Los 28 ministros del Interior de la Unión Europea llegaron a un acuerdo para redistribuir 160.000 refugiados, aunque no definieron aún si habrá cuotas obligatorias o si será voluntario, mientras varios países volvieron a aplicar controles fronterizos estrictos para frenar la llegada de migrantes desde los Balcanes y el Mediterráneo. Mientras Alemania hizo saber que este año espera hasta un millón de refugiados. Hungría por su parte, comenzó a cerrar con mano de hierro sus fronteras orientales y desde el primer minuto de hoy entró en vigencia una nueva ley que considera delito a la inmigración irregular.
La decisión definitiva sobre el reparto de refugiados será tomada el 8 de octubre, luego de que la propuesta de la Comisión Europea para aplicar cuotas obligatorias de acogida no contara con la mayoría suficiente, informó el alemán Thomas de Maizière. "En la sesión de ministros del 8 de octubre se determinarán las disposiciones correspondientes", prometió de Maizière. "Hoy logramos un acuerdo político para distribuir a 160.000 refugiados. Este es un primer paso, importante, pero la verdad estará en su implementación y en su puesta en práctica", advirtió.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, propuso en mayo distribuir 40.000 refugiados que se encontraban en Italia y Grecia y luego, en septiembre, el reparto de otros 120.000 solicitantes de asilo. El jefe de la fracción liberal en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstad, pidió una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno de la UE, porque consideró que está en peligro el "sistema Schengen", que permite la libertad de movimiento en Europa. El espacio de libre circulación de Schengen se solapa con el de la UE, pero varios países de la zona oriental de Europa no son parte de este tratado. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, había advertido que se convocaría un encuentro de este tipo si los ministros de Interior no ofrecían una "señal concreta de solidaridad y unión". Los países del este de Europa, así como los Estados bálticos, volvieron a rechazar antes del encuentro que se establezcan reglas vinculantes, esto es, cuotas de refugiados obligatorias por país. "Creemos que las cuotas no son la solución indicada", dijo el ministro eslovaco del Interior, Robert Kalinak, quien sugirió en cambio que debería buscarse que los refugiados sirios permanezcan en los campos de Turquía, Líbano o Jordania.
El ministro de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, advirtió que si no se toman decisiones se generará una situación caótica, en la que muchos países reintroducirán los controles fronterizos, como Alemania, y ello "tendrá un efecto dominó. Entonces nos podremos olvidar de Schengen", advirtió. Alemania reimplantó el domingo los controles fronterizos después de que las autoridades se vieran desbordadas por el arribo continuo de refugiados. Decenas de miles de personas se pusieron en marcha en los últimos diez días, después de que la canciller Angela Merkel permitiese el ingreso irrestricto de refugiados que habían quedado varados en Hungría. El restablecimiento de los controles redujo sensiblemente la llegada de refugiados, tras un fin de semana en el que nuevamente arribaron a Alemania unas 20.000 personas en busca de asilo político.
Un millar de agentes alemanes han sido destacados a las fronteras. Según el ministro del Interior del estado de Baviera, Joachim Herrmann, la vigilancia en las fronteras podría extenderse durante varias semanas. Alemania espera este año la llegada de hasta un millón de refugiados, estimó el vicecanciller Sigmar Gabriel, en vista del incesante flujo de personas que buscan asilo. El vicejefe de gobierno defendió la decisión de restablecer los controles y opinó que es una señal clara a los socios europeos de que Alemania no puede recibir a todos los refugiados. "Alemania es fuerte, pero en los últimos días hemos visto que incluso con la mejor de las voluntades nuestra capacidad de acogida también llega a un límite".
El presidente francés, François Hollande, insistió en establecer centros de acogida en Grecia, Hungría e Italia, los países de ingreso a la UE, donde puedan ser procesadas las solicitudes de asilo. "Alemania, como Francia, está pidiendo que Europa tenga el control de sus fronteras. Esa es la condición bajo la que los refugiados pueden ser recibidos con dignidad y de forma controlada", dijo Hollande. Austria y Eslovaquia también reintroducirán controles fronterizos en respuesta a la crisis de refugiados que vive Europa, mientras que Holanda anunció un endurecimiento de los que lleva a cabo en sus fronteras. "Dentro del marco de Schengen se permite reintroducir controles temporales en la frontera y nosotros los llevaremos a cabo", indicó la ministra del Interior austríaca, Johanna Mikl-Leitner.
Por su parte, Hungría selló el último agujeron en la valla construida en los 175 kilómetros de frontera con Serbia, cerrando así el paso a miles de refugiados que seguían esperando al otro lado. "A partir de hoy cambiará dramáticamente la situación", anunció el vicepresidente del Parlamento, Gulyas Gergely, en la frontera. "Hungría no puede solucionar sola los problemas de Europa. Si Grecia no puede proteger la frontera exterior de la Unión Europea, nosotros estamos dispuestos a hacerlo", añadió. Hoy entró en vigor una nueva ley en Hungría que tipifica como delito el cruce ilegal de la frontera, cuando hasta ahora era una infracción simple.
Disertación de un obispo ortodoxo
La tragedia de Siria tendrá este jueves a un expositor destacado en Rosario. El jueves a las 18, en la sede de la UNR de Maipú 1065, expondrá monseñor Crisóstomo Juan Gassali, de la Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquia. Además de referirse a la tradición aramea, Gassali hablará sobre sus experiencias personales de la situación de Siria e Irak, en especial de las persecuciones a los cristianos, las migraciones y el “genocidio siríaco”.