Al seleccionado nacional todavía lo envuelve el halo triunfal por lo forjado en Qatar. Sigue en estado de éxtasis permanente. Aquella consagración instaló un clima de euforia que derivó en una relación con el pueblo argentino pocas veces vista, pocas veces tan celebrada. Así, cada partido, cada compromiso, cada viaje, cada entrenamiento, se transforma en un masivo ritual de agradecimientos recíprocos. Y ese colorido y emotivo marco blindará su camino al próximo Mundial, que para los nuestros comienza este jueves frente a Ecuador, desde las 21, en el Monumental.
La obtención de la Copa del Mundo fue la llegada a una meta muy esperada y a la vez representó el inicio de un nuevo ciclo con Lionel Scaloni al frente del sueño de mantener al equipo en la cima y de tratar de ampliar las vitrinas con nuevas gestas. Apoyado en el inmenso envión anímico por lo conseguido, en tratar de aprovechar la etapa de cierre de Leo Messi en el fútbol profesional, y en una camada con muchos jóvenes que ya conocen los lineamientos pretendidos. Cartas determinantes de cara a un futuro inmediato que ilusiona, hacia adentro y hacia afuera.
Argentina está donde siempre quiso estar. Se sacó de encima las persistentes malas rachas y construyó por méritos propios un reinado con bases firmes. A partir de ahora, la intención es ver si esto alcanza para animarse a ir por más.
A esa esperanzadora plataforma de renovación de expectativas comenzaron a arribar desde la mañana de este lunes los jugadores del seleccionado para poner el foco en el arranque de la preparación para el debut en las eliminatorias sudamericanas, de cara al Mundial Estados Unidos-Canadá-México 2026.
Mientras en la delegación esperan la llegada de Messi para este martes, los primeros que aterrizaron fueron los procedentes de Inglaterra. En ese grupo estuvo el ex leproso Lisandro Martínez, cuya presencia había quedado en duda tras salir con molestias en el partido del domingo ante Arsenal, por la Premier League.
No hay lesión
Finalmente, tras los estudios médicos de rigor, se supo que lo del defensor de Manchester United es solo un golpe, no hay lesión ósea.
En ese primer grupo de arribados estuvieron el ex canalla Facundo Buonanotte, Alexis Mac Allister, Alejandro Garnacho, Cristian Romero y Emiliano Martínez.
Más tarde, desde diferentes orígenes, llegaron los arqueros Juan Musso y Walter Benítez; el mediocampista Exequiel Palacios y el delantero Alan Velasco, una de las novedades de la convocatoria del entrenador Lionel Scaloni.
Luego fue el turno de Rodrigo De Paul, Juan Foyth, Nahuel Molina y Ángel Correa, quienes abordaron en España el mismo avión que los depositó en el aeropuerto de Ezeiza.
Como siempre, las mayores expectativas están puestas en el desembarco del crack rosarino, Lionel Messi, que se produciría en su avión privado en la madrugada del martes.
El plantel albiceleste ya comenzó a practicar por la tarde en el predio de Ezeiza, donde este martes se producirá el primer entrenamiento con el plantel completo, con una ventana de 15 minutos abierta para los medios de prensa.
Según comunicaron desde la Asociación del Fútbol Argentino, Scaloni brindará una conferencia de prensa el miércoles, antes del último ensayo con vistas al partido debut, que será frente a Ecuador, el jueves desde las 21, en el estadio Monumental.
Si bien todavía es muy prematuro para aportar precisiones sobre la alineación que pretende utilizar Scaloni para medirse con la selección tricolor, todo indica que el entrenador se inclinaría por usar una formación muy parecida a la base de lo que puso en la final ante Francia en Qatar (Dibu Martínez; Molina, Romero, Otamendi y Tagliafico; De Paul, Enzo Fernández y Mac Allister; Messi, Julián Álvarez y Di María).
Cinco días después, Argentina afrontará su primer compromiso en condición de visitante contra Bolivia, en la altura de La Paz, por la segunda jornada de la clasificación mundialista.
Así, arranca la Scaloneta una nueva ilusión. Así, encara el desafío de sostenerse (y no marearse) en lo más alto.