Rusia advirtió que tomaría “medidas de represalia” si Estados Unidos y sus aliados europeos rechazan sus exigencias en Ucrania. Moscú habló de esta manera luego de que el embajador de EEUU en Moscú se presentó al Ministerio de Exteriores ruso la respuesta oficial de su país a sus demandas. A la vez, el secretario de Estado Anthony Blinken dijo que mantienen abierto el diálogo con Moscú, pero dejó claro que Washington y la Otán no aceptan las “líneas rojas” exigidas por Moscú. En Washington incluso se puso una posible fecha a la invasión rusa de su vecina: sería mediados de febrero, estimó la número dos del Departamento de Estado, Wendy Sherman.
Rusia exige “garantías” de que la Otán nunca aceptará a Ucrania como miembro, ni a otras ex naciones soviéticas, ni tampoco a otras fuera de la órbita ex soviética, como Finlandia y Suecia. También exige que la Otán retire todas sus fuerzas de las tres pequeñas naciones bálticas (Estonia, Lituania y Letonia) que limitan con Rusia, así como los misiles antimisil Aegis que tiene en Rumania. Algunas de esas peticiones, como la promesa de veto a Kiev, han sido rechazadas de plano por la Otán durante las frustradas negociaciones de diciembre. Este punto no negociable para Moscú plantea un estancamiento sin salida que muchos temen sólo pueda terminar en la guerra.
El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que estudiarán la respuesta de EEUU “Si Occidente continúa con su rumbo agresivo, Moscú tendrá que tomar las medidas de represalia necesarias’’, amenazó Lavrov. “No permitiremos que se ahoguen nuestras propuestas en conversaciones infinitas’’, advirtió.. “Las leeremos, las estudiaremos. Ellos estudiaron nuestras propuestas durante casi un mes y medio”, comentó Alexsandr Grushko, viceministro de Exteriores.
Cuba, Venezuela y Nicaragua
Cuando parlamentarios rusos le preguntaron a Lavrov si Rusia podría expandir la “cooperación” con Cuba, Venezuela y Nicaragua, respondió que Moscú tiene estrechos lazos con esos países. El número dos de Lavrov, Grushko, no descarta el despliegue de armas en Cuba y Venezuela. Lavrov agregó que Putin habló por teléfono la semana pasada con los presidentes de los tres países latinoamericanos, los que aceptaron “estudiar la manera de seguir profundizando nuestra cooperación estratégica’’. Grushk se negó hace unos días a descartar el envío de efectivos militares rusos a Cuba y Venezuela. Los ministerios de Defensa planean elevar la “cooperación militar”, dijo el embajador ruso en Cuba, Andrei Guskov.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, y el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, confirmaron que enviaron sus respuestas por carta a las exigencias rusas. Ambos coincidieron en tender la mano al diálogo, pero sin aceptar las “líneas rojas” de Rusia sobre la expansión de la Alianza Atlántica. Rusia es ahora quien tiene la palabra. Blinken aseguró que no desvelará el contenido de la carta y que espera que su contraparte rusa haga lo mismo. “Preferimos la diplomacia y estamos preparados para avanzar donde hay posibilidades de comunicación”, afirmó Blinken, quien aseguró que de esta forma se “establece un serio camino diplomático, si Rusia lo decide”. Lo que dejó claro Estados Unidos es que no acepta la exigencia rusa de que la Otán no crezca hacia el este y no acepte una hipotética inclusión de Ucrania. “La puerta de la Alianza sigue abierta” señaló.
El secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, confirmó la respuesta a Rusia en Bruselas. Respondió de forma negativa a la firma de un acuerdo sobre la no expansión hacia el este y propuso restablecer las misiones en Moscú y Bruselas y abrir una nueva vía telefónica civil para “uso de emergencia”. Un alto funcionario del Departamento de Estado afirmó que los servicios de inteligencia muestran “todos los indicios” de que Rusia utilizará la fuerza militar en Ucrania a mediados de febrero. “No sé si ha tomado la decisión definitiva, pero ciertamente vemos todos los indicios de que va a utilizar la fuerza militar en algún momento quizás entre ahora y mediados de febrero”, dijo Wendy Sherman, vicesecretaria de Estado.
Un aspecto muy complejo de la crisis de Ucrania se refiere a la composición étnico-linguística de este país. El grado de "rusificación" de la población aumenta a medida que se avanza hacia el este, hacia la frontera con Rusia (ver infografía). Este fenómeno no es natural ni accidental: desde al menos el siglo XVII los zares, y luego, en el siglo XX, la Unión Soviética dominada por Rusia, llevó adelante una política de "rusificación" del este de Ucrania. Moscú aplicó esta política de "limpieza étnica pasiva" en otros territorios, como las tres naciones bálticas que la URSS absorbió por las armas durante la II Guerra Mundial y en la península de Crimea, arrebatada por la fuerza a Ucrania en 2014.
Negociaciones del "cuarteto de Normandía"
Altos funcionarios de Rusia y Ucrania se reunieron en París, acompañados por pares de Francia y Alemania, en una iniciativa del denominado “Cuarteto de Normandía”, formado en 2014 como canal de negociación para el conflicto ruso-ucraniano. Francia y Alemania median en las conversaciones a cuatro bandas para evitar un conflicto que amenaza a toda la Unión Europea. El gobierno del presidente francés Emmanuel Macron señaló que acelera con sus aliados europeos y EEUU un plan que podría reducir la escalada.
Francia “está trabajando a toda marcha” con sus aliados occidentales para disminuir la tensión militar entre Rusia y Ucrania, aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian. “La situación de Ucrania es muy tensa, pero estamos tomando todas las iniciativas necesarias para desencadenar un proceso de desescalada”, sostuvo Le Drian ante el Senado. Sus declaraciones se produjeron este miércoles en medio de las primeras conversaciones entre Moscú y Kiev desde que se agravó la crisis.
París ha sido el escenario de la reunión a cuatro bandas en la que participan los gobiernos de Francia, Alemania, Rusia y Ucrania. Las partes involucradas intentan evitar una escalada mayor de las tensiones en medio del amplio despliegue de tropas rusas y de la OTAN, en el mar Báltico y en Europa del Este. Le Drian agregó que el gobierno de Emmanuel Macron se solidariza con los países de Europa del Este que podrían verse directamente afectados por la situación actual. “Viajaré con mi homóloga alemana (Annalena Baerbock) a Kiev en unos días y nuevamente a Rumania para asegurarles a nuestros colegas rumanos nuestra solidaridad”, anunció
El martes, en la víspera del encuentro y en una rueda de prensa conjunta con el jefe de gobierno alemán Olaf Scholz, Macron advirtió a Moscú que sus países están abiertos a un diálogo, pero que Rusia pagaría un precio “muy alto” si decide atacar. “Es muy alentador que los rusos hayan accedido a entrar nuevamente en este formato diplomático, el único en el que los rusos son partes interesadas. Esta reunión nos dará una indicación clara de la mentalidad de los rusos antes de la conversación telefónica que habrá entre Emmanuel Macron y el presidente ruso Vladimir Putin el próximo viernes”, indicó un alto funcionario francés. Otro funcionario, de la presidencia francesa, subrayó que uno de los objetivos es fijar una fecha para las conversaciones sobre medidas humanitarias y liberaciones de prisioneros que luego conducirían a negociaciones sobre el futuro de la región de Donbás. “O el presidente Putin buscará la máxima tensión con nosotros, lo que significa que será muy difícil avanzar en las conversaciones de Normandía, o evalúa que en este gran período de volatilidad es útil usar este formato (de negociación) para reducir las tensiones”, destacó.