La reunión que se desarrolló ayer en el Ministerio de Trabajo de la Nación no arrojó resultados positivos. No surgió un esbozo de solución, el conflicto se extiende, y ya se maneja la posibilidad de promover un paro de toda la actividad aeronáutica a nivel nacional. Representantes de los gremios aeronáuticos y directivos de Sol Líneas Aéreas no lograron llegar a un acuerdo para destrabar esta complicada situación que dejó 300 trabajadores en la calle. Con este panorama, los sindicatos ratificaron el estado de alerta y movilización para los empleados, y acordaron un cuarto intermedio hasta mañana.
Tras el agitado cónclave que se realizó en la sede de la avenida Callao que duró más de tres horas y media, los gremialistas comentaron que la cartera laboral declaró "totalmente nulos" los telegramas de despido enviados por la compañía a los trabajadores. Asimismo, anunciaron que si en el encuentro de mañana, a las 15, "no se aportan soluciones definitivas, los gremios de la actividad aeronáutica determinarán un paro general".
Luego de la reunión, el secretario general de la Federación Argentina del Personal Aeronáutico (Fapa), Edgardo Llano, advirtió que se declararán en "estado de alerta y movilización", ya que el conflicto de la empresa aún no tiene solución. "Todo se está dilatando demasiado", advirtieron.
"Los telegramas de despido que comenzaron a mandar a los empleados no son válidos porque la empresa no cumplió con el procedimiento de crisis ante el Ministerio de Trabajo", destacó Llano.
"Los representantes de Sol anunciaron que están negociando con el Estado, pero no supieron explicar mucho más", agregó el dirigente.
"El miércoles (por mañana), a las 15, vamos a venir a la nueva reunión, pero si no hay avances no descartamos un paro nacional que impactaría en la actividad aeronáutica de todo el país", se encargó de remarcar el representante de Fapa.
Bajo este escenario de incertidumbre, especulaciones y profunda angustia, los 300 trabajadores de la empresa, perteneciente mayoritariamente al grupo local Transatlántica, continúan con acampes y manifestaciones de protestas en el aeropuerto de Fisherton y en las principales estaciones aéreas del país. La expresión más ruidosa y evidente se sigue llevando a cabo en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery, de la ciudad de Buenos Aires, en el que incluso algunos otros gremios se unieron al legítimo reclamo.
Vale recordar que Sol cesó el viernes pasado sus actividades, sin ninguna clase de aviso o advertencia. Los representantes de la empresa argumentaron escuetamente que no podían volar debido a la "inviabilidad económica" que le provocó la caída del polémico convenio de código compartido y de subsidios que tenían con Aerolíneas Argentinas, que le representaba una entrada de un millón de pesos por día, y que fue rescindido por las autoridades del gobierno nacional la semana pasada.
Antes de la reunión de ayer, el Ministerio de Trabajo rechazó los telegramas de despido y pago de indemnizaciones, como primera medida de posicionamiento ante el conflicto, con la intención de que los 300 empleados de Sol no queden en la calle. Frente a esto, la empresa abonó los sueldos de diciembre, y se confirmó que no presentaron quiebra ante la Justicia.
Un avión en Uruguay
En el marco de incertidumbre que rodea al conflicto de Sol, y rodeado de trascendidos que ponen en duda el destino de las unidades de esta línea aérea, en la tarde de ayer se pudo ver una aeronave en el Aeropuerto Internacional de Punta del Este, Uruguay.