El presidente Alberto Fernández mantuvo ayer una extensa reunión en la Quinta de Olivos con parte de su gabinete en la que se analizó la continuidad de la cuarentena y las contraofertas por parte de los acreedores a la propuesta de canje de deuda realizada el 22 de abril pasado.
Al encuentro con Fernández, que comenzó a las 17 y continuaba al cierre de esta edición de La Capital, asistieron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro; su par de Producción, Matías Kulfas, y el titular de Economía, Martín Guzmán.
El domingo próximo terminará formalmente la extensión de la cuarentena, por lo que el gobierno nacional analiza cómo continuar con el proceso de flexibilización, pero poniendo el foco en el transporte público, entre otras medidas. Al respecto, se busca tener control en los viajes interjurisdiccionales, no los jurisdiccionales.
En medio del encuentro, la cuenta oficial de Twitter del presidente difundió un saludo a los infectólogos en su día: "En estos tiempos, merecen nuestro saludo y reconocimiento más que nunca. Gracias por la pasión y el esfuerzo que le dedican a cuidarnos y curarnos a todos y a todas".
Cuenta regresiva
En tanto, el día clave en el proceso de reestructuración de la deuda se acerca y en los mercados no hay todavía una visión clara respecto de si finalmente el país caerá o no en default.
La Argentina recibió el viernes pasado las tres propuestas de los acreedores. "Estamos abiertos para escucharlas", había declarado el ministro de Economía.
El gobierno propone canjear U$S 66.238 en bonos emitidos bajo legislación extranjera por otros títulos con vencimiento a 20 años. Además, no pagar capitales ni intereses hasta 2023 y, ese año, abonar una tasa del 0,5 pro ciento que iría creciendo "hasta niveles sostenibles", dijo Guzmán al presentar la oferta.
La oferta incluye una fuerte quita del 62 por ciento en los intereses y una del 5,4 por ciento. La nueva fecha del 22 de mayo para cerrar la negociación coincide con el día en que la Argentina podría caer en default, ya que vencen los 30 días del período de gracia para el pago de U$S 503 millones de cupones de tres bonos Global.
La Argentina también negocia cómo pagar otros U$S 44.000 millones que le debe al Fondo Monetario Internacional (FMI), a los que se suman U$S 2.100 millones al Club de París y unos U$S 6.000 millones de títulos en dólares emitidos bajo legislación local.
El propio titular del Palacio de Hacienda sostuvo que, en el marco de la renegociación de la deuda, "el éxito no es un acuerdo que hipoteque el futuro" del país y deje "rehenes de un problema" a los argentinos.
"Nos tocó enfrentar el coronavirus con restricciones mucho más fuertes desde lo que son las capacidades del Estado para reaccionar a lo que se presenta. Pero, así y todo, dimos los pasos para afrontar ese fenómeno", abundó".
Al respecto, Guzmán agregó: "La realidad es que esta situación requiere de respuestas extraordinarias. Pero así ha ocurrido en buena parte del mundo, y aquí también. Lo que hicimos fue definir un conjunto de principios para cómo atacar el coronavirus. El primer principio fue que lo primero es la salud".
Guiño
Paralelamente, el ex titular del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Khan consideró que " la Argentina tiene las cartas para renegociar su deuda en buenas condiciones" y manifestó su "plena confianza" en que el gobierno pueda lograr ese objetivo.
"Me parece que la Argentina tiene en sus manos las cartas que deberían permitirle renegociar su deuda en buenas condiciones. Tengo plena confianza en las autoridades del país para que puedan lograrlo", dijo Strauss-Kahn.
En ese marco, aconsejó al gobierno "que sea completamente transparente" ya que "la desconfianza (de ambos lados) nubló en gran medida las relaciones entre la Argentina y el FMI en el pasado".
"Es normal que el país negocie paso a paso con el FMI, pero teniendo en cuenta que la institución está allí para ayudar, no para castigar, como se creyó con demasiada frecuencia en la Argentina", sostuvo.