Un joven de 22 años al que efectuaron de un balazo en la cabeza para robarle la moto agonizaba anoche en el Hospital Clemente Alvarez. El asalto lo sufrió delante de su novia en Urquiza al 5500 en barrio Ludueña y sus consecuencias son irreversibles: los médicos que lo asistieron diagnosticaron muerte cerebral. Los asaltantes, que eran dos, se llevaron su moto Honda Storm 125.
Casi a la misma hora otros dos ladrones atacaron con brutalidad al conductor de una moto en San Nicolás y Pellegrini. Se llevaron el vehículo tras asestarle reiterados culatazos de arma de fuego a su dueño. El motociclista quedó cubierto de sangre y debió ser atendido en un hospital pero su estado no revestía gravedad. La moto, una Guerrero 110, fue abandonada poco después.
Los dos casos de ayer, uno de consecuencias fatales, exponen uno de los ilícitos más problemáticos que se cometen en Rosario. Por su alta frecuencia, por sus guarismos en alza y por involucrar un alto componente de violencia en su comisión, el robo de motos es un tipo de delito grave. En el mes de diciembre último en el departamento Rosario se sustrajeron en promedio 16 motos por día, de acuerdo a la estadística de la Unidad Regional II. En el mes que termina mañana las cosas no fueron mucho mejor: los registros hasta el viernes indicaban que se habían robado 15 por día. (Ver siguiente página)
En Ludueña. En la medianoche del sábado, Rodrigo Jara, un vigilador privado de 22 años, estaba con su novia en una plaza de la zona noroeste de la ciudad. Conversaban sentados en un banco cuando aparecieron dos jóvenes que quisieron apoderarse del rodado. Al parecer, el muchacho se resistió y uno de los maleantes le disparó un balazo que le atravesó la cabeza.
Los delincuentes se esfumaron con su vehículo. Anoche agonizaba en el Heca.
Rodrigo trabaja en una agencia de seguridad privada. Vive con sus padres y sus tres hermanos en una casa situada en Pascual Rosas al 2800, en villa Banana. Con mucho esfuerzo el muchacho se había comprado una moto Honda Storm -de color gris-, de 125 centímetros cúbicos.
El sábado a la noche fue a visitar a su novia Yamila, de 16 años, a una casa de la zona noroeste de la ciudad. Un rato después, ambos subieron a la moto y se dirigieron hacia una plazoleta situada en Urquiza al 5500. Cerca de las 12 de la noche, conversaban a pocos metros del rodado cuando la irrupción de dos jóvenes los sorprendió. Según la descripción de la chica eran delgados y de piel trigueña.
Uno de los jóvenes se encaminó hacia la moto. Jara decidió resistir el atraco y recibió un balazo a quemarropa. El proyectil le perforó la cabeza. Pasado el mediodía de ayer, en la sala de espera del Heca, Eduardo, un vecino de Rodrigo, contó que la novia de Jara resistió el robo. "La piba forcejeó con uno de los ladrones. Entonces él lo zamarreó al tipo para defender a la novia y, en ese momento, el otro ladrón sacó el arma de una mochila y le disparó".
A su lado las dos hermanas de Rodrigo estaban ahogadas en sollozos. "Rodrigo es un chico buenísmo. Con mi hijo que también 22 años se criaron juntos y fueron a la misma escuela", recordó Eduardo.
El hombre recibió la noticia del ataque que había sufrido Rodrigo mientras festejaba el cumpleaños de su hija en su casa de Pascual Rosas y Rueda. "A la moto no la usaba mucho y no le gustaba la velocidad", contó Eduardo. Los familiares y allegados del vigilador aguardaban el desenlace. .
El otro robo. Un hecho adicional de violencia en el robo de una moto se registró a las 23.30 del sábado en Pellegrini y San Nicolás. La víctima fue un ciudadano peruano de 39 años, Luis Ramos, quien fue abordado por dos delincuentes que lo atacaron a golpes en la cabeza con la culata de un arma de fuego y se llevaron su moto, una Guerrero 110. El comisario inspector Santos Aranda, de la Zona 1ª, confirmó que la moto de Ramos fue encontrada más tarde. En el lugar donde se produjo el delito la policía encontró un pistolón.