El titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independiente (Aesi), Manuel García, advirtió
que en el país quedarán “sólo las 500 expendedoras que dependan directamente de las
petroleras” si continúa la política de control de precios, y acusó por igual al gobierno y a
las grandes compañías –a uno por los impuestos y por sus políticas, a las otras por la
especulación exportadora– de la situación del sector.
García insistió con que los congelamientos de precios le costaron al país el cierre de 3 mil
estaciones de servicios, y reconoció que un lock out patronal tendrá un “impacto relativo
respecto de lo que se avecina”.
En declaraciones a la emisora LT8, el dirigente advirtió que “en los próximos dos o
tres años los 3 mil estacioneros que quedaron debilitados y no se pudieron rehabilitar quedarán al
borde del cierre. Esto marca un camino sin retorno”, vaticinó.
A la hora de ejemplificar, recordó que a un estacionero le quedan 15 centavos de ganancia por
litro de nafta. “Si vende 100 mil litros gana 15 mil pesos, que no alcanza ni para los
sueldos”, dijo. Y abundó: “¿Por qué habrían de cerrar 3 mil estaciones de servicio si
este fuera un negocio rentable?”.
Luego reflexionó sobre las responsabilidades: “El problema tiene dos componentes: uno
impositivo, del que es responsable el gobierno, que quiere recaudar a mano llena, y por otro lado
están las petroleras, que quien tener más saldo exportable para venderle a los países vecinos.
Ellos son los que se benefician con la rebaja de los precios en el mercado interno, y si para el
consumidor hoy es una ventaja, pronto va a sufrir el peregrinaje en búsqueda de combustible, porque
sólo van a quedar las 500 estaciones que dependan directamente de las grades compañías”.