente. Será la primera vez que el Canalla juegue en el Gigante de Arroyito tras la desaparición física de Miguel Ángel Russo, ese técnico que al partir generó un mar de lágrimas en los hinchas, jugadores, dirigentes, en todos. Será el reencuentro del equipo con sus hinchas después del gran triunfo obtenido en cancha de Vélez, el tercero de manera consecutiva. Incluso la presencia del Kily González le dará un condimento especial a la tarde-noche de Arroyito.
Fueron muchos los días que tuvo la gente de Central para recordar, llorar o agradecerle, de la forma que sea, a Russo. De hecho, muchos viajaron hasta la mismísima Bombonera para despedirlo. Todos miraron con atención y congoja lo que fue el homenaje que se le hizo en cancha de Vélez, en la previa del partido contra el Canalla. Pero lo que se espera es distinto a todos. Al menos lo parece.
Es una incógnita si el club preparará algo en especial, aparte del minuto de silencio que seguramente se realizará. Pero tampoco es esencial si ocurre algo extraordinario, que contribuya a potenciar la angustia. Ya el simple hecho de estar en Arroyito será suficiente para los hinchas que lo hagan para sentir que la tarde del domingo será especial.
El primero en el Gigante después de lo de Russo
Ni más ni menos porque será el primer partido como local tras lo ocurrido. Porque será en el estadio en el que Miguel se sentó por última vez como técnico visitante. Aquella vez hizo un esfuerzo supremo para viajar a Rosario y, como esperaba, recibir el cariño de los hinchas canallas. Fue un esfuerzo que para la gente de Central resultó placentero y para Miguel sin dudas también.
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Russo
La imagen de Russo estuvo presente en la previa del partido entre Vélez y Central, dos equipos que dirigió.
Virginia Benedetto / La Capital
Quizá no haya palabras para graficar lo fuerte que resultó para el mundo Central la partida de Miguel porque ese sentimiento de angustia extrema quedó a la vista de todos. Pero hay imágenes que la resumen a la perfección.
Cuando Alejo Veliz anotó de cabeza frente a Vélez, corrió como loco a festejar el tanto, pero lo hizo tocando el parche con la cara de Russo que en Central habían estampado en la camiseta, a la altura del pecho.
Malcorra hizo lo mismo
Cuando Ignacio Malcorra marcó de penal en el cierre del partido, tras el abrazo de todos, miró al cielo, levantó sus brazos, con una mano mostró el parche y con el dedo índice de la otra lo señaló cuantas veces pudo.
En esas dos acciones fue el reconocimiento de todos, de los futbolistas que lo tuvieron como técnico y quienes dieron la vuelta olímpica hace menos de dos años; también de los hinchas que siempre lo respetaron y admiraron. Quien quiera pensar que se trató de una victoria monitoreada y guiada desde arriba por Miguel, tiene todo el derecho de hacerlo.
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Fue un triunfo de altísimo impacto en medio de las expectativas de Central, para acomodar al equipo entre los ocho primeros del grupo B, pero también para echarle una palada de abono a esa condición de líder absoluto en la tabla anual. Jugar la Copa Libertadores es una obsesión en Arroyito y esos tres puntos lo acercaron aún más para repetir aquello que el Canalla hizo por última vez ¿de la mano de quién?, sí de Russo, en 2024.
CentralVB
En cancha de Vélez, Central logró su tercer triunfo consecutivo. Con ese envió llega al choque contra Platense.
Virginia Benedetto / La Capital
El Canalla, con aura ganadora
Bajo ese aura ganadora (después de tres triunfos consecutivos), Central llega a este domingo contra Platense en el que espera por un nuevo contundente respaldo por parte del hincha, pero sobre todo sabiendo de la necesidad de mantener firme el pie en el acelerador.
Desde lo futbolístico, el momento es el mejor en el torneo, con tres victorias en línea, dos de ellas ante rivales también protagonistas como lo son River y Vélez. Por eso la expectativa, el deseo y, también, el desafío. Si el Canalla mete un triunfo más empezaría a sellar su sueño de Libertadores y a encaminarse a ese primer puesto en la tabla anual que viene con yapa: la chance de jugar la Supercopa Internacional (frente al ganador del campeón del Apertura, Platense, contra el del Clausura).
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Y si al domingo le faltaba algo, al equipo que Central deberá ganarle es al Platense del Kily González, ese otro enorme referente de la historia canalla, que las vivió todas como jugador y como técnico y que, entre otras cosas es compinche de Angelito Di María.
Kily
El Kily se emocionó hasta las lágrimas en el homenaje a Russo. El referente canalla vuelve al Gigante, pero como DT rival.
La emoción del Kily González
El mismo Kily que por ahí no tiene el consenso de otros, pero que se emocionó hasta las lágrimas en el minuto de silencio entre Platense y Riestra cuando se homenajeó a Russo, el DT que lo dirigió en 2009 en aquella patriada sin cuartel por la permanencia en la promoción contra Belgrano. Fue uno de los que más tiempo estuvo en el velatorio de Russo. Lo hizo durante casi cinco horas.
Es el Kily González que en su momento tomó las riendas del primer equipo y, con aciertos y errores, promovió (de manera forzada) a muchos chicos de las inferiores, entre ellos a Alejo Veliz, hoy figura indiscutida en este Central de Holan.
La AFA autorizó para este partido un minuto de silencio (fue obligatorio en todas las canchas la fecha pasada) porque será el primero que Central juegue como local tras el fallecimiento de Russo. Eso sólo será de emoción plena. Lo demás, lo futbolístico tendrá lo suyo y será otro condimento para un domingo que se las trae.