El contexto no es el deseado en Central, pero es lo que toca afrontar. Porque ya con el torneo en marcha Leandro Somoza no tiene el potencial futbolístico que seguramente imaginó en la previa de la competencia y con lo que cuenta debe buscar que el presente canalla mejore. Es que esa es la premisa hoy en Arroyito, la de levantar un poco la vara después de todo lo malo que se hizo en el torneo anterior. La primera prueba fue apenas superada por las contingencias que se dieron en ese choque contra Lanús, pero hoy ya toca Huracán, de visitante, donde Central tiene un rojo llamativo bajo la conducción de Somoza, ya que los cuatro partidos que dirigió como visitante su equipo no logró sumar ni siquiera un punto.
Central se debate hoy entre su escasez de recursos, el flojo nivel futbolístico y, además, el fastidio que carga Somoza por la falta de refuerzos que le permitan buscar algo distinto de lo que su equipo venía haciendo. Es que cada vez que pudo, el entrenador dejó sentado que le falta materia prima.
Pero en el medio de todos esos imponderables, entendibles por cierto, hay obligaciones de por medio, en las que las excusas no llegan a pisar con la firmeza necesaria. La necesidad de ganar para que la credibilidad del proyecto se potencie está sobre la mesa y contra ello también se lucha.
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Central viene con el pie cambiado jugando como visitante. Con Somoza perdió todo lo que jugó.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Para bien de Central la mano no arrancó demasiado torcida. Es más, en cierta forma el equipo dio algunas muestras de rebeldía en ese debut en el que tuvo que lidiar contra la inferioridad numérica durante medio partido. Desde ese lado es entendible la sensación de que fue bueno el negocio que se hizo en el arranque.
Ahora, los problemas futbolísticos en Central siguen existiendo y contra eso no hay muchos argumentos que sirvan para ensayar algún tipo de defensa. Porque en el receso el equipo no logró desembarazarse de la mediocridad futbolística y ello lo llevó a no poder dar un salto de calidad en cuanto al juego. En esos primeros 45’ contra Lanús, once contra once, los problemas fueron evidentes.
Cabe la especulación de que de haber llegado un par de refuerzos en tiempo y forma Somoza hubiera contado con otro tipo de herramientas, pero ya no habrá manera de comprobarlo. Sólo resta por esperar qué tipo de crecimiento entregue el equipo cuando esos nombres que se buscan de manera incesante ya estén junto al grupo y condiciones físicas y futbolísticas para empezar a aportar su granito de arena.
Somoza se vio en la obligación de tocar el equipo por la expulsión de Marcelo Benítez, pero todos en Arroyito saben que las alternativas de recambio hoy no abundan y que para meter algún golpe de timón importante sería necesario echar mano a chicos que aún no tienen minutos en primera.
Al entrenador también se le podría atribuir una alta cuota de responsabilidad en todo lo que sucede por aquella decisión que tomó en el final del semestre anterior al darle de baja a muchos jugadores. Sin dudas creyó que era lo más conveniente, pero no reparó en el detalle de que lo que se venía era un mercado de pases dificultoso.
Como sea, Central sigue con las cuentas en rojo y con un entrenador que, aun con poco material a disposición, tiene la obligación de lograr que su equipo inicie el despegue. Para lograr algo de eso hoy en cancha de Huracán el canalla tendrá que romper con ese karma que lo persigue a sol y a sombra cada vez que sale del Gigante. Por eso, tras el pitazo inicial no habrá falta de refuerzos ni ninguna otra variable de excusa. Porque las fechas pasan y las exigencias no entienden de contextos.
Un cambio lógico y ¿cuántos concentrados?
Seguramente Leandro Somoza no imaginó estar parado frente al escenario que se le presentó en las primeras fechas de este torneo. Porque en medio de la falta de jugadores rápidamente tuvo que meter mano en el equipo por la baja del suspendido Marcelo Benítez. En ese sentido las cosas parece estar más o menos clara, con el ingreso de Nazareno Romero, de quien habrá que ver dónde se para, si como volante por izquierda o más al centro, junto a Claudio Yacob. Lo que sí, el técnico canalla tendrá incluso menos alternativas que en el primer partido y quizá ese fastidio hay sido el motor de la decisión de no dar a conocer la lista de de jugadores que viajaron en la tarde de este jueves y quedaron concentrados en un hotel céntrico de Capital Federal.
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Somoza está con algo de fastidio porque los refuerzos no llegan.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Hubo tiempo para las especulaciones sobre quién podía ser el reemplazante de Benítez, pero para Somoza debe haber sido una situación similar a la que hizo referencia en la conferencia pospartido, cuando dijo que miraba el banco y veía a todos chicos. En la semana también pudo analizar distintas alternativas, pero ni no era Romero indefectiblemente debía caer en un juvenil.
Después, habrá que ver cuál será la posición de Romero, quien cuando le tocó ingresar (por Gamba) el pasado lunes lo hizo como doble cinco. De esa forma el equipo cambió su fisonomía desde o táctico y se paró con dos líneas de cuatro, con el Pupi Fereyra bien volcó sobre la izquierda.
A excepción de aquel partido contra Tigre, el del debut de Somoza como DT, en todos los demás utilizó la figura del enganche, por lo que si es consecuente con su idea, el equipo debiera jugar de la misma forma esta noche ante el Globo. Pero claro, esta vez no está Benítez y el técnico habrá evaluado si Nazareno Romero puede cumplir esa función. Igual, está muy fresco el dato de que con dos líneas de cuatro (claro que fue por una situación especial) Central mostró una mejor cara que con el esquema original.
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Mateo Tanlongo, ya recuperado del Covid, fue uno de los que se sumó a la lista.
En este partido cuando Somoza se dé vuelta y mire el banco volverá a tener las mismas caras, en su mayoría chicos. Es más, además de la baja de Benítez también estará la ausencia de Julián Velázquez, quien en la práctica del miércoles sufrió un esguince de rodilla. Es decir que serán dos futbolistas menos, algo que será contrarrestado en cierta forma por la inclusión de Mateo Tanlongo. Igual, la decisión del cuerpo técnico en esta ocasión fue no dar a conocer la lista de concentrados.