El caso de un niño de 11 años que se suicidó presumiblemente por el acoso que sufría en el colegio por parte de sus compañeros, causa conmoción en Madrid y en toda España.
El caso de un niño de 11 años que se suicidó presumiblemente por el acoso que sufría en el colegio por parte de sus compañeros, causa conmoción en Madrid y en toda España.
"Papá, mamá... espero que algún día podáis odiarme un poquito menos. Yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir", dejó escrito a sus padres Diego González antes de tirarse desde la ventana de su dormitorio, ubicado en un quinto piso de la ciudad de Leganés, perteneciente al área metropolitana madrileña.
El niño ("introvertido" y "muy maduro para su edad", de acuerdo con los padres y con varios declarantes) dejó su carta escrita en una hoja de papel y colocada junto a uno de sus juguetes preferidos: Lucho, el muñeco amarillo de los Lunnis, con el que jugaba con su padre.
Precisamente, en el alféizar de la ventana desde la que se tiró, Diego dejó claro un mensaje: "Mirad en Lucho".
La carta redactada por el niño, por sus palabras, es la que sensibiliza por estas horas a miles de almas españolas que siguen estremecidas por el caso (ver aparte).
Carmen González Salcedo, la madre del menor, en declaraciones a medios argentinos y madrileños, dijo: "Solo le pedimos a la magistrada que se ponga en nuestro lugar y que, al menos, investigue hasta el final".
Su esposo, Manuel, por su parte agregó: "En ese colegio están pasando cosas raras y, al menos, hay que investigarlo".
En un principio, la policía descartó que se tratara de un caso de bullying, al no hallar siquiera una sola prueba o indicios, pero ayer la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid anunció que profundizará las investigaciones.
Para la consejería, las pesquisas están supeditadas a que aparezcan denuncias o señales de que en el colegio religioso Nuestra Señora de los Angeles —adonde concurría Diego— se produjeran prácticas de bullying.
Para los padres del chico, en la carta que dejó "la única referencia negativa se la lleva, y muy claramente, el colegio".
La mamá, al hablar con los medios, evaluó que "por desgracia, ningún padre se da cuenta del bullying. Ni mi marido ni yo veíamos situación de acoso".
Luego recordó algunos episodios sufridos por su hijo: "Le dolía mucho la cabeza y la tripa (panza) y no quería ir a la escuela. Una vez estuvo cuatro meses afónico, lo llevé a médicos particulares y de la obra social y me dijeron que había recibido un susto muy fuerte. Pero todo quedó ahí".
También destacó que durante la autopsia se realizaron pruebas para verificar un presunto abuso sexual pero no dieron resultado. "Creo que pudo haber existido un abuso sexual, pero no lo han resuelto. La jueza dijo que tenía que seguir su procedimiento", aseguró.
Consultada, contestó que su hijo "nunca" le mencionó "nada" en esa dirección.
Para Carmen, su hijo tomó el camino del suicidio "porque no soportaba el colegio, la presión que tenía allí", y recuerda que "en los últimos tiempos nada más que decía: «Mamita, yo no quiero ir al colegio». Y yo le decía: «Pero hijo, si eres muy buen estudiante». Y él: «Sí, pero no, no, no». Y entonces yo le dejaba quedarse con el abuelo, y entonces se relajaba".
La mujer dijo que "en España el número de casos de acoso escolar es muy grande" y que se debe a que "hay muchos niños a los que se los cría con mucha violencia".
La mamá recordó el día del suicidio: "Yo estaba levantada, pero no me enteré de que se había movido de la habitación. Yo... miré y vi las zapatillas en el suelo, con lo cual no pensé que él se había levantado, porque yo le tenía que dar unos temas de repaso de Naturales y Sociales. Entonces, cuando me di cuenta, me metí en la habitación, no le vi y le busqué como loca por toda la casa y vi, en el fondo de la cocina, la mampara abierta, me acerqué y... Con la oscuridad vi su sombra, en el suelo",
Otra persona que habló con medios argentinos fue Robinson Guerrero Clavijo, abogado de la familia, para quien urge "depurar las responsabilidades penales o civiles que pueda haber" ya que "los directores de los centros escolares son responsables de lo que le pasa a los niños dentro de los colegios. En ese sentido, un niño acosado por otros menores deriva en una responsabilidad del colegio".
La impactante nota que dejó junto a su muñeco Lucho
La carta dejada por el niño Diego González y hecha pública por sus padres, que sensibiliza tanto a la comunidad española, dice textualmente:
“Papá, mamá, estos 11 años que llevo con vosotros han sido muy buenos y nunca los olvidaré como nunca os olvidaré a vosotros.
“Papá, tú me has enseñado a ser buena persona y a cumplir las promesas, además, has jugado muchísimo conmigo.
“Mamá, tú me has cuidado muchísimo y me has llevado a muchos sitios. Los dos sois increíbles pero juntos sois los mejores padres del mundo.
“Tata, tú has aguantado muchas cosas por mí y por papá, te estoy muy agradecido y te quiero mucho.
“Abuelo, tú siempre has sido muy generoso conmigo y te has preocupado por mí. Te quiero mucho.
“Lolo, tú me has ayudado mucho con mis deberes y me has tratado bien. Te deseo suerte para que puedas ver a Eli.
“Os digo esto porque yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir. Por favor espero que algún día podáis odiarme un poquito menos.
“Os pido que no os separéis papá y mamá, sólo viéndoos juntos y felices yo seré feliz.
“Os echaré de menos y espero que un día podamos volver a vernos en el cielo.
“Bueno, me despido para siempre.
“Firmado Diego.
“Ah, una cosa, espero que encuentres trabajo muy pronto Tata.
“Diego González”