“En quince días se transformó el rumbo de la economía argentina”, señala la economista Julia Strada para analizar los primeros pasos de Javier Milei, con su megadevaluación, fogonazo inflacionario, megadecreto y ley ómnibus. La caracterización de la directora del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) y diputada nacional por la provincia de Buenos Aires no es positiva. Esa reorientación es para devolver al país “al siglo XIX y volver a ser una colonia”. Y la “velocidad que le imprimen” busca “aprovechar en corto tiempo” el efecto electoral, “antes de que la sociedad empiece a decodificar el verdadero plan”.
Megadevaluación, aumento de impuestos, desregulación del precio de la nafta, anuncios de incrementos en las tarifas. Luego, un megadecreto de necesidad y urgencia “en el que cada artículo habilita un negocio a un gran empresario” y la ley ómnibus. En pocas semanas, el gobierno arremetió con un vendaval de medidas “que tienen como elemento en común su carácter regresivo”, señaló Strada durante una entrevista con el programa radial “La Banda Cambiaria”.
“Sin duda, la velocidad que le imprimen al proceso tiene que ver con que quieren resetear la economía argentina desde cero y deben hacerlo antes de que el conjunto del pueblo empiece a decodificar el verdadero plan”, analizó la economista. Ese programa consiste en “hacer retroceder a la sociedad argentina respecto de determinados estándares de vida que alcanzó” y se puede resumir en “aquella frase de Javier González Fraga de que a los trabajadores les hicieron creer que podían comprarse un auto o un celular”.
Esa ofensiva, señaló, “ya no es solo un problema persecutorio con el kirchnerismo” sino “un ataque a lo que la sociedad argentina ganó en materia de derechos y forma de vida”. Por eso consideró que la decodificación e identificación que la misma sociedad haga de este plan, permitirá sumar sectores a la protesta social que ya se instaló con las movilizaciones y cacerolazos del 20 de diciembre y la decisión de las centrales obreras de convocar a un paro nacional.
“Es muy valorable lo que hizo la CGT, que además es altamente afectada por el DNU, ya que cercenan derechos laborales, se ataca a las obras sociales y a la organización sindical”, señaló Strada, para quien en los tres centenares de puntos de ese decreto “están las transformaciones regresivas fuertes que quieren imponer, mientras que en las de la ley ómnibus están las que están dispuestas a discutir”.
El Cepa realizó un trabajo en el que les pone nombres y apellidos a los beneficiarios de cada uno de los puntos del decreto. “Cada uno de los artículos está puesto para habilitar un negocio a beneficiarios concretos”. Detrás de las desregulaciones de comercio interior, señaló, están “los grandes productores de alimentos como Arcor, Pérez Companc, Coto y del propio Daniel Funes de Rioja, que tiene el sombrero de titular de la Copal (cámara que agrupa a las alimentarias) pero también de uno de los estudios que participó de la elaboración del megadecreto”.
“Luego está el capítulo de las prepagas, con Claudio Belocopit a la cabeza, que aumentó ya un 40% porque el DNU elimina una fórmula muy trabajada para marcar la pauta de las subas el sector”, agregó. La eliminación de las principales funciones del Instituto de la Yerba Mate, y la liberación del precio a pagar a los tareferos “beneficia directamente a la familia Navajas de Las Marías”, mientras que “a Eurnekian le sirve la dolarización de la tasa aeroportuaria y la virtual eliminación del mercado de Aerolíneas Argentinas, que paga en pesos”. Paolo Rocca, de Techint, recibe premios por todos lados, “desde el manejo de YPF hasta la limitación del derecho a huelga y la habilitación para que una empresa grande pueda subcontratar a trabajadores sin hacerse cargo de la relación laboral”. Y Elon Musk y Joe Lewis, con la desregulación del servicio de comunicaciones satelital y la derogación de la ley de tierras, respectivamente.
En todo este proceso, uno de los lemas de campaña del libertario, la baja de impuestos, terminó al revés. “El gobierno va a subir Ganancias a los trabajadores, aumentó el impuesto País a las pymes y las retenciones a economías regionales”, advirtió Strada. Pero “sí hay beneficios para los ricos, ya que en el proyecto de ley ómnibus se propone bajar Bienes Personales de 1,75 a 0,5%”, apuntó.
En el caso específico del impuesto a las ganancias sobre los salarios, su ausencia en las dos grandes piezas legislativas de Milei está atada a la presión sobre los gobernadores para negociar apoyo político. Es que muchos mandatarios provinciales dieron aval implícito a su aumento para recuperar coparticipación, en un contexto de recorte de transferencias al interior y de freno a la obra pública.
Proyectos de ley
Como alternativa a esta discusión, un grupo de diputados y diputadas de Unión por la Patria presentó un proyecto para reeditar, con modificaciones, el fondo federal sojero que funcionó entre 2009 y 2018. Strada fue una de las legisladores que acompaña la iniciativa fogoneada por Máximo Kirchner. “Las retenciones son derechos aduaneros no coparticipables, por ende se propone crear un fondo para que una parte de la recaudación por los derechos aplicados a la exportación de soja, se puedan repartir entre las provincias”, explicó.
El criterio de distribución incorpora un conjunto de variables, como el volumen de producción de soja, la población y el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI).
“Muestra que hay otro camino”, señala la economista y legisladora, que además impulsa un proyecto de su autoría para inducir la industrialización del litio en Argentina. “Estas iniciativas, junto con la ley de financiamiento educativo para llevar esos recursos al 8% del PBI y la reducción de la jornada laboral, son muy importantes”, subrayó.