"Ni faltan centros de alojamiento ni los que existen no están en condiciones", afirmó la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia, Patricia Chialvo, en relación a la situación que atraviesan siete niños y adolescentes con medidas de protección excepcional que fueron internados en hospitales públicos y, tras el alta, siguen allí porque no pueden retornar a sus centros de vida.
La funcionaria afirmó que "ningún niño está desde hace un año internado" y respondió a los planteos hechos tanto desde el Consejo de Administración del Hospital de Niños Zona Norte como desde la dirección del Hospital Víctor J. Vilela. "Los procesos de externación no son de un día para el otro y, en algunos casos, hay idas y vueltas por la complejidad de los cuadros", destacó Chialvo.
En Santa Fe hay 800 niñas , niños y adolescentes que fueron separados de sus centros de vida ante la vulneración de sus derechos a través de medidas excepcionales y fueron alojados en centros asistenciales; en tanto, otros 300 se encuentran en casas de familias solidarias.
"En ese contexto, tenemos estas siete situaciones que son de mucha complejidad y no es que no se está trabajando y buscando diferentes alternativas, lo que podemos decir es que ninguno lleva un año internado, sólo hay un caso que se encuentra en esa situación", dijo Chialvo y remarcó: "Esos números de chicos en instituciones significa que claramente el problema no es que no existan los centros asistenciales, como se está diciendo".
Es más, la funcionaria consideró que "las dificultades son con los chicos con padecimientos de salud mental, que cuando hacen crisis ingresan al sistema de salud y, tras esos hechos, donde muchas veces golpean a trabajadores y otros niños, el egreso es más costoso y hay que establecer nuevos acuerdos institucionales" y recalcó que "en todos los centros asistenciales hay casos de discapacidad y cuadros de salud mental, porque son situaciones complejas en las que se está trabajando".
Tanto así que para nada puso en cuestión la cantidad ni tampoco el modo de funcionamiento de los espacios donde son alojados chicos y adolescentes. Es más, cuestionó el monitoreo realizado por la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes que se realizó tras la pandemia y había puesto bajo la lupa desde las "diferentes condiciones de infraestructura y acceso a servicios" de las instituciones (ya sean conveniadas como propias) hasta "la falta de capacitación y formación destinada al personal en prácticas de cuidado con enfoque de derechos".
Chialvo también puso en cuestión al juez Marcelo Scola, que el 22 de agosto intimó al Ministerio de Desarrollo Social y a la Secretaría de Protección y Promoción de los Derechos de Niñez, Adolescencia y Familia a resolver en 72 horas la situación de una paciente de 11 años que desde que desde marzo, cuando había sido dada de alta en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, esperaba ser externada.
"Lo vengo escuchando al juez de San Lorenzo. Hay que decir que tomar una medida de protección y sacar a un chico de su centro de vida es lo más fácil y lo más parecido al patronato. Eso lo hemos discutido con el juez y por eso venimos trabajando fuertemente con los servicios locales para que, cuando hay situaciones de abuso sobre chicos y chicas, sea el abusador o el maltratador el que se vaya del centro de vida y no los chicos, aunque no siempre eso es posible", señaló.
Avances y retrocesos
A la hora de detallar la situación del alojamiento de los siete chicos que están bajo la responsabilidad y guarda del Estado, cuatro de ellos en el Hospital de Niños Zona Norte y otros tres en el Vilela, la secretaria de Niñez apuntó que "las externaciones son procesos que no se dan de un día para el otro".
"De los cuatro chicos hospitalizados en el Zona Norte, dos llegaron por crisis subjetivas, porque son chicos que en su lugar de alojamiento comienzan a golpearse, toman elementos cortantes para lastimarse y muchas veces golpean a los cuidadores y al resto de los chicos que conviven. En el momento de la crisis, trabajamos con el Sies, que los contienen y a veces vuelven, pero regresan a estar internados. Y en estos tres casos son chicos con problemas de salud mental, fueron devueltos de procesos adoptivos", remarcó la funcionaria.
Así, al tiempo que detalló que a estos chicos se les están buscando centros asistenciales, en el cuarto caso dijo que "se está trabajando en la revinculación con la familia ampliada tras su paso por varias instituciones. Otro de los niños, en tanto, "fue trasplantado y tiene una situación clínica severa y requirió ser internado".
En el caso de dos niñas de San Lorenzo, internadas en el Vilela, Chialvo refirió "ingresos y egresos" ante las diferentes crisis subjetivas que padecen. "Otra niña tiene una traqueotomía, además fue intervenida hace pocas semanas y ahora ingresará a un centro de discapacidad, ya que además tiene síndrome de down", detalló la funcionaria y remarcó: "Ninguno lleva un año internado".
Es más, refirió a los acuerdos alcanzados incluso con diferentes áreas del Estado, pero admitió que en esos convenios hay idas y venidas.
"Hace tres meses estuvieron todos los directores de hospitales en Niñez, hicimos acuerdos de intervención, de trabajo y de criterio. Recorrimos los hospitales, volvimos a reunirnos y revisamos las situaciones que los equipos tanto de salud como de niñez están abordando. Acordamos los ingresos a los centros residenciales y se dispuso que salud mental iba a concurrir al momento de la crisis, pero lo que termina sucediendo es que en los momentos de tener que contener está solo el personal de Niñez, los chicos deben ser internados y ahora hay que resolver", puntualizó.