El Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe liberó este jueves en una estancia del Paraje Nogués, departamento General Obligado, a tres monos carayá, tres coatíes y más de 40 loros que fueron rescatados y rehabilitados por profesionales.
Los animales, liberados en la Estancia Santa María, a unos 50 kilómetros al noroeste de la localidad de Villa Guillermina, habían sido rescatados y rehabilitados por profesionales en el Centro de Rescate e Interpretación de Fauna La Esmeralda, en la ciudad de Santa Fe.
La ministra de Ambiente y Cambio Climático, Erika Gonnet, dijo que “esta liberación es otro ejemplo del trabajo permanente que desarrollamos junto al equipo de profesionales del Centro de Rescate La Esmeralda en diferentes puntos de la provincia”.
“Durante 2023 ingresaron más de 300 ejemplares y ya liberamos 70 animales”, precisó la funcionaria.
En la ocasión se liberaron tres monos carayá de la especie Alouatta carayá. Son dos machos juveniles y una hembra adulta, que tras varios meses de trabajo en la consolidación del grupo y rustificación de la dieta se encontraban en estado óptimo para ser liberados.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta especie está catalogada a nivel mundial como “casi amenazada” y su población en disminución.
En tanto los tres coatíes (Nasua nasua) nacieron en el Centro La Esmeralda. El coatí es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los prociónidos, habita fundamentalmente en las selvas de Sudamérica y en la zona meridional de Centroamérica, y es considerada como una especie de “preocupación menor”.
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Por su parte, los 42 loros liberados, cuyo nombre científico de la especie es Amazona aestiva xanthopteryx, es la cuarta bandada liberada desde que existe el plan de manejo y recuperación de fauna implementado por la provincia.
El Amazona aestiva está catalogada como especie amenazada, según el Convenio sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).
En Argentina se encuentra en retroceso poblacional, según la Dirección Nacional de Biodiversidad, a causa de la pérdida de hábitats y el tráfico ilegal.