Las respuestas escritas presentadas por Estados Unidos y la Otán a las demandas de Rusia sobre Ucrania "fallan en abordar" las "preocupaciones de Moscú" sobre la "expansión hacia el este" de la alianza occidental, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov. El miércoles EEUU presentó a través de su embajada en Moscú un documento en el que responde a las exigencias de Moscú, y lo mismo hizo la Otán. La rápìda respuesta negativa del más alto nivel de Moscú suma gravedad a la crisis de Ucrania, que amenaza desbocar en una invasión de Rusia. El Kremlin sin embargo matizó, diciendo que estudiará detenidamente la documentación recibida.
"No hay ninguna reacción positiva sobre la cuestión principal de este documento", dijo Lavrov en Moscú. "La cuestión principal es nuestra clara posición sobre la inadmisibilidad de una mayor expansión de la Otán hacia el Este y el despliegue de armas de ataque que podrían amenazar el territorio de la Federación Rusa", señaló. Rusia, de hecho, veta no solo a Ucrania, sino también a Georgia y a dos naciones que no son ex soviéticas: Finlandia y Suecia, que podrían pedir el ingreso en la Otán precisamente por la creciente amenaza rusa en el Báltico. Rusia también exige la retirada total de tropas de la Otán de las tres pequeñas naciones bálticas, Letonia, Estonia y Lituania, pese a que las tres son socias tanto de la Otán como de la UE.
Las tensiones entre Moscú y Kiev están en su punto más alto de los últimos años, con un gran despliegue de tropas rusas cerca de las fronteras compartidas. Desde noviembre, Moscú constituyó un potente contingente de fuerzas militares de primera línea al este de Ucrania, con gran dotación de tanques, artillería y misiles tierra-aire de largo alcance. Luego sumó fuerzas terrestres y navales en Crimea, la península de Ucrania en el Mar Negro que Rusia ocupó ilegalmente en 2014. Y por último organiza unas "maniobras" en Bielorrusia, su aliada, que linda con el norte de Ucrania. Esta nación es así amenazada por fuerzas rusas en tres frentes diferentes.
Pese a este despliegue Rusia niega que esté planeando una invasión, pero a la vez alega que el apoyo de la Otán a Ucrania, incluyendo el suministros de armas y el entrenamiento militar, constituye "una amenaza creciente" en su flanco occidental.
Lavrov argumentó que EEUU y la Otán habían acordado previamente en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) no expandirse a expensas de la seguridad de Rusia. "Presentamos promesas no verbales, documentos escritos firmados por los líderes de todos los países de la OSCE, incluido el presidente de Estados Unidos", declaró Lavrov. "Este principio está claramente establecido. Tiene dos enfoques principales interrelacionados. Primero: se reconoce el derecho de cada Estado a elegir libremente sus alianzas militares. Segundo: la obligación de cada Estado de no reforzar su seguridad a costa de la seguridad de los demás. En otras palabras, el derecho a elegir alianzas está claramente condicionado por la necesidad de tener en cuenta los intereses de seguridad de cualquier otro Estado de la OSCE, incluida la Federación Rusa", concluyó Lavrov. Sin embargo, Ucrania, Polonia y las naciones bálticas podrían usar idénticos argumentos, pero dirigidos a Rusia, que las amenaza con sus repetidos despliegues de fuerzas militares y amenazas, veladas e incluso explícitas, como las lanzadas contra Suecia y Finlandia si optaran ingresar a la Otán.
Sobre los documentos con las respuestas de Estados Unidos y la Otán, dijo que podrían dar lugar a discusiones serias, pero sólo en "cuestiones secundarias". "Hay una reacción que nos permite contar con el inicio de una conversación seria, pero sobre temas secundarios", dijo.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que, en apariencia, no se han abordado las principales preocupaciones de Rusia. Sin embargo, se negó a dar una respuesta oficial definitiva. "Todos los documentos están ante el presidente (Putin). Llevará algún tiempo analizarlos, no nos apresuraremos a sacar ninguna conclusión". La respuesta oficial de Rusia no tardará mucho, pero Peskov advirtió que no se producirá de inmediato.
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El miércoles, el secretario de Estado, Anthony Blinken, anunció la entrega oficial de una respuesta escrita a Rusia en Moscú. Pero remarcó que el veto ruso a Ucrania en la Otán no era admisible.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, había declarado el miércoles que la respuesta escrita de EEUU a Rusia "establece un camino diplomático serio para avanzar si Rusia lo elige". Estados Unidos ha dicho en repetidas ocasiones que la demanda central de Putin, de que Estados Unidos y la Otán se comprometan a no admitir nunca a Ucrania en la alianza, no es negociable.
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Blinken declinó detallar los detalles presentados a Moscú en la respuesta escrita, pero reiteró la respuesta pública de Occidente de mantener la "política de puertas abiertas" de la Otán, rechazando las demandas de Moscú de que la Otán se comprometa a no admitir nunca a Ucrania. "No hay ningún cambio. No habrá ningún cambio", dijo Blinken sobre el apoyo de Estados Unidos y la Otán a la política de puertas abiertas de la alianza. "Dejamos claro que hay principios básicos que nos comprometemos a mantener y defender, incluida la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y el derecho de los Estados a elegir sus propios acuerdos y alianzas de seguridad", añadió.
Jens Stoltenberg, secretatio general de la Otán, dijo el miércoles que la respuesta escrita de la alianza fue enviada en "paralelo con la de Estados Unidos". Aunque las posiciones de Moscú y de la Alianza están "muy alejadas", el jefe de la Otán esbozó tres áreas principales en las que ve "espacio para el progreso". Pidió que Moscú y la Otán reabran sus "respectivas oficinas en Moscú y en Bruselas".
El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Alexander Grushko, declaró este jueves que Moscú considera "inaceptable" la idea de una guerra entre Rusia y Ucrania, pero añadió que la discusión sobre un alto el fuego en el este de Ucrania realizada en París "no fue fácil" y terminó sin resultados. Se refería a la reunión del miércoles del llamado "Cuarteto de Normandía", formato de conversación a cuatro bandas entre Ucrania, Rusia, Alemania y Francia. El presidente francés Emmanuel Macron y su colega alemán, Olaf Scholz reavivaron este formato para tratar la actual crisis y construir una vía alternativa a la que lideran EEUU y la Otán.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hizo una valoración positiva de las conversaciones de París. Los ucranianos llevan casi ocho años en guerra, desde que Rusia invadió y anexó Crimea y los separatistas respaldados y armados por Rusia se hicieron con el control de dos provincias en el extremo este de Ucrania.