Repartidores de la aplicación Pedidos Ya realizarán este sábado un paro nacional de 20 a 24 para reclamarle a la empresa multinacional una actualización en la tarifa. Además, solicitan "claridad" en los pagos por cada prestación y el cese de "pedidos múltiples", y de despidos y sanciones injustificadas. "Queremos volver a una mesa de diálogo como alguna vez supimos tener en prepandemia", reclamó el referente de la Asociación de Repartidores Independientes de Rosario (Arir), un colectivo de trabajadores freelance que sigue reivindicando la política de "auto representación", sin sindicatos ni organizaciones políticas de por medio.
El algoritmo y la respuesta a través de un software a falta de una cara visible es lo que más angustia desde hace tiempo a los repartidores de la aplicación Pedidos Ya. Ocurre que desde la pandemia hubo un quiebre en esas relaciones laborales y desde entonces algunas cosas consideran que funcionan, que "no está todo mal", pero aún deben remarla para conseguir una actualización salarial que se traduce en la tarifa que perciben por cada pedido entregado en tiempo y forma a través de la aplicación.
"Necesitamos una mesa de diálogo con la empresa, queremos que den la cara; no pueden seguir funcionando así y, además, se podría estar mucho mejor", sostuvo Catalano en declaraciones a La Capital respecto a la protesta que encabezarán este sábado, una suerte de apagón de la aplicación y en la que no habrá servicio disponible de quienes se plieguen a la medida de fuerza durante ese lapso, precisamente en una hora pico de Pedidos Ya. Se estima que repartidores de 18 ciudades del país se plegarán a la medida que, según adelantó, "en el 90% de las veces" la empresa acusa recibo.
Al argumentar una nueva huelga, el repartidor explicó: "Ocurrió que la empresa empezó a otrogar los aumentos correspondientes y lo hacía cada dos o tres meses, pero resulta que ahora, con el ritmo que avanza la inflación, necesitamos que regulen las tarifas, ya que los locales aumentan sus precios y nuestro servicio sigue igual. Por eso, en caso de no obtener respuestas, vamos a volver a organizar una movida similar y sumar más ciudades".
El mundo es un algoritmo
Según comentó Catalano, ni bien comenzó Pedidos Ya y pertenecía a capitales uruguayos, había reuniones y mesas de diálogo, es decir, caras visibles. Pero desde que la firma se vendió a capitales alemanes, entre otros, los rostros desaparecieron y ahora deben encomendarse a un software que responde de forma binaria. "Necesitamos diálogo; la empresa responde a través de un software que te contesta con copiar y pegar y no te resuelve los problemas, de modo que el desempeño deja mucho que desear", cuestionó.
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En ese sentido, recordó que antes de la pandemia tenían oficinas y había reuniones mensuales con coordinadores, pero desde que vendieron sus acciones a un grupo alemán el trato fue diferente. "Ahora los alemanes contratron otros empleados y empezaron a cambiar las cosas. Por eso, el día que los obliguen a regularse, desactivarán el modo delivery y volverán al esquema inicial, en el que cada local se hace cargo de su repartidor", resumió respecto a la empresa multinacional que está en 40 países.
Hoy por hoy, cada repartidor percibe entre $700 y $800 por cada envío que realiza. En eso entran en juego los kilómetros recorridos, el ránking basado en horarios nocturnos y fines de semana, puntualidad, rechazo de pedidos y ausencias. En ese marco, reclamaron que la firma desista de organizar pedidos múltiples ya que de esa forma "pagan mucho menos", puesto que "se trata de un algoritmo que funciona a razón de demanda".
Representación y asociación
Cada vez que Pedidos Ya surgió en la agenda, siempre surgió la problemática por la regulación de sus trabajadores y el blanqueo, en cierto sentido, de quienes prestan un servicio a cambio de dinero. Sin embargo, desde el comienzo los repartidores rechazaron la representación gremial de la Asociación Empleados de Comercio y otros sindicatos la argumentar que son "autorepresentados".
"Buscamos autorepresentarnos porque no confiamos en los sindicatos, de hecho, sabemos que muchas cooperativas no tienen personería jurídica", sostuvo el representante de Arir.
En ese contexto, destacó que desde Arir consiguen "lucro cesante" para quienes deben guardar reposo por enfermedad o accidente y hasta reivindican el hecho de contratar por sus propios medios un monotributo y pagar un servicio de cobertura médica, al igual que el seguro para el celular con el cual trabajan y el vehículo con el que realizan los repartos, ya sea motos (entre un 80-85%) o bici (15-20%).
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A su vez, aseguró que en Arir no hacen distinción por empresa de repartos y la cuota societaria es gratis. "Se suma el que quiere ya que la idea no es lucrar sino que se beneficien los asociados".
Inseguridad
Otro de los factores a los cuales no escapa la vida de un repartidor es la inseguridad que asuela las calles de Rosario y por eso renovaron ese reclamo a fin de sentirse más protegidos en la calle. "En Rosario no estás seguro en ningún lado, cuando repartimos en la calle estamos con miedo, pero no queda otra de seguir saliendo a trabajar", lamentó.
En ese contexto celebró el refuerzo de policías en la calle, pero apuntó que "sólo están en el área central porque en los alrededores no hay nadie". Y, a su vez, sostuvo que los controles policiales sin fijos en lugar de realizar patrullajes, lo cual les resultó poco operativo a la hora de detectar delincuentes.