Un hombre detenido in fraganti el lunes pasado con cuatro medidores de agua que había robado de domicilios particulares en la zona oeste de la ciudad, fue imputado por el delito de robo simple y amenazas, y quedó en prisión preventiva efectiva por casi tres meses. Desde Aguas Santafesinas SA (Assa) advirtieron que el robo de medidores se sostiene, con un promedio de 750 por mes desde hace al menos un año.
Los hechos se replican y parecen no tener freno. La sustracción y vandalización de medidores de agua para poner en el mercado negro pequeñas piezas de bronce que los componen es recurrente. Las veredas inundadas por las pérdidas de un elemento indispensable es moneda corriente en los barrios de la ciudad.
Si bien no hay una acción preventiva específica de las autoridades de seguridad, sino arrestos individuales o vecinales que intentan morigerar los delitos, el lunes, a las 22.30, no hubo freno para un solitario ladrón que, cuchillo y barreta en mano, sustrajo un medidor de agua en pasaje Asunción al 5800.
In fraganti
Cuando estaba en plena faena, fue sorprendido por los propietarios de la vivienda, pero lejos de deponer su actitud, ejerció fuerza sobre la válvula de bronce que conforma el medidor y escapó mientras el agua comenzaba brotar.
Los vecinos damnificados persiguieron al ladrón para reclamarle la devolución del aparato, pero en ese momento los amenazó blandiendo el cuchillo, y se dio a la fuga por Cerrito hacia el este. Sin embargo, un llamado al 911 alertó a la policía, que lo detuvo en Cerrito entre Pedro Lino Funes y Teniente Agneta.
Cuando le requisaron un par de bolsos, los uniformados le encontraron cinco válvulas utilizadas por Aguas Santafesinas. Además, se supo que había participado en otras maniobras relacionadas a la comercialización de esos elementos.
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Tras la detención, el hombre, identificado como R.G., fue llevado este jueves a la audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal (CJP) donde el fiscal Pablo Lanza le atribuyó la autoría de los delitos de robo simple y amenazas calificadas por el uso de arma y encubrimiento, todo en concurso real.
El juez de primera instancia, Hernán Postma, formalizó la imputación bajo el encuadre y los alcances que propuso la Fiscalía, y le dictó la prisión preventiva efectiva por el plazo de 89 días.
Problemática que persiste
Sobre la problemática, desde Assa confirmaron que el ritmo y cantidad de robos de medidores se sostiene en los promedios anuales, con 750 por mes, tomando como referencia septiembre de 2022 al mismo mes de 2023.
“Los promedios de robos se sostienen, con algunas fluctuaciones muy leves. Esperamos que haya más procedimientos para que de esa manera, como decimos insistentemente, se logre desbaratar la cadena de comercialización, que es una de las claves para que baje el delito”, evaluó Guillermo Lanfranco, vocero institucional de Assa.
Según los registros, la compañía de distribución de agua tiene registradas 247 mil conexiones, de las cuales 72 mil son medidas. En un año, se robaron 9 mil dispositivos. En abril, la empresa decidió colocar medidores de plástico en reemplazo de los tradicionales. En 2022, Assa erogó 50 millones de pesos en reposiciones de medidores robados.